El aprendiz de maratoniano

Historias sencillas de carreras

viernes, 1 de mayo de 2015

Maratón de Madrid 2015. Progresa pero todavía necesita mejorar.

Un año más toca hacer balance de la Maratón de Madrid. Este año, un día de perros que nos llevó a todos los que acabamos a la épica, ha hecho que muchos posibles fallos de organización hayan quedado en segundo plano y que todo el protagonismo se lo haya llevado la lluvia y su efecto multiplicador sobre la felicidad que se siente al acabar un maratón. El pasado domingo, cuando cruzamos la meta, fue tan grande la sensación de haber culminado algo especial, que nuestra capacidad de sentirnos felices, se engrandeció y nos anestesió cualquier recuerdo negativo más allá de la lluvia y el frío.
Pero pasado unos días, conviene hacer balance, y recordar las cosas que han mejorado y también aquellas cosas que están muy lejos todavía de ser como se merece este maratón, por sus corredores, sus voluntarios y su público.
Empecemos por la feria del corredor. Las redes sociales se incendiaron, con razón, entre otras cosas por una organización que sistemáticamente tira balones fuera enfrente de cualquier problema. No es de recibo que personas que vinieron de largos viajes tuvieran que esperar hasta cuatro horas para entrar a la feria y recoger el dorsal. No hay excusas. La organización no supo reaccionar y evitar el desastre, quizás provocado por un exceso de celo de la seguridad del recinto. La mala imagen de la ciudad se la llevaron miles de personas, y no hay que buscar culpables más allá de los que “son los amos”.
Los cajones de salida. Un año más, algo que figura en la publicidad no se sabe para qué. Ante la desesperación de todos los que corren buscando hacer una marca personal, los cajones, sin prácticamente ningún control de entrada, eran invadidos por corredores de cualquier nivel que, por motivos que me siguen sorprendiendo, se empeñan en situarse en situaciones que no merecen provocando colapsos en el discurrir del arranque de la carrera. Obviamente los primero culpables son todos esos corre-cutres que no saben comportarse, pero un buen control de entrada a los cajones evitaría el caos que se produce. Y eso se arregla con unos pocos voluntarios más.
Los voluntarios. Son excepcionales, meritorios y no hay palabras suficientes para agradecerles su entrega. Pero muchos (algunos) de ellos, no ejercen bien su función, porque la organización, responsables, no les explica lo que deben hacer en cada puesto. Especialmente en dos puntos. Y de estos dos, sobre todo en uno. La entrega de dorsales y la llegada a meta. Para muchos corredores, sobre todo primerizos, los que vienen de lejos, etc., la recogida del dorsal es un momento especial. Los voluntarios de esos mostradores deben ser especialmente cariñosos con los corredores. Si no, pónganse en otro lugar. Y eso debe ocurrir especialmente en meta. Después de correr una maratón, al llegar a meta, se agradece una sonrisa, una felicitación. No que te pongan de cualquier manera la medalla y te ‘tiren’ el plástico térmico. En esto debiéramos aprender de las maratones de EE.UU. Al llegar a meta, los voluntarios, todos, estén donde estén, te hacen sentir especial, como si fueras un héroe. Según vas andando, no hay un metro donde alguien no te diga una palabra amable. El domingo pasado, la zona de meta era desoladora (y yo entré por debajo de 3.20, imagino lo debió ser una o dos horas después).  Hay que dar a los voluntarios unas mínimas claves de trabajo, especialmente en estos dos puntos.

Seguimos con dos carreras a la vez (media maratón y maratón) que no beneficia nada a los maratonianos, que debieran ser los principales protagonistas. Se arreglaría con una salida de la media maratón una o dos horas después, pero claro, eso acabaría con la gran mentira de que “corren la maratón 30000 personas” y la tan buscada foto (por parte de la organización) de una Castellana llena de corredores.

Muchas cosas se hacen bien (este año el ropero, la atención médica,…). Pero este maratón se merece más.

Maratones que he corrido

  • Maratón de Madrid: 2004 (3h 58m), 2005(3h 56m 42s), 2006(4h 15m 34s), 2007 (4h 06m 49s), 2009 (3h 40m 20s), 2012 (3h 19m 36s), 2013 (3h 13m 59s), 2014 (3h 40m 58s), 2015 (3h 19m 33s), 2017 (3h 58m 12s), 2018 (3h 45m 4s), 2019 (4h 6m), 2021 (4h 11m 56s), 2022 (4h 8m), 2023 (4h 11m 51s)
  • Maratón de Donosti: 2007 (4h 4m 52s), 2017 (3h 38m 40s)
  • Maratón de Toral de los Vados: 2008 (4h 11 m 16s)
  • Maratón de Marrakech: 2009 (3h 58m 4s)
  • Maratón de Oporto: 2009 (3h 30m 34s)
  • Maratón de Zaragoza: 2009 (3h 56m 32s)
  • Maratón de Sevilla: 2010 (3h 47m 27s), 2019 (3h 50m 13s)
  • Maratón de Boston: 2010 (3h 29m)
  • Maratón de Nueva York: 2010 (3h 28m 38s), 2019 (3h 55m 38s)
  • Maratón de Málaga: 2010 (3h 52m 16s)
  • Maratón de París: 2011 (3h 29m 43s)
  • Maratón de Berlín: 2011 (3h 23m 28s), 2022 (4h 5m 40s)
  • Maratón de Castellón: 2011 (3h 20m 14s)
  • Maratón Misteriosa (Tres Casas, Segovia), 2013 (3h 54m)
  • Maratón de Chicago: 2013 (3h 25m 37s)
  • Maratón de Londres: 2014 (3h 27m 58s), 2016 (4h 1m 18s)
  • Maratón de Amsterdam: 2014 (3h 28m 6s)
  • Maratón de Lisboa: 2015 (3h 34m 56s)
  • Maratón de Valencia: 2016 (3h 40m 32s)
  • Maratón de Tokio: 2017 (3h 39m 38s)
  • Maratón nocturna de Bilbao: 2018 (3h 44m 32s)
  • Maratón de Valdebebas: 2020 (4h 01m 49s), 2021 (4h 20 min.)
  • Maratón de Polvoranca: 2021 (4h 39m 25s)

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