Hoy he corrido la carrera “23mas4”, una carrera única e
irrepetible que se ha celebrado hoy, en Cáceres, a las 10 de la mañana. Una
carrera de 5 km, sin control de tiempos, que hemos recorrido a ritmo social y
un grupo de 20 amigos. No ha habido épica, ni esfuerzo extremo, ni records,…
solo un grupo de amigos en un entorno maravilloso, como lo es la ciudad de
Cáceres. Pese a estos números tan poco espectaculares ha sido una cerrera única
e irrepetible, y además será inolvidable.
Esta carrera empezó a organizarse hace muchos años. Mucho
antes de que incluso los organizadores, y mucho menos los protagonistas, lo
supieran. Hace muchos años, allá por el año 2006, Carlos, uno de los
protagonistas, empezó a correr. Discretamente, como muchas cosas que hace
Carlos. Un día me lo encontré en el parque de Butarque y le convencí para que
se uniera al grupo de entrenamiento de la universidad (Carlos Corre). Había
conocido a Carlos unos meses antes gracias a una aventura personal/profesional muy
intensa en la que él participó de forma activa. Si aquella aventura no hubiera
tenido lugar, a lo mejor nuestros caminos nunca se hubieran cruzado, y quizás,
una de las mejores cosas que me dejaron aquella fallida aventura, fue conocer a
Carlos. Le conocí como gran profesional, faceta que luego seguí en el tiempo
hasta hoy mismo. Carlos es muy grande, en el sentido físico, ya que mide más de
dos metros, pero también en el sentido personal: todo lo grande que tiene como
ser vivo, lo tiene como ser humano. Conozco pocas personas tan generosas con
los que le rodean y tan humildes en relación con sus virtudes. En todo el
tiempo que pasamos corriendo juntos, nunca me habló de novia alguna, lo cual atribuí,
en partes iguales, a su enorme y generosa entrega a su trabajo como a su más
que evidente timidez.
Un buen día, en Carlos Corre, apareció Laura. Laura era una
estudiante de la Universidad, “del otro Campus”. Laura era un encanto. No es
que fuera guapa, que lo es; es que nos iluminaba a todos con su gran sonrisa y
actitud positiva frente a la vida. ¿Por qué Laura, cruzó la carretera de Toledo
para venir a correr con nosotros? Creo recordar que dijo “que los de Getafe
eran muy aburridos”, aunque ahora, pasados los años, eso es lo menos importante.
Yo creo que desde el primer momento Carlos y Laura se fijaron el uno en el
otro. ¡Era difícil no fijarse!: Carlos es un gigantón y Laura irradiaba luminosidad.
Pero tuvo que pasar tiempo para que aquello acabara en historia feliz. Los dos
son tímidos, y ni Carlos ni Laura, se atrevían a dar el paso… pero al final,
pasó lo que tuvo que pasar. Que estaban hechos el uno para la otra y la otra
para el uno. Un día 23 Carlos se declaró, otro día 23 se comprometieron, y
ayer, 27 de octubre, se casaron en Cáceres.
Y tuve el privilegio de estar presente en la Boda de Laura y
Carlos, con un buen número de amigos con los que hemos corrido juntos muchos
kilómetros: Jose, Grego, Antonio, Carolina, Araceli, Rubi,… Al final del
banquete de bodas, Laura y Carlos nos repartieron los dorsales para una carrera
muy especial, la “23más4”, una carrera de una única edición. Laura y Carlos,
han querido empezar la maratón del resto de su vida, con una carrera popular
con sus amigos. ¿A qué es original? ¿A que es romántico? La luz en los ojos y la emoción con la que se
leyeron los votos ayer, la tenían esta mañana cuando, con mucho frío, nos hemos
puesto a correr por Cáceres. Se conocieron corriendo y han querido empezar esta
etapa de su vida corriendo. Correr la “23más4”
ha sido un privilegio, algo único e irrepetible, algo que quedará en mi memoria
para siempre. He corrido muchas carreras “famosas”, pero de ninguna podré
presumir como de esta “yo estuve allí”. Gracias, Laura, gracias Carlos, por
darme esta oportunidad.
1 comentario:
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