tag:blogger.com,1999:blog-30151262182304513762024-02-21T19:27:56.059+01:00El aprendiz de maratonianoHistorias sencillas de carreras, sensaciones personales, anecdotas,... Un espacio para compartir esta pasión.torcashttp://www.blogger.com/profile/04844607363046974448noreply@blogger.comBlogger126125tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-66513880381460768272021-04-25T13:26:00.003+02:002021-04-25T14:35:29.005+02:00Maratón de Polvoranca<p>En tiempos de pandemias, están proliferando las maratones
clandestinas. Cuando se lleva la maratón en la sangre, existe la necesidad de
enfrentarse a los 42,195 kilómetros, de sentir lo que esta distancia nos
demanda de esfuerzo, sacrificio, sentir que aun podemos doblegarla. Y muchos
maratonianos se están esforzando en organizar pruebas minoritarias (que llamo
clandestinas por llamarlas de alguna manera), pero que cumplen con muchos de
los estándares de las llamadas “maratones oficiales”: una distancia bien
medida, una bolsa del corredor, dorsales, medalla de “finisher”,
avituallamientos,… No es fácil dar con ellas, y de hecho tienes que formar
parte de una secta peligrosa, la de los maratonianos irreductibles, adictos a
la distancia, perturbados por sentir en las piernas aquello que solo se conoce
si se ha experimentado. Yo no llego al extremo de algunos de mis compañeros “de
secta”, pero tuve la suerte de ser admitido en su circulo de confianza y de
poder conocer alguna de estas carreras clandestinas que están sirviendo para
mitigar el mono de falta de carreras oficiales.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyv1nGM-RZkwhxjODAUAM6AFAhRwTrRb4_Od9sWxZyVHTgMfGcmGXLSdItHEeh0LJG58uB7A4r_TdS8-FQ6ZC2Q051_YJRE9GR9HYRtFChbiItbPBomUvpRBoL8CzEAM1sjS2eqksoYg/s2048/WhatsApp+Image+2021-04-18+at+14.54.22.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1422" data-original-width="2048" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyv1nGM-RZkwhxjODAUAM6AFAhRwTrRb4_Od9sWxZyVHTgMfGcmGXLSdItHEeh0LJG58uB7A4r_TdS8-FQ6ZC2Q051_YJRE9GR9HYRtFChbiItbPBomUvpRBoL8CzEAM1sjS2eqksoYg/w320-h222/WhatsApp+Image+2021-04-18+at+14.54.22.jpeg" title="Polvoranca, 8.15 de la mañana" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El pasado domingo 18 de abril, participé en mi tercera de
estas grandes maratones. Grandes por su dificultad, por lo que implican de correr
en soledad, sin público, sin bandas de música, sin oropeles… enormes por la
ilusión con la que se corren y la ilusión que ponen sus organizadores. En esta
ocasión el organizador es Teo (un maratoniano mítico, muy conocido en Madrid
porque ha corrido muchas ediciones de MAPOMA con un disfraz de “el Zorro”, y no
precisamente haciendo malos cronómetros). Y el lugar el también impresionante
parque de Polvoranca, poco conocido por la mayoría de madrileños, pero muy
conocido por los que trabajamos o vivimos en a zona sur. Un parque por el que
he corrido en cientos de entrenamientos y que me trae recuerdos de muchas horas
de esfuerzo y compañerismo. Un parque espléndido, con rutas agradables y un
entorno natural que merece ser protegido.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Como en muchas de las maratones que he corrido, a medida que
se acerca “la fecha”, van creciendo las dudas. Da igual que sea Nueva York o Polvoranca.
Siempre atenazan las dudas. Y la principal duda de esta vez, estaba vinculada
con algo tan imprevisible como es “¿Cuándo me llamarán para ser vacunado del
COVID?”. Cuando anunciaron que iban a vacunar a mi franja de edad, empecé a
sospechar que me iban a chafar la Maratón de Polvoranca. Pero pasó el lunes, el
martes, el miércoles, sin noticias de cuando me iban a vacunar. Pero el jueves
por la tarde, sonó el teléfono, y me anunciaron que, si quería vacunarme,
tendría que estar al día siguiente a las 18.00 en el Wizink Centre. ¿Podría correr
el domingo? Allí me personé a la hora establecida, y me fui a dormir el viernes
tan ricamente, sin ningún efecto aparente. El sábado fue otra cosa. Amanecí con
algo de fiebre. Y a eso de las dos de la tarde, estaba tiritando debajo de un
edredón y dos mantas. ¿Podría correr el domingo? Después de unas horas, dos
paracetamoles y una buena sudada, aparentemente la fiebre empezó a remitir. El
domingo, a las 5 de la mañana, hora a la que puse el despertador para
desayunar, no tenía fiebre. ¿Pero estaba para correr? Pues seguramente no, pero
la irracionalidad de los que corremos maratones me llevó, un pie detrás del
otro, hacia el coche para ir a Polvoranca.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Nos había convocado Teo en el parking que está al oeste del
parque, cerca del lago. Al parking solo se puede llegar desde un determinado
acceso, que todo hay que decir, nos remarcó Teo. Pero casi todos los que hasta
allí pretendíamos llegar, colocamos el navegador, que de forma contumaz se
empeñaba por llevarnos por un camino impracticable para coches normales y que
nos metía una vez tras otra por caminos que no llevaban a ningún sitio. Cuando
en el navegador aparece que tu destino está a 300 metros, pero que necesitas 30
minutos para llegar… ¡mal asunto! Y vuelta a empezar, y otra vez en el mismo
sitio. En unas de las revueltas me encuentro con Luis, uno de mis compañeros de
carrera, que estaba en la misma tesitura. Llamadas a Teo. Contestador automático.
Y después de varios requiebros solo aptos para un todoterreno, arriesgando
quedarnos embozados en un charco, desembocamos en un camino de asfalto que
acabó llevándonos, milagrosamente, al parking desde donde arrancaba la carrera.
Ya estábamos los diez corredores que formábamos parte de esa aventura. Nueve “chicos”
y Lola, una grandísima maratoniana (Lolo, Teo, David, Lola, Antonio Rojas, Javi
Fabiani, Antonio López, Pepe, Luis y un servidor).</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0s2RoiMq3TCiH_5gzO9-G9FqPzwfF6ds3BOQZ9MlPBttaan58kqd8z-vbUerTWXUVDE5MbZXzesx9mgFD99DZXatK4KmOruzhYEDq5Lb96esEKacmBN5bfDp04gj4RN7KU7L9Vv6Apg/s1024/WhatsApp+Image+2021-04-18+at+14.58.31+%25281%2529.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0s2RoiMq3TCiH_5gzO9-G9FqPzwfF6ds3BOQZ9MlPBttaan58kqd8z-vbUerTWXUVDE5MbZXzesx9mgFD99DZXatK4KmOruzhYEDq5Lb96esEKacmBN5bfDp04gj4RN7KU7L9Vv6Apg/s320/WhatsApp+Image+2021-04-18+at+14.58.31+%25281%2529.jpeg" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal">Después de repartir Teo los dorsales, se dio la salida con
15 minutos de retraso, a las 8.15 de la mañana. El recorrido consistía en 7
vueltas (una “corta” y 6 de poco más de 6 kilómetros para completar los 42,195
km). La vuelta “corta” y la primera de las largas las hicimos en grupo, con Teo
a la cabeza, para conocer bien el circuito. Después cada cual corrió como sus
posibilidades le dejaron. En las dos primeras vueltas nos acompañó mi amiga
Pilar, compañera de entrenamientos, y asidua de Polvoranca. Ya en esas dos
vueltas, empecé a notar que “algo no iba bien”. Las piernas ya me pesaban más
de lo normal, desde el primer paso. Después de que Pilar se fuera, prácticamente
corrí solo todo el tiempo y cuando completé la tercera vuelta, la idea de
abandonar me rondó la cabeza. Pero decidí dar otra vuelta más. El Parque se iba
poblando de familias, corredores domingueros, ciclistas, y nadie podía
sospechar que allí deambulábamos 10 maratonianos clandestinos sufriendo por completar
nuestro sueño. Conseguí acabar la cuarta vuelta, con gran sufrimiento, y de nuevo,
al pasar por la “salida-meta” la idea del abandono me martilleaba la cabeza. Pero
pensé: “nunca he abandonado en una maratón; si abandono, siempre que me sienta
mal, pensaré en abandonar, y abandonaré”. Y además “¿voy a abandonar aquí, en
Polvoranca, parque que me ha visto entrenar tantas veces?”. “Vamos, daremos una
quinta vuelta, a ver que pasa”. En esa quinta vuelta ya era un zombi, pero
cuando pasé por meta, sabía, que por mucho que me tocara sufrir, iba a acabar.
Y así fue. Después d 4 horas 40 minutos, el peor registro de mi vida, acabé la Maratón
de Polvoranca.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Allí estaban esperándome mis compañeros de aventura. Con aplausos,
cariño y una medalla. Que me supo tan bien como cualquiera que me dieran en las
Majors que he corrido. Después de la foto de grupo de rigor, nos fuimos con la
satisfacción de haber puesto una muesca más en nuestra particular lista de
maratones. Luis terminó su maratón número 23 con la camiseta de Jordan, de los
Bulls, con el número 23.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9mRv3gfNtljWrb_0Tesk_ILJBcAQDEE7djKZRWKhJSZD0G-N2K7Pk9x0K0snEKa-yuAzj_gL4N_gXWUuuUIBQug9k96Kp55DQMKCxfYskgdj5lryfMDUNUFtVy-mDUD8lTyE93ewoeA/s2048/WhatsApp+Image+2021-04-18+at+14.54.29.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1492" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9mRv3gfNtljWrb_0Tesk_ILJBcAQDEE7djKZRWKhJSZD0G-N2K7Pk9x0K0snEKa-yuAzj_gL4N_gXWUuuUIBQug9k96Kp55DQMKCxfYskgdj5lryfMDUNUFtVy-mDUD8lTyE93ewoeA/s320/WhatsApp+Image+2021-04-18+at+14.54.29.jpeg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal">Cada maratón tiene su afán. Esta vez, además, corrí con una
vacuna recién puesta, que seguramente contribuyó a las malas sensaciones que
tuve desde el principio. Pero esa es la grandeza de la maratón, que nos pone a
prueba más allá de lo que siempre esperas, y te permite darte la satisfacción
de vencer, superarte, sentirte grande.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Agradecí entonces todo lo que Teo había puesto en la bolsa
del corredor, que me ayudó a recuperarme. Y esa tarde descansé muy a gusto, pensando
en… la siguiente maratón.<o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-69563978300024854582020-11-15T19:00:00.009+01:002020-11-16T08:57:59.960+01:00Maratón de Valdebebas (tercera edición)Partiendo de la base de que no hay “maratones pequeñas”, porque TODAS tienen 42,195 metros, muchos corredores de maratones nunca han experimentado correr una maratón alternativa, clandestina, misteriosa, casera… y realmente no saben lo que se pierden. Son maratones que no tienen el glamour de una Major, o de cualquier maratón multitudinaria. Pero tienen otros valores, a lo mejor menos tangibles, pero que llenan y satisfacen tanto o más que los que tienen esas otras maratones mal llamadas “grandes”. <div><br /></div><div> La aparición del COVID19 en nuestras vidas, y la sensación de que ha llegado para quedarse y transformar muchos de nuestros hábitos, ha hecho que el mundo de la maratón también se vea trastocado. En este nuevo mundo, los que queremos seguir experimentando lo que es correr una maratón de verdad (una maratón virtual, es muy meritoria, pero no es una maratón), las maratones alternativas suponen una gran oportunidad de sentir “otras sensaciones”. En estas maratones, a la dificultad de la prueba en sí misma, hay que añadir dificultades vinculadas a recorridos pequeños (con muchas vueltas), o recorridos agrestes y muchas veces mucha y auténtica soledad (aquí sí que existe la soledad del corredor de fondo). A cambio mucho cariño por parte de los organizadores y mucho compañerismo.
No es fácil saber cuando y dónde se celebran estas maratones. Normalmente se corre por invitación, y la distribución de la información es restringida. Pero a poco que empieces a moverte en este apasionante mundo, llegará un momento en el que alguien te ofrezca esta posibilidad. </div><div><br /></div><div><a href="https://coleccionistamaratones.wordpress.com/">Javi Sanz, corredor de maratones</a>, “centenario”, creó en España el llamado “club de los cien”, es decir, de aquellos corredores que han corrido más de cien maratones. Para pertenecer al club, esas 100 maratones han de cumplir una serie de requisitos. Por supuesto que las grandes maratones entran, pero también las llamadas maratones alternativas, siempre que cumplan esos requisitos: </div><div><br /></div><div>1) maratones organizadas, con dorsal,
</div><div>2) un recorrido diseñado por el organizador, </div><div>3) avituallamientos, </div><div>4) línea de salida y meta, </div><div>5) salir juntos más de tres corredores,</div><div>6) trofeo o medalla.</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcbBrdYE_XqR7IFF5zOszUGM0D5S0tBmP3ztKDYzI-5wtr8J-w_5IXeF7ib7iSa8Jc4DkKMen3YZuqaiy7qbFYmJPNbWSRL8VAiAyC-DjgOK4VY03HjrQM-5ilUvIUxbN76IbgL2uLCA/s1024/GarminConnect_20201114-131202.jpg" style="clear: left; display: block; float: left; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="1024" data-original-width="536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcbBrdYE_XqR7IFF5zOszUGM0D5S0tBmP3ztKDYzI-5wtr8J-w_5IXeF7ib7iSa8Jc4DkKMen3YZuqaiy7qbFYmJPNbWSRL8VAiAyC-DjgOK4VY03HjrQM-5ilUvIUxbN76IbgL2uLCA/s320/GarminConnect_20201114-131202.jpg" /></a></div>En este ranking no se contabilizan las maratones virtuales. Aunque son poco conocidas, se organizan muchas maratones alternativas, que cumplen estas reglas, y que se pueden contabilizar para el ranking del “club de los cien”.
Yo he tenido la suerte de completar tres de estas maratones y he de decir que me han generado un nivel de satisfacción equivalente al de correr cualquier maratón de las llamadas “grandes”. </div><div><br /></div><div>Mi última maratón “alternativa” ha sido la segunda parte de la tercera edición de la Maratón de Valdebebas. A principios de año, supe de esta maratón a través de Javi Sanz, y la organizaba David, un amigo corraliego. Era la tercera edición de esta Maratón alternativa. Estaba programada para el día 14 de marzo, sábado, un día antes de la Maratón de Barcelona, para la que yo tenía dorsal. Un par de semanas antes, al cancelar la Maratón de Barcelona por el COVID19, le pregunté a David si había sitio para uno más, y me dejaron inscribirme. Íbamos a ser unos 25, pero durante toda la semana entre el 8 y el 14, fueron excluyéndose muchas personas. El confinamiento parecía inminente, especialmente en Madrid, que se empezó a considerar la “zona 0” del virus. Apenas un par de días antes, íbamos a ser 15. La noche del viernes 13, yo ya tenía síntomas de estar contagiado del COVID19, y esa misma noche se frustró mi participación. EL gobierno decretó el estado de alarma el mismo sábado 14 de marzo. Solamente corrieron la maratón 9 personas, todos de Madrid. </div><div><br /></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7h3lmjJNVPHgs-0w2F8C6rWqj5yFhhwxoIPH1W9qzk7HqcwM4jbNb0EIEcmnf-bJM1JlBEf7_GqPZIl0qZ3yCqQVlyf1Wnb7XPE0mErauHxkZLwDs9VZ5rHPLjcQ6AJaayuxHCR6NDw/s1024/IMG-20201114-WA0002.jpg" style="clear: right; display: inline !important; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7h3lmjJNVPHgs-0w2F8C6rWqj5yFhhwxoIPH1W9qzk7HqcwM4jbNb0EIEcmnf-bJM1JlBEf7_GqPZIl0qZ3yCqQVlyf1Wnb7XPE0mErauHxkZLwDs9VZ5rHPLjcQ6AJaayuxHCR6NDw/s320/IMG-20201114-WA0002.jpg" width="320" /></a>Me costó meses volver a correr de una forma parecida “como antes del covid”, pero tenía la esperanza de poder correr alguna maratón en otoño. Por desgracia llegó la segunda oleada, y se suspendieron todas las maratones en prácticamente todo el mundo. Pero un día, recibí un mensaje de David. Pensaba organizar una “segunda vuelta” de la tercera edición para que pudiéramos correrla los que fallamos en marzo. Íbamos a ser muy pocos, con muchas medidas de seguridad y cumpliendo con todos los requerimientos legales en Madrid.
Y esa segunda edición iba a ser el 14 de noviembre, sábado, ocho meses después. Recibí el mensaje de David con ilusión, porque iba a ser mi oportunidad de correr una maratón este 2020, y al tiempo comprobar si había dejado atrás al COVID. Íbamos a ser alrededor de 12 personas, con dos salidas de 6, para no superar lo permitido por ley. Pero también en la semana previa, se decretó, al amparo del nuevo estado de alarma, nuevos cierres de comunidades autónomas. El 14 de noviembre, en Valdebebas, nos encontramos solo 4 corredores (muchos anularon justo la noche antes a causa de los confinamientos). Pero cumplíamos “las 6 normas de Javi Sanz”, por lo que nos dispusimos a correr la maratón.</div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQeYytlP9DMdsznMlyQ9OqlRwN3Of-yUn89AY_byWiqcaByhgPnwMPCKHVMEPKcH0PujqNlBY0YKl1r7qYOXCRW7wqFQgBoMUvz70aPckJjYz20hpzt6y1sW7VCx_UjM4UIWC5pLmshw/s1024/IMG-20201114-WA0010.jpg" style="clear: left; display: block; float: left; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQeYytlP9DMdsznMlyQ9OqlRwN3Of-yUn89AY_byWiqcaByhgPnwMPCKHVMEPKcH0PujqNlBY0YKl1r7qYOXCRW7wqFQgBoMUvz70aPckJjYz20hpzt6y1sW7VCx_UjM4UIWC5pLmshw/s320/IMG-20201114-WA0010.jpg" /></a></div><br />
La maratón de Valdebebas consiste en dar 40 vueltas a un circuito de poco más de un kilómetro. Aquí, la dificultad añadida, radica en que hay que hacer un buen ejercicio mental para correr cuarenta vueltas de más de un kilómetro. Además, íbamos a ser solo 4, sin ningún público y con un cielo que amenazaba lluvia. Además de David, estábamos Lolo, Luis y yo.
Empezamos la carrera a la hora que estaba estipulada, las 8 de la mañana. Y corrimos más de media maratón los cuatro juntos. Más de 20 vueltas que se nos pasaron más rápido de lo que yo hubiera imaginado. En esas vueltas pudimos hablar de nuestras vidas, y sobre todo, como siempre hacemos los que corremos, de carreras. Y sobre todo de maratones. Luis llevaba a sus espaldas algunas menos que yo, pero David y Lolo, ambos, pasaban con creces las 100 maratones. Se hacía difícil encontrar alguna maratón que no hubieran corrido y de la que no pudieran contar alguna anécdota.</div><div><br />
A partir de la media maratón, comenzó a caer una fina lluvia, pero persistente, que no pararía en lo que quedaba de carrera. Era fina y al principio no molestaba, pero pasado un poco de tiempo, nos fue calando y, sobre todo, nos empapó las zapatillas. Fue también en ese momento cuando Luis se quedó un poco rezagado. Ya éramos 1+3. Hacia el kilómetro 30, David se paró a beber, y no fue capaz de recuperar nuestro ritmo, y la carrera se volvió a romper, 1+1+2. Las vueltas ya eran cada vez más pesadas (en todos los sentidos) y la animada charla se fue apagando. Ya solo hablábamos para recordarnos que quedaban 7, 6, 5, 4, … Cuando apenas quedaban “solo” tres, Lolo se estiró un poco y nos convertimos en 4 unidades ya separadas. Al filo de las 4 horas de carrera, Lolo entró en la meta, a los dos minutos entré yo, y muy poco después entró David. Luis tuvo que esperar recorrer tres vueltas más. Lolo me ovacionó cuando entré en la meta, ovación que me supo a gloria. Luego hicimos lo propio con David y, finalmente, con Luis. Misión cumplida. Vencimos el tedio de las 40 vueltas, la lluvia y las zapatillas empapadas, el dolor en las piernas, … Una maratón más. Una vez más, una experiencia maravillosa, como siempre que se acaba una maratón. Pensando ya en la siguiente.
En mi caso, muy satisfecho por haber burlado, de momento, a las secuelas del Covid19. Por haber quedado 2º en una maratón (si, ya se que éramos 4, pero es mi mejor puesto en una maratón). Por haber compartido esta experiencia con tan buenos compañeros de viaje (David, Lolo, Luis). Y muy agradecido a David, por todo, por haber mantenido la ilusión de cerrar el capítulo abierto el 14 de marzo. Espero que no sea la última maratón de Valdebebas que corra, una maratón, como dice el propio David, que tiene el récord de 100 de “finishers” en sus tres ediciones.
</div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-27111823288452982622020-11-12T17:40:00.000+01:002020-11-12T17:40:21.156+01:00Corriendo por el Camino de Santiago<p>Desde el momento en que mi compañera Nuria (Nuria Prieto,
campeona de España de Maratón, veteranas) me lo propuso, le dije que si de
forma incondicional. ¡Correr seis etapas del Camino de Santiago desde
Roncesvalles! Luego me lo pensé y me entraron mis dudas. Nunca había corrido
tanta distancia en tan poco tiempo, y menos de la mano de toda una campeona de
España de maratón. Pero Nuria siempre me animó. “correremos tranquilos…”. Y
confié en ella, pese al dicho de que “todos los corredores mentimos”. Lo habíamos
programado para la primavera, pero el COVID19 se interpuso en el camino y lo
pospusimos para el mes de septiembre. Y cuando ya lo teníamos todo previsto y
cerrado, esta vez se cruzó en el camino mi nieto Oliver, que nació en Alemania,
y para poder conocerlo me tenía “que perder” las dos primeras etapas, entre
Roncesvalles y Pamplona. Oliver mereció la pena y mientras yo babeaba en Kassel
(Alemania), Nuria partió sola desde Roncesvalles.</p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif01Mxk9BvVPt1yNFZ7Zc9sjsOlTHJERq8UDmD3DC4IxEyuOf2qB5VozB-exEut221lR54c_wCHWpN7STiAeQ1EEmO-oS7NzXyPkRzkrlFRtDWtp_edtEj4U_uvuhQTawCrmplGw65Dw/s4032/20200914_151640.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif01Mxk9BvVPt1yNFZ7Zc9sjsOlTHJERq8UDmD3DC4IxEyuOf2qB5VozB-exEut221lR54c_wCHWpN7STiAeQ1EEmO-oS7NzXyPkRzkrlFRtDWtp_edtEj4U_uvuhQTawCrmplGw65Dw/s320/20200914_151640.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Pamplona</td></tr></tbody></table><p>Día 1. Pamplona-Puente la Reina.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pero a los dos días nos encontramos en Pamplona, ella con
unos cuantos kilómetros en las piernas y yo pletórico tras conocer a mi nieto y
con la ilusión de echarme al Camino al día siguiente. Mi primera etapa fue
entre Pamplona y Puente la Reina, 24,4 km. La salida por Pamplona ofrece alguna
que otra duda, pero en seguida te instalas en la senda hacia Santiago. Pronto
empieza el camino a picar hacia arriba, a veces con repechos de consideración
que nos invitaban a caminar algún que otro tramo. Vas pasando por pueblos
preciosos (Zizur Mayor, Guendulain, Zariquiegui…) hasta que alcanzas el Mirador
del Alto del Perdón, punto más alto de la etapa, a778 metros. Después de esa
importante subida esperas una placida y rápida bajada, pero te encuentras con
un camino plagado de guijarros que hace prácticamente imposible correr. La
parte más pronunciada de la bajada la hacemos andando y con cuidado de no
torcernos un tobillo. Unos kilómetros después retomamos la carrera, ya en
ligera pendiente descendente, de fácil correr y en algunos kilómetros sin darnos
cuenta, nos ponemos a buen ritmo, por encima de lo que la sensatez aconsejaría.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7FBORP9OX0fDnID6lfqWzMwtwgObPwSGoXH0qUKXjVfk6RgimyXi3CbhKXROr717lyEbJ5Alfd_1bcHvRwNHa_hlkRBzKEQG-rlJCGRh4gol3ehKtPSLeqprOB16S0fknBMgD2rTuFg/s4032/20200915_190010.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7FBORP9OX0fDnID6lfqWzMwtwgObPwSGoXH0qUKXjVfk6RgimyXi3CbhKXROr717lyEbJ5Alfd_1bcHvRwNHa_hlkRBzKEQG-rlJCGRh4gol3ehKtPSLeqprOB16S0fknBMgD2rTuFg/s320/20200915_190010.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Puente La Reina</td></tr></tbody></table><br /><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El Camino es lugar de encuentro y al ir corriendo son
encuentros fugaces. A veces competimos con algunos peregrinos en bicicleta que
sufren más en las cuestas de gran pendiente, y la mayoría de las veces pasamos
rápidamente a los peregrinos a pie con un “buen camino”. Muchos nos miran
sorprendidos. En ese mi primer día, para mí eran todos extraños. Al final de la
aventura ya conocíamos a casi todos: a los que caminaban en solitario, los
extranjeros, los grupitos…y ellos a nosotros, que sabiendo de nuestro reto nos
animaban. Luego, en los pueblos de destino nos saludábamos con complicidad y
miradas cargadas de buenos deseos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Después de pasar por Uterga, Muruzábal y Obanos, allá a lo
lejos divisamos la bonita Puente la Reina, que nos acogió con los brazos
abiertos y un buen desayuno. Nos salió una media de 7:45 minutos el kilómetro,
más por la bajada del Alto del Perdón que por las distintas cuestas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Día 2. Puente la Reina-Estella.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">En mi segundo día (cuarto para Nuria), nos esperaban por
delante 21,56 km de un auténtico rompepiernas. La etapa tiene un perfil de
dientes de sierra, y nada más salir de Puente la Reina se encara una cuesta
demoledora. Después de la paliza del día anterior me hace cuestionarme mi
capacidad de superar el reto de 4 días (y Nuria con más kilómetros más en sus
piernas). El comienzo es tremendo, y después de superar el primer alto, quedan
otros tres o cuatro picachos. Se pasa por pueblos muy bonitos (Cirauqui, Lorca,
Villatuerta) pero las continuas subidas y bajadas nos hacen mantener una
continua prevención mental. Aun así, corremos muchos más kilómetros que el día
anterior y a más velocidad. En Estella comprobamos mientras tomamos un merecido
desayuno que hemos hecho una media de 7,04 minutos el kilómetro.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY90c4TZsd3emM-odkWDFnDzqGtdT4_iXak323JLvGux1q4O0MLGWOMV0tu2b1cZZhMs7DP93QUE-dYmbZMOAzVKpZ2VTXlJUEcYaEdMpE9wmpTWgboeNILHx4NXFv5d-NW1vmeARy0w/s4032/20200916_183239.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY90c4TZsd3emM-odkWDFnDzqGtdT4_iXak323JLvGux1q4O0MLGWOMV0tu2b1cZZhMs7DP93QUE-dYmbZMOAzVKpZ2VTXlJUEcYaEdMpE9wmpTWgboeNILHx4NXFv5d-NW1vmeARy0w/s320/20200916_183239.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Estella</td></tr></tbody></table><br /><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Día 3. Estella-Los Arcos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Por delante otros 21, 3 km de precioso paisaje y pueblos
encantadores. Y otra vez arrancando con una impresionante cuesta arriba y la
perspectiva de varios picos de pendiente interesante. Y con más kilómetros en
las piernas. Para mí es el paso del Ecuador, para Nuria su última parte de
carrera. En seguida pasamos por Ayegui, el Monasterio de Santa María de Irache
e Irache. Franqueamos la famosa Fuente de Vino totalmente copada por un
numerosísimo grupo de peregrinos franceses que hicieron un buen acopio de caldo
tinto y sin respetar ninguna distancia social. En esta etapa, prácticamente la
mitad del camino empina hacia arriba. Primero para llegar a Azqueta, pero,
sobre todo, para alcanzar Villamayor de Monjardin, en todo lo alto de un pico.
La subida se hace agónica y nos lo tomamos con mucha calma. Con la esperanza de
que a partir de aquel punto el camino iría hacia abajo la mayor parte de lo que
quedaba de etapa. Habíamos tardado en llegar allí poco más de una hora, y aun
nos quedaba más de la mitad del recorrido.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El trecho que quedaba hasta Los Arcos fue espectacular.
Desde el punto de vista del corredor. El paisaje no era especial, el día
nublado, el camino bastante desierto… pero la ligera pendiente descendente nos
puso a correr de forma automática, tramos de varios kilómetros… plas, plas,
plas… a ritmo cómodo, pero rápido, en silencio. Disfrutando del correr.
Sintiendo el silencio del entorno. Solo el golpe de las zapatillas, plas, plas,
plas,… totalmente acompasadas, contra el suelo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Éramos dos, pero nos movíamos como uno. Fueron
minutos, muchos minutos, donde sentimos el placer de correr por correr, donde
no sientes la fatiga, donde te ves como una máquina a pleno rendimiento que
avanza de forma inexorable hacia delante. ¡Que fantástico deporte este que te
regala momentos tan especiales! Casi sin darnos cuenta llegamos a Los Arcos dos
horas y media después de haber salido de Estella. ¡A 6.43 minutos el km!,
nuestro mejor día.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMrTjUb9cEJTbVjWn-5k3eqMuw6LhuTNARYV5iE1ottvwF4dNqQtumdXcxDgz7KQWaUKz66Xy1hbaHwBL_1yXIwlufjnz5JZMvm1dgYWyEgvzTnmub8DzmZwK_YqbDC-mq-mGCkpPnuw/s4032/20200917_152458.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="2268" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMrTjUb9cEJTbVjWn-5k3eqMuw6LhuTNARYV5iE1ottvwF4dNqQtumdXcxDgz7KQWaUKz66Xy1hbaHwBL_1yXIwlufjnz5JZMvm1dgYWyEgvzTnmub8DzmZwK_YqbDC-mq-mGCkpPnuw/s320/20200917_152458.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los Arcos</td></tr></tbody></table><br /><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Navarra, España, te sigue sorprendiendo. En un pueblo de tan
solo 1100 habitantes te encuentras con una calle Mayor llena de casas
blasonadas que llega a una plaza medieval con una iglesia impresionante del
siglo XII reconstruida a lo largo de siglos dejándole rastros del gótico,
renacimiento, barroco, … Allí fue, en aquel precioso lugar, donde nos regalamos
el desayuno del día antes de irnos a descansar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Día 4. Los Arcos-Logroño.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUy6sWKeEAF0r-1aUfrXgqpINvhKSY-uaJT2pJ0xKoz1n-w5daKxEuRlvvVVdKQAMkSgkPN68b1O3pjBYDf7Jcnkf0EXVLHDPMjdBsgrPaLsBfLqyukJnOqS1AuKZDYbhBUGYUk51ZKw/s4032/20200917_090412.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUy6sWKeEAF0r-1aUfrXgqpINvhKSY-uaJT2pJ0xKoz1n-w5daKxEuRlvvVVdKQAMkSgkPN68b1O3pjBYDf7Jcnkf0EXVLHDPMjdBsgrPaLsBfLqyukJnOqS1AuKZDYbhBUGYUk51ZKw/s320/20200917_090412.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Navarra y Rioja, Camino y viñedos<br /></td></tr></tbody></table>Para terminar la aventura, nos esperaba la etapa más larga.
Más de 29 kilómetros para llegar a Logroño. Y otra vez un perfil rompepiernas
con muchas subidas y bajadas. Al menos el comienzo de la estapa no era hacia
arriba, como los días precedentes. Arrancamos con las dudas de las grandes
maratones… ¿aguantaré, llegaré…? Yo llevaba más de 60 kilómetros en tres días,
Nuria unos cuanto más. Y por delante casi 30 kilómetros. Y varios picachos que
subir. El más importante entre Torres del Río y Viana. Para ser el último día
no está nada mal. Al legar a Viana paramos un rato más largo de lo habitual
para comer algo y beber. Viana también sorprende por la riqueza de su
patrimonio de ciudad vieja, por la que ha pasado mucha historia. Desde Viana a
Logroño, con más bajadas que subidas, el correr se hace fácil. Son ya muchos
kilómetros, pero la meta está muy cerca. Poco antes de Logroño se pasa de
Navarra a La Rioja y muy pronto nos encontramos con el padre de todos los ríos
españoles, el Ebro, que corre con mucha agua. Nuestra meta está en la Catedral
y después de callejear un rato, allí llegamos después de casi tres horas y
media de haber salido. Esta vez, y pese a ser la etapa más larga, a 6.55
minutos el km. No está mal.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGdiOlBgAeZA-gYRzemwYeU2R0O-UYn-QQsqcm3A5DlXy0wuRjMf55f5FXZkB4iVG8Xfw7t5FaXrimFODWLKaHD3G4PkNxLqOHB4SDh5Z0OSU_ISCPm4UKdbSyLih7DdzRKDiU2mZMpA/s4032/20200917_090405.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormal">Lo habíamos conseguido. El sueño de Nuria de muchos meses
atrás, lo habíamos cumplido. Una experiencia única, exclusiva, fantástica. Nada
más llegar, nos ocurre lo mismo que al acabar una maratón, que solo piensas,
pasado el primer momento, sobre cuando podrás repetir algo así, algo que te ha
llenado tanto. Al placer de correr y sufrir corriendo, se une la mística del
Camino, la exclusividad de los paisajes, la dificultad de la orografía y a
veces el suelo, lo entrañable de los lugares por los que se pasa, la gente del
Camino, la que está allí y la que transita… todo junto ha sido un coctel
difícil de expresar, pero que nos ha inyectado felicidad.<o:p></o:p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPsegB1o2eK6oQTd3BuJGnGWsvcZ-2uLeIHviEZMU86qk0jQhd9GPEXS2Tnucl8djp_lRs-jXd18ULyfWK9EDkCPX5Yf0j1uMOxmwVeg57n3nsRqbJJD0qnenDr9WtgCWlNVcOZkzHPw/s4032/20200917_090405.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPsegB1o2eK6oQTd3BuJGnGWsvcZ-2uLeIHviEZMU86qk0jQhd9GPEXS2Tnucl8djp_lRs-jXd18ULyfWK9EDkCPX5Yf0j1uMOxmwVeg57n3nsRqbJJD0qnenDr9WtgCWlNVcOZkzHPw/s320/20200917_090405.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Picachos por subir</td></tr></tbody></table></p>
<p class="MsoNormal">En la misma plaza de la Catedral, cumplimos el ritual del
desayuno. Más tarde, ya con los deberes hechos, algunas tapas con un buen
Rioja. Nos vamos, pero el Camino nos espera siempre.<o:p></o:p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJAkILLdjLljXmIlePCTxa1__fikYu1XQAc8gZ_m5N96DmkDBRSk9lykcWgyE3mALA1p8y7EMNk6aqjFujUT5VbKPTeqIEsHGCsrXbVyIGjXJ8PaMbCVaSLzrXWKZWZXkhVB4g9UyOQA/s3296/20200918_114041.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3296" data-original-width="2472" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJAkILLdjLljXmIlePCTxa1__fikYu1XQAc8gZ_m5N96DmkDBRSk9lykcWgyE3mALA1p8y7EMNk6aqjFujUT5VbKPTeqIEsHGCsrXbVyIGjXJ8PaMbCVaSLzrXWKZWZXkhVB4g9UyOQA/s320/20200918_114041.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Celebrándolo en la Catedral de Logroño</td></tr></tbody></table><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-56561741746867325562020-03-09T11:53:00.003+01:002020-03-09T11:53:49.905+01:00La frustración frente a la cancelación de una Maratón<a href="http://www.carreraspopulares.com/noticia/la-frustracion-frente-a-la-cancelacion-de-una-maraton" target="_blank">http://www.carreraspopulares.com/noticia/la-frustracion-frente-a-la-cancelacion-de-una-maraton</a>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-39352335518835436512019-11-08T19:26:00.000+01:002019-11-08T19:26:21.713+01:00La maratón previa a la maratón de Nueva York<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin7q_NSi2Ny-llWLWh5wkNN3UEQYZQJeQ4SKAksS2aDY9bBQmbsAWsDO26Li8W_G9d8_EYW0wJPLHPqkfZV9-bFF8P6n14YTCqa_joOM0lFEL9xmnq2DxEjMirx3OTZssb9Qx_I9rY6A/s1600/20191104_141458.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="669" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin7q_NSi2Ny-llWLWh5wkNN3UEQYZQJeQ4SKAksS2aDY9bBQmbsAWsDO26Li8W_G9d8_EYW0wJPLHPqkfZV9-bFF8P6n14YTCqa_joOM0lFEL9xmnq2DxEjMirx3OTZssb9Qx_I9rY6A/s640/20191104_141458.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">Posiblemente, salvo por
aquellos que la han corrido, sea muy poco conocido algo que hace que la maratón
de NY sea aún más dura que el resto de las maratones (incluyendo el resto de
Majors). Y es que antes de la maratón, hay que pasar por otra pequeña
“maratón”. La salida está en Staten Island junto al Puente de Verrazano, y la
organización recomienda estar en el Fort Wadsworth, junto al puente, al menos
tres horas antes de que empiece la carrera. Si tenemos en cuenta que para
llegar allí hay que hacerlo a través de los medios que pone a tu disposición la
organización de la carrera, eso significa que te tendrás que poner en marcha,
por lo menos 4 horas y media o cinco antes de la carrera (dependiendo del lugar
donde estés pernoctando en Nueva York o New Jersey). Los dos medios más
utilizados para llegar hasta allí, puestos a disposición por la organización
son, el Ferry de Staten Island (en el sur de Manhattan) y autobuses que salen
desde la Biblioteca Pública de Nueva York (en el centro de Manhattan). Voy a
relatar un esquema de tiempos real (el que tuve que realizar en mis dos
participaciones, en los que, en ambos casos, tenía la salida en la primera
oleada a las 9h 40 minutos de la mañana).</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLkmujPwk8j0FIJfZtsHhzLv15T7vdRpIvPX3AiyivLJGvjc63BuO9CsWrfb0W_CtLdFy-6a-_pbGr1Si76tBt1w7mdtRc1rNj1iNz6Ab-RTDm5WSm0gWfUvl2DwA414apUeZr6rTzYA/s1600/20191104_141434.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1124" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLkmujPwk8j0FIJfZtsHhzLv15T7vdRpIvPX3AiyivLJGvjc63BuO9CsWrfb0W_CtLdFy-6a-_pbGr1Si76tBt1w7mdtRc1rNj1iNz6Ab-RTDm5WSm0gWfUvl2DwA414apUeZr6rTzYA/s320/20191104_141434.jpg" width="204" /></a></div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">En mi primera participación
(en el 2010) opté por el Ferry de Staten Island. Aquel año yo pernoctaba en
Harlem, por lo que necesitaba de más de media hora para llegar a Battery Park,
lugar desde el que sale el ferry. La organización me asignó un ferry a las 5h
30 minutos, por lo que echen cuentas… Para asegurarme estar allí a esa hora, me
tuve que levantar cerca de las 4.30 (más de cinco horas antes de la carrera).
En mi última participación, este año 2019, opté por los autobuses. También me
asignaron uno a las 5.30, por lo que, aunque mi hotel estaba a 20 minutos
andando, el madrugón (en este caso a las 4.40) no me lo quitó nadie. Tanto la
combinación ferry+autobús, como autobús, te dejan en el Fort Wasdworth a eso de
las 6h 30 minutos de la mañana. Lo mejor de esto son las vistas que se pueden
disfrutar tanto desde el ferry como desde los autobuses, a esas horas de la
mañana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">Allí te esperan unas fuertes
medidas de seguridad para entrar en el recinto (donde solo pueden entrar
corredores y voluntarios). Lo cierto es que la organización, con miles de
voluntarios y con ayuda de la policía metropolitana, lo hacen todo rápido y hay
pocas colas, y en unos minutos estás dentro. A esa hora, en Staten Island, hace
frío. Hace mucho frío. Lo primero que hace la mayoría de la gente, es buscar un
“buen lugar” para montar un mini-campamento de espera. Allí vas a pasar un buen
rato, e interesa que el lugar esté algo resguardado del aire y que la sensación
térmica no sea aun peor. A medida que pasa el tiempo, los buenos lugares
escasean, y se pelea por un trozo libre de césped o de suelo. Si vas
acompañado, tienes la ventaja de que mientras alguien “cuida” de tus cosas,
puedes explorar y ver todo lo que allí se te ofrece. Si vas solo, tienes que
optar por explorar y luego aposentarte o al revés. Porqué por allí tienes
varias cosas que descubrir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">El Fort, está dividido en
tres “ciudades”, una para cada uno de los colores de las tres “corrientes” en
las que está organizada la maratón: azul, verde y naranja. Y cada zona, tiene
replicado en su interior, las mismas “atracciones”. En cada zona hay una carpa
para corredores VIP, en cuyo interior, supongo, tendrán de todo lo que los
populares tenemos fuera, y algo más. Fuera hay tres cosas importantes de
controlar: 1) el lugar donde están los furgones donde hay que dejar la bolsa
con la ropa; 2) el lugar donde están los corrales de salida, y 3) el lugar
donde están los urinarios (porque con el frío que hace, seguro que lo vas a
necesitar más de una vez). Además, hay distintas zonas donde se ofrecen
distintos productos, de forma temática (si quieres de todo, tienes que darte
una vuelta por los distintos lugares): agua, isotónicos, productos energéticos,
plátanos, bagels, café y té caliente, … En un puesto ofrecían gorros de felpa
para el frío. Todo patrocinado por las marcas respectivas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">Como hace mucho frío, mucha
gente se acurruca en algún lugar cubierto de ropa de abrigo (desde mantas hasta
sacos de dormir, pasando por material de ski de segunda mano, edredones,
chaquetones viejos, … la imaginación al poder) a la espera de que lleguen los
distintos “deadlines”. Hay algunos novatos que no han valorado bién la
combinación tiempo de espera/frío, y lo pasan muy mal. No sobra ninguna ropa de
abrigo, y lo mejor es hacerse con prendas viejas o de segunda mano que luego se
pueda abandonar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFZfyBr2rN3J_Hbp50DeZtRnBvO78kK1oqf23GImw-fPuZbQVjZ4n-GcC77VfvI6P2a5wW643ohuFNfaSt4jz3qe5FytmMR8lqN_u-jw5PC9b7CaP1NQfLHsTocxaRYIvbV-3ifxLDrw/s1600/20191103_134048.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFZfyBr2rN3J_Hbp50DeZtRnBvO78kK1oqf23GImw-fPuZbQVjZ4n-GcC77VfvI6P2a5wW643ohuFNfaSt4jz3qe5FytmMR8lqN_u-jw5PC9b7CaP1NQfLHsTocxaRYIvbV-3ifxLDrw/s320/20191103_134048.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">El primero de los
“deadlines” es la hora a la que hay que dejar la ropa en el furgón que la va a
llevar hasta la meta. En el caso de la primera oleada (9h 40 min.), el tiempo
límite es las 8h 10m. A partir de ese momento, toda la ropa que te quedes,
salvo la que lleves para correr, la tendrás que “donar” en los contenedores
preparados al efecto. Te queda más de hora y media de mucho frío por delante.
El segundo “deadline” es la hora de cierre de tu corral; en mi caso las 9h 20
min, media hora antes de la salida. Dentro del corral hay urinarios y
contenedores para ropa. 15 minutos antes de la salida, se quitan los límites
entre corrales y la gente se mueve hacia la línea de salida mezclándose todo el
mundo. Antes de ese momento, la mayoría de la gente, se queda con la ropa que
va a correr. Luego en la mismísima línea de salida, aun se tiran camisetas y
sudaderas sobrantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">Vivir esa espera, es también
una gran experiencia. Miles de personas, concentradas en un mismo lugar,
compartiendo el mismo sueño de correr la maratón más famosa del mundo, junto al
mítico puente de Verrazano, es una experiencia que merece la pena vivir. A poco
que uno se pare a observar a su alrededor, disfrutará de miles de pequeños
detalles que te harán solidario con todas esas personas que comparten contigo
esa experiencia casi mística. Personas que han venido de todas las partes del
mundo, que hablan todas las lenguas. Frio, nervios, emoción, excitación, miedo,
dudas. A la incertidumbre que provoca enfrentarse a cualquier maratón, se añade
el hecho de que esta es “la maratón”, la más famosa, la que todos quieren
correr. Y tú eres un privilegiado que estás allí en ese momento. Aunque la
ansiedad gobierna muchos de los corazones que allí palpitan, y el frío te hace
desear que el tiempo pase rápidamente, sabes que ese momento, el de los minutos
previos a la gran maratón, es quizás el mejor momento del día, antes de que
empiece todo. Merece la pena saborear cada instante, fotografiar con la memoria
cada detalle, para que cuando todo haya pasado, y pasa muy rápido, te lleves en
la mochila de la vida toda esa experiencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #545454; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;">Cuando se da la salida, a
las 9h 40 minutos, la mayoría de los que allí estamos, llevamos más de cinco
horas levantados. Llegó el momento. Ya nos agolpamos hasta, prácticamente, la
misma línea de salida. Aún quedan algunos minutos. Se hacen las presentaciones
de las estrellas que van a correr. Se canta el himno del EEUU a capela. Se hace
un silencio sepulcral. Suena un cañonazo y la aventura comienza. El sol ya
empieza a coger altura y empieza a regalarnos destellos de calor. Y la cálida
voz del neoyorkino nacido en New Jersey, posiblemente el más famoso “newyorker”,
nos invita a conquistar la ciudad y nos lanza al puente de Verrazano: “I want
to be a part of it, New York, New York”. Millones de personas de todo el mundo
están viendo ese momento por televisión y, posiblemente muchos familiares y
amigos que saben que estás allí, que eres uno de esos puntitos de color, tienen
un pensamiento de ánimo. No es fácil llegar hasta allí y ahora toca correr.<o:p></o:p></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-3501393204793088732019-11-04T17:43:00.000+01:002019-11-04T17:44:03.892+01:00Maastrich, ciudad fronteriza<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTtbevBzkNRzOZFB-wryg-kXKEdbiqL8wgHCIQLUr7MDq1I7QwLgoyyoQOPfPuDIuuydi7CfXLlhowmOrss0QXEL0gKpoufnT13FVuiXe4DPcxPTfDq_7ANnFMVJu391ZAqckCjlrK6g/s1600/20191015_181038.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="758" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTtbevBzkNRzOZFB-wryg-kXKEdbiqL8wgHCIQLUr7MDq1I7QwLgoyyoQOPfPuDIuuydi7CfXLlhowmOrss0QXEL0gKpoufnT13FVuiXe4DPcxPTfDq_7ANnFMVJu391ZAqckCjlrK6g/s640/20191015_181038.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Existen ciudades donde se juntan las fronteras de varios
países (en Europa tenemos algunas). Son ciudades muy peculiares, porque a lo
largo de la historia van amalgamando un cultura diversa y enriquecedora, donde
el trasiego de personas, ideas, mercancías, … enriquece mucho la vida de los
que allí habitan. A cambio tienen que pagar un cierto peaje por ser lugar de
paso, pero esto es un mal menor comparado con el beneficio que implica estar en
el borde de varios países. Una de esas ciudades es Maastrich, ciudad holandesa
prácticamente metida en Bélgica y en Alemania, tanto que sus habitantes se
sienten ciudadanos de la llamada euroregión Mosa-Rin
(Maastrich-Aachen-Lieja-Hasselt). Es una ciudad que recuerda poco a las típicas
ciudades holandesas del norte, llenas de canales que los hacen característicos
de las ciudades de Holanda. Lo que si tiene es un gran río, el Mosa (Maas, en
holandés, que da nombre a la ciudad “Cruce del Mosa”). Maastrich entró en
nuestras vidas cuando en 1992 se firmó allí el Tratado de la Unión Europea. Ese
año, esta pequeña ciudad de menos de 200.000 habitantes pasó a la historia del
siglo XX.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheWkeEnxGRyT2fAz52AYegooslEetAM2F3oSQ0ZQsjOI8GB1flgFANZNteUnJxLIKVeyVYwjuTUsRYMs_qFr0IfmHBgygeFNmWfF1SQyIEb6B8nFXHYjIVynadY3S3NxUagWyPSu299g/s1600/20191015_180707.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1550" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheWkeEnxGRyT2fAz52AYegooslEetAM2F3oSQ0ZQsjOI8GB1flgFANZNteUnJxLIKVeyVYwjuTUsRYMs_qFr0IfmHBgygeFNmWfF1SQyIEb6B8nFXHYjIVynadY3S3NxUagWyPSu299g/s200/20191015_180707.jpg" width="193" /></a></div>
¿Por dónde correr en Maastrich?. Como en todas las ciudades con río, esta es la primera y mejor opción. Hay un pequeño parque al sur, que se queda muy pequeño, y el centro histórico, muy bonito, se queda también corto para un buen entrenamiento. Pero como siempre en estas ciudades, el río sale en nuestra ayuda. Es un río grande, con riveras preparadas para andar o correr durante kilómetros y numerosos puentes que unen ambos lados.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-8719361705033848582019-08-23T19:07:00.000+02:002019-08-23T19:09:46.655+02:00El puente de Verrazano<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvUPoN9QQP2DrSkKIp5L36jrYVdHipb_pyjAGxT2UefHSOhe2YmlT754nd-HtkoPQQxDyBrYKiqfNrXHbCEe_igdm53gYxjaURP9aFlRE5v9yayIXCY41AoByZtBZwtUD4cne1tgLjDg/s1600/6e735f19-aa3a-489b-a76a-2f490955eeca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1175" data-original-width="1600" height="470" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvUPoN9QQP2DrSkKIp5L36jrYVdHipb_pyjAGxT2UefHSOhe2YmlT754nd-HtkoPQQxDyBrYKiqfNrXHbCEe_igdm53gYxjaURP9aFlRE5v9yayIXCY41AoByZtBZwtUD4cne1tgLjDg/s640/6e735f19-aa3a-489b-a76a-2f490955eeca.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
Acabo de publicar "El puente de Verrazano". Muchas de sus historias han salido de este blog, pero hay muchas otras nuevas y revisadas. Espero que os guste.<br />
<br />
Versión papel:<br />
<a href="https://www.amazon.es/dp/1095549863/ref=sr_1_2?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=el+puente+de+verrazano&qid=1566579950&s=gateway&sr=8-2">https://www.amazon.es/dp/1095549863/ref=sr_1_2?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=el+puente+de+verrazano&qid=1566579950&s=gateway&sr=8-2</a><br />
<br />
Versión e-book:<br />
<a href="https://www.amazon.es/dp/1095549863/ref=sr_1_2?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=el+puente+de+verrazano&qid=1566579950&s=gateway&sr=8-2">https://www.amazon.es/dp/1095549863/ref=sr_1_2?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=el+puente+de+verrazano&qid=1566579950&s=gateway&sr=8-2</a>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-15737354490155224942019-06-19T12:19:00.002+02:002019-06-19T12:19:22.321+02:00Tunja, Boyacá, Colombia<br />
<div class="MsoNormal">
Viajé a Colombia por primera vez en 1995, precisamente a
Tunja, capital de Boyacá. Y descubrí un país imprescindible. Hoy, después de
otros muchos viajes y ciudades colombianas, lo sigo pensando. Es posible que
Colombia sea de los países del mundo al que más daño hacen los estereotipos,
que desaparecen cuando uno lo conoce. Es un país de muchos contrastes, tanto en
clima como en paisajes. Al estar cerca del Ecuador, no hay estaciones marcadas,
por lo que casi todo el año hace la misma temperatura, que puede oscilar en muy
pocos kilómetros, en función de la altura, desde los pocos grados de Tunja, a
los más de treinta de Cartagena. En esta ocasión, vuelvo a Tunja a participar
en un seminario de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.<o:p></o:p></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixJjH9zjnXIhEq_NXV0R4YymSi84Ku__d4Qg8rh6KMRwwLnAgWGcSudRzmyi8cW-SzQI3hEYFZKwijmR8mFAksvIRx6wYSbwMnZIpyNn9Cxv8z4PrxfvhJrB04ZL3Esc6riWECcBg5FA/s1600/20190614_182153-EFFECTS+%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixJjH9zjnXIhEq_NXV0R4YymSi84Ku__d4Qg8rh6KMRwwLnAgWGcSudRzmyi8cW-SzQI3hEYFZKwijmR8mFAksvIRx6wYSbwMnZIpyNn9Cxv8z4PrxfvhJrB04ZL3Esc6riWECcBg5FA/s640/20190614_182153-EFFECTS+%25281%2529.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Plaza de Tunja</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Tunja está casi a tres mil metros de altura y es la capital
de Boyacá. Es esta una región poco conocida para el turismo internacional,
siendo como es una auténtica joya. Con un paisaje verde y frondoso, en Boyacá
se escribieron las páginas más gloriosas (desde el punto de vista criollo,
aunque hubo gloria para todos) de la guerra de la independencia. Allí está el
Puente de Boyacá, que recuerda <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la
victoria de los independentistas el 7 de agosto de 1819, en la conocida como
batalla de Boyacá, con la que se consiguió la independencia de Colombia. Muy
cerca está el pantano de Vargas, escenario de otra memorable batalla que se
conmemora con un monumento dedicado a los lanceros que propiciaron la victoria.
Pero en Boyacá hay parajes de enorme belleza, como el lago de Tota, con playas
de arena blanca a 3000 metros de altura. Y pueblos preciosos, como Raquira, con
sus tiendas de artesanía, Villa de Leyva y su arquitectura colonial que
recuerda a tantos pueblos de España, o Paipa, con sus aguas termales. Boyacá
también esconde una gastronomía importante (¡Ay, esas arepas boyacenses!) y,
dicen ellos, el mejor clima del mundo. Si los colombianos son amables,
acogedores y cálidos, los boyacenses no lo son menos, haciendo muy hospitalaria
la visita de los foráneos. Al igual que Eldoret, en Kenia, es la meca de los
corredores, Boyacá podría considerarse la meca de los ciclistas. Con bastante
orografía montañosa, y semejante altura, es el lugar ideal para entrenar en
bici.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_j0diATWJlIwYRG7mfAUxmL5ODbSzbrisNwsZ2rl0XQIiMfvkDbFoHxRfRyAEmDNipEN3WdZYtNotE4rqOmpNYNdycI-0Zg6VWA0Sk4o0L91uq_hyphenhyphenE4sJqrHaZcRrwuCbwMHZWU2BjA/s1600/64458870_10157340181907250_3833657563249901568_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="540" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_j0diATWJlIwYRG7mfAUxmL5ODbSzbrisNwsZ2rl0XQIiMfvkDbFoHxRfRyAEmDNipEN3WdZYtNotE4rqOmpNYNdycI-0Zg6VWA0Sk4o0L91uq_hyphenhyphenE4sJqrHaZcRrwuCbwMHZWU2BjA/s400/64458870_10157340181907250_3833657563249901568_n.jpg" width="225" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cerca de Raquira</td></tr>
</tbody></table>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
Tunja es una ciudad con cuestas, como San Francisco
(salvando las distancias). Es increíble que menos de 40 años después del
descubrimiento de América, se fundara allí una ciudad (el rango de ciudad se lo
concedió Carlos V casi inmediatamente) que en su día fuera capital de una de
las mayores regiones del Reino de España en América. En Tunja se mantienen
algunas de las casas coloniales más antiguas y mejor conservadas de toda
América.</div>
<div class="MsoNormal">
Pero vayamos al tema. Correr por Tunja no es fácil. Hay
muchas cuestas y poco oxígeno. Tuve la suerte de que mi anfitriona académica,
la profesora Sara Barroso, me hiciera de liebre durante unos kilómetros por una
zona de la ciudad plana, por la que poder correr sin echar tanto en falta el
oxígeno. Apenas uno trata de hacer algún esfuerzo, nota la falta de oxígeno.
Eran las siete de la mañana y la temperatura perfecta (18 ºC). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se nota, al respirar, que la bocanada de aire
no te sacia. Y eso te provoca más cansancio. Trotamos durante casi una hora por
la Avenida Universitaria por un recorrido prácticamente plano, hasta que
llegamos a “Green Hils”, donde el camino empezó a coger pendiente. Y hasta allí
llegamos, bastante exhaustos, cansados y sudando copiosamente pese a que el
ambiente es bastante seco, y nos dimos la vuelta. Correr en altura es toda una
experiencia y la pena es que no pudiera repetirla más días. Y fue un placer
correr con Sara por su tierra boyacense. Dejé Colombia con más glóbulos rojos que
me durarán un tiempo y algunos amigos más que lo serán para siempre.<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-37810271781913699152019-04-16T17:13:00.003+02:002019-04-18T11:49:57.141+02:00¿Cómo se puede conseguir un dorsal para una Major?<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt;">Aquí va mi pequeña “guía para correr una “Major”.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.6pt;">
<span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">Para conseguir un dorsal para una “Major” hay que concurrir
en cualquiera de las siguientes opciones:</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="background: white; line-height: 15.6pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">1 1) </span></span><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">Ser un “super V.I.P.”. ¡Pero un VIP muy
VIP!, no cualquier cosa. Por ejemplo ser Rey o Príncipe, Primer Ministro o Ministro,
multimillonario famoso, superestrella del cine o del pop, un super chef de fama
mundial,… Entonces, a través de los respectivos gabinetes o “assistants”, esta
gente consigue un dorsal. Como la mayoría de vosotros, los que estáis leyendo
esto, no concurrís en la circunstancia de ser “super VIP”, os recomiendo continuar
leyendo.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; line-height: 15.6pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">2 2) </span></span><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">Ser un atleta de élite. Le tienes que
decir a tu manager o representante que te lo gestione. Si eres de “super-elite”,
además, irás invitado y cobrando un fijo, e incluso te pueden contratar de
liebre. Si no eres un super VIP o un atleta de elite, pasa al siguiente número.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; line-height: 15.6pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<span style="color: #333333; text-indent: -18pt;"><span style="font-size: 13.3333px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">3 3) </span></span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Pagando a una agencia de viajes
especializada. En todos los países, existen agencias de viajes que ofrecen el
viaje y la estancia, incluyendo el dorsal, para correr todas las “Majors”. Eso
sí, sale por una pasta. A través de la agencia se paga “el paquete completo”:
dorsal, viaje, hotel, traslados,… Si es el sueño de tu vida y quieres
asegurarte correr, por ejemplo en Nueva York, aflojando varios miles de euros
puedes hacerlo. Es fácil encontrar las agencias, tanto en las web de las
maratones como por cualquier buscador.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; line-height: 15.6pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">4 4)<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">Tener suerte en el sorteo. Cinco de las seis “Majors”
tienen un sistema de sorteo (todas menos Boston). Pero es, nunca mejor dicho, una lotería.
Normalmente con una ratio no inferior de 10 solicitantes por cada dorsal. En
tiempos, el sorteo de Nueva York exigía el pago de una cuota y si perseverabas
cuatro años, tenías garantizado el dorsal. Eso ha desaparecido. En Londres hay
un sorteo restringido (mejor) para los habitantes del Reino Unido (se merecen
irse de la UE) y otro para “overseas” (resto del mundo) mucho más difícil. En
Berlin, te puedes apuntar a un sorteo individual o “por equipos”, por si tienes
la seguridad de ir con amigos. Antes Berlin y Chicago funcionaban en modo
“first arrive, first service”, vamos que el día que se abría la inscripción se
colapsaban los servidores. Después de serios problemas hace unos años,
decidieron ir al método del sorteo.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="background: white; line-height: 15.6pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">5 5)<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">Correr por una ONG (“run for charity”). </span><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">No vale cualquier ONG, solo las “oficiales” para cada
maratón. Si eres capaz de recaudar una cierta cantidad de dinero para la ONG
que elijas, tienes derecho a un dorsal. No suele ser una cantidad despreciable,
por lo que si quieres optar a esta modalidad, tendrás que esforzarte mucho,
hacer una gran campaña entre amigos y familiares, y esperar a que la gente se
rasque el bolsillo. Normalmente si se consigue llegar a la Maratón, las
personas que acceden de esta manera suelen correr con una camiseta corporativa
de la ONG. Algunas multinacionales consiguen mediante esta vía un buen número
de dorsales que luego distribuyen entre sus empleados (mayoritariamente altos
directivos), desconozco con qué criterio. Por ejemplo, Telefónica manda todos
los años a un tropel a correr Nueva York, todos con una camiseta que además del
logo corporativo lleva algún mensaje vinculado a una causa solidaria. Cuando
participé en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la Maratón de Nueva York,
como ya he contado, corrí algunos kilómetros con un directivo de Telefónica que
consiguió su dorsal por esta vía y al que además le pusieron una liebre de lujo
(un maratoniano de élite español).</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="background: white; line-height: 15.6pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">6 6)<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">Correr por garantizar una marca previa
en una maratón “homologada”. A esto se le llama en la maratón de Londres “good
for ages”. Entrando en un buscador con “qualifying times for ….” Se accede con
facilidad a las tablas de tiempos que se exigen, con tiempos exigidos distintos
por bloques de edad y por sexo (y que pueden cambiar de un año a otro). A día
de hoy, la más dura es la de Berlín (casi exigen tiempos “de elite”), seguido
por Londres, Nueva York, Boston y Chicago (es la última en abrir esta
posibilidad). La Maratón de Tokio no tiene, de momento, esta posibilidad (hay
una categoría que llaman de “semi-elite”, muy dura). Para Nueva York se puede
conseguir ir con marca de madia-maratón, menos exigente que la de Maratón. Es
un poco vergonzoso, y dice mucho de lo que es el Reino Unido, que para la
Maratón de Londres solo pueden cualificar por tiempos las personas “que viven”
(y puedan demostrarlo) en el Reino Unido. Dan ganas de mandarles… al brexit.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="background: white; line-height: 15.6pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.6pt;">
<span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">También hay oportunidades para corredores con alguna
discapacidad, que ven por otras vías…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.6pt;">
<span style="color: #333333; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt;">Espero haya sido de ayuda.<o:p></o:p></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-52072472324918878172019-04-06T18:16:00.000+02:002019-04-10T16:33:24.911+02:00El Marruecos mágico<br />
<div class="MsoNormal">
Dia 1<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfLYdJ3e6lN65mLuvtIwrD5d7G5dmWqL6I1I6AXESxUhcqL7lC2hi1k5tAgT8rqfae4XWz2cWQfB7nXlve1Sv3GMM3vLF2UcNkeEcLTN2NFNGF_UkaeN7u7jAKUnstt3Qn6xbfKcpolA/s1600/20190328_084439.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfLYdJ3e6lN65mLuvtIwrD5d7G5dmWqL6I1I6AXESxUhcqL7lC2hi1k5tAgT8rqfae4XWz2cWQfB7nXlve1Sv3GMM3vLF2UcNkeEcLTN2NFNGF_UkaeN7u7jAKUnstt3Qn6xbfKcpolA/s320/20190328_084439.jpg" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La Koutubia</td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl7UidzfbFA5VYaK5L-1kRqubmgW3f6rUu0JrgQSy_MEnvXJEqS_fTS3lUjWvYBHntwu1A9CkkLE80rB3QRiiHWLEP9oFVFOnnPwoGrPr7Irpv0xwj-VIctxjVjsvuP39W4ore3J5YyQ/s1600/20190328_054725.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl7UidzfbFA5VYaK5L-1kRqubmgW3f6rUu0JrgQSy_MEnvXJEqS_fTS3lUjWvYBHntwu1A9CkkLE80rB3QRiiHWLEP9oFVFOnnPwoGrPr7Irpv0xwj-VIctxjVjsvuP39W4ore3J5YyQ/s320/20190328_054725.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Entrada del laberinto</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Volver a Marrakech es volver a sentir, en mi caso, los aromas
y esencias de mi infancia, donde crecí entre el olor del batbout recién hecho y
el sabor de las especias morunas que condimentan prácticamente todo lo que se
cocina. Llegar de noche a Marrakech es sentir la agitación de una ciudad que
empieza a recogerse antes de que la oscuridad lo envuelva casi todo. Animales
con carga, pequeñas motos y otros vehículos van de aquí para allá, también entre
las callejuelas del bazar, para llegar a casa y prepararse para la siguiente jornada.
Nosotros (el grupo de amigos que emprendemos esta andadura) nos dirigimos por ese
laberinto a nuestro Riad, siguiendo de cerca a nuestras maletas, cargadas en un
trasportín. </div>
<div class="MsoNormal">
Al principio haces el esfuerzo de tratar de mantener referencias,
por si tuvieras que salir de allí por tus medios, pero después de varios giros
te das cuenta que solo los habitantes del bazar pueden moverse por allí con la
confianza que da no perderse. Yo ya iba pensando en cómo me las arreglaría la
mañana siguiente cuando saliera a correr antes del amanecer.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHD3YD8uSqoSvkugioa1Rq-iwpEgqkrkPcSVAFZZ5N8cLNiUdXCvcOhHpHBl3Za4N3zwR6dABXDKctM0TF-yEmapaucU8CzhTxWXQGnR5LlOOJfvXFcUYPbgweaN3ZqJHeZR3pkog9nA/s1600/20190328_191311.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHD3YD8uSqoSvkugioa1Rq-iwpEgqkrkPcSVAFZZ5N8cLNiUdXCvcOhHpHBl3Za4N3zwR6dABXDKctM0TF-yEmapaucU8CzhTxWXQGnR5LlOOJfvXFcUYPbgweaN3ZqJHeZR3pkog9nA/s400/20190328_191311.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7vqBtOIS_KpKVynGvmCGmS67QvDosxkcHHsj-U1RF4PIvzzAs0hivnOPKHVbnWBi4GNySb0nzH642XoGn6AtTarh_Tk1mY3FeJfiHmyNSI5nJIbbaK1yExVrntD2k9nev6JPvhVuLjw/s1600/20190329_082150.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7vqBtOIS_KpKVynGvmCGmS67QvDosxkcHHsj-U1RF4PIvzzAs0hivnOPKHVbnWBi4GNySb0nzH642XoGn6AtTarh_Tk1mY3FeJfiHmyNSI5nJIbbaK1yExVrntD2k9nev6JPvhVuLjw/s400/20190329_082150.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Kasbah de Ait Benhaddou</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Y pasadas unas horas, allí estábamos mi amigo Alfonso y yo con las zapatillas, dispuestos a visitar Marrakech corriendo. Desde que pones un pie en el laberinto, sientes la inquietud de que puedes perderte. De que vas a perderte. Después de cada giro, tratas de memorizar un mapa en tu cabeza que te permita volver a casa seguro. En unos minutos salimos de allí para concurrir a avenidas más amplias que nos llevaron a la plaza Djeema el Fna, que ya estaba desperezándose. Aún no había sacamuelas, ni encantadores de serpientes, pero toda una caterva de personajes pululaban por allí buscando su lugar en ese increíble ecosistema. Y desde allí, se alcanza a ver la magnífica Koutubia, hermana pequeña y más austera que la Giralda. A lo largo de nuestra carrera pudimos ver el reflejo del amanecer en una de las caras de la extraordinaria torre, con el duende especial que siempre tiene una alborada en un lugar tan exótico.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjXydwcQ4ZDXecHhqh2wRx0zpD7toHs7tg9Ty3LoVbNcsGX1NbbjIhWmSpojYePocibF-Ljlonj1SWswdD9nZVBkIRyl_kIl31F5rw2RmtcE99j7moJcxraPNVll2zdYfg6A6_lsOf1Q/s1600/20190329_170348.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1044" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjXydwcQ4ZDXecHhqh2wRx0zpD7toHs7tg9Ty3LoVbNcsGX1NbbjIhWmSpojYePocibF-Ljlonj1SWswdD9nZVBkIRyl_kIl31F5rw2RmtcE99j7moJcxraPNVll2zdYfg6A6_lsOf1Q/s320/20190329_170348.jpg" width="208" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gargantas del Todra</td></tr>
</tbody></table>
Después de unos kilómetros donde disfrutamos de la exclusividad de muchas calles, había que encontrar la entrada correcta del laberinto. Habíamos memorizado el trazado del riad hasta la salida del laberinto, pero errar en la entrada puede suponer estar perdido durante muchos minutos. De noche todos los gatos son pardos, y de noche habíamos salido de allí. Después de varios intentos, por fin encontramos la entrada, y felizmente llegamos al Riad, donde nos ganamos un generoso desayuno bereber.<br />
Dia 2<br />
Después de un bonito paseo por Marrakech, nos dirigimos en coche hacia el sur, hacia un lugar mágico: la Kasbah de Ait Benhaddou, lugar Patrimonio de la Humanidad. Pero antes hay que cruzar el Atlas pasando por diversos paisajes, de gran belleza. Llegamos prácticamente de noche, en penumbra. Íbamos a alojarnos en la misma Kasbah, para lo cual hay que cruzar el río Asif Ounila. Ver, detrás del río, las impresionantes torres de la Kasbah, en penumbra, levantadas en medio de la nada, sin apenas una luz artificial, y bajo un cielo totalmente raso y lleno de estrellas es, posiblemente, una de las imágenes que nunca olvidaré en mi vida. Acercarte de noche a ese castillo de arena (consolidada en forma adobe, pero al cabo arena), sobrecoge y te devuelve de pronto tu herencia genética que te hace desconfiar de la noche y buscar asilo entre paredes protectoras. En la Kasbah no hay luz eléctrica en los alojamientos de adobe, y la luz de las velas proyectándose en las pequeñas bóvedas de los habitáculos en los que íbamos a dormir, nos traslada de golpe a épocas donde a nadie le preocupaba dónde se puede cargar la batería de un teléfono móvil. Esa cena a la luz de las velas y esa visión desde la terraza del cielo estrellado será muy difícil de olvidar.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaJl2hl_Y99f6BgUxqtDlphyphenhyphen9kjgfZ53kEiqkypQOBozl8TAeEHwdpgbApMs_1KE_eWScEoZj0Cwblhm72EvDhbo4KYOy1ihNjEiaS6RHtpmZeMxKFp36SD4yS90ORCUjscq1XD8m02g/s1600/20190330_110809.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaJl2hl_Y99f6BgUxqtDlphyphenhyphen9kjgfZ53kEiqkypQOBozl8TAeEHwdpgbApMs_1KE_eWScEoZj0Cwblhm72EvDhbo4KYOy1ihNjEiaS6RHtpmZeMxKFp36SD4yS90ORCUjscq1XD8m02g/s320/20190330_110809.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lago Dayet Sri</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Había que salir a correr antes de que amaneciera. Y así lo hicimos Alfonso y yo. Cuidando nuestros tobillos mientras cruzábamos sobre guijarros las riberas del río, y el propio rio, para correr unos kilómetros por aquellos parajes. Volvimos con el amanecer cubriendo de luz la Kasbah, y la visión que habíamos tenido la noche anterior, la reemplazamos por otra donde ahora el oscuro espectro que recortaba el cielo se convirtió en fabuloso castillo rojo iluminado por un tímido sol que aparecía en el horizonte para descubrirnos esta maravilla hecha por el hombre.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1P83LgzSX_R9lyc4eR_MoO5rEF2bPL_-Srvm8WsVnWlI3N4wY799FLX4N-e7vAd4XpJzOpVRnAwVnGbqZwM4lN5UtXhHFx3iNyTddHBfixk0pj0BSqI-01YdfYvHPO71Fgzp5ZEyeyQ/s1600/20190330_150813.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1P83LgzSX_R9lyc4eR_MoO5rEF2bPL_-Srvm8WsVnWlI3N4wY799FLX4N-e7vAd4XpJzOpVRnAwVnGbqZwM4lN5UtXhHFx3iNyTddHBfixk0pj0BSqI-01YdfYvHPO71Fgzp5ZEyeyQ/s320/20190330_150813.jpg" width="320" /></a></div>
Ahora se comprende cómo tantos directores de cine durante tantos años, han elegido este entorno para rodar películas como Lawrence de Arabia, La Momia, Jesus de Nazareth, Gladiator, Juego de tronos y Alejandro Magno entre tantas otras.<br />
Con la nostalgia de dejar un lugar único, iniciamos viaje hacia el desierto, en Merzouga. Pero antes visitamos la Kasbah de Ouarzazate (donde un simpático bereber desdentado que se llama Idris nos hizo muy amena la visita, ilustrándonos además de una gran sabiduría popular: “la prisa mata y la pachorra remata”; grande Idris) y los estudios de cine donde se conservan muchos decorados de películas ya clásicas.<br />
El camino es largo, pero el cambiante paisaje permite llenar la mochila de sensaciones con numerosas escenas que nos nutren la imaginación y nos permiten reemplazar problemas por sueños. Y en ese camino nos encontramos de nuevo otro enclave espectacular: las gargantas del Todra y el palmeral de Tinehir. Kilómetros y kilómetros de palmeras, antes de llegar al gran cañon de Todra. Sencillamente espectacular. Un cañón que se visita desde el cauce del río, entre paredes de más de cien metros de altura y totalmente verticales. Nuestro viaje no deja de sorprendernos, en cada momento, con imágenes cada vez más impactantes y únicas.<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
Día 3<o:p></o:p></div>
Después de un buen paseo por las gargantas del Todra, nos dirigimos, ahora si, al desierto de Merzouga. En un tramo del camino, cerca y del destino final atravesamos un pueblo (¿Erfoud?¿Risani?) donde la tradición islámica parece haber tomado una gran fuerza y no se veía una mujer por la calle sin ir totalmente cubierta de una túnica negra que apenas permitía ver los ojos. Con la noche caída y después de atravesar una pista de varios kilómetros, llegamos al hotel-Riad Bahía, anclado al borde de las dunas. Allí, después de cenar, volvimos a disfrutar del espectáculo de un cielo estrellado, visto desde la dunas del desierto en medio de una oscuridad total, algo que los que vivimos en una gran ciudad no tenemos muchas oportunidades de experimentar.<br />
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSUlqPo2qNW_47VYQpl-8UORnI9Q5OboLy6lNAlQlv12ztNhzLFPBA2Kv3DH1ihRiAR6p804XIsTc4PZC-J1O1ju0zVlNGHTadXOFVeDBMmngtbVuHXocwo4cUdiu1PWXCX15DioG_Kw/s1600/IMG-20190330-WA0122.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSUlqPo2qNW_47VYQpl-8UORnI9Q5OboLy6lNAlQlv12ztNhzLFPBA2Kv3DH1ihRiAR6p804XIsTc4PZC-J1O1ju0zVlNGHTadXOFVeDBMmngtbVuHXocwo4cUdiu1PWXCX15DioG_Kw/s320/IMG-20190330-WA0122.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHZ1jc5I7Apo5KyA0iSkpEKewqCGEPfxwEJALBywb1djbeTZOCiYZPCNpsCLRItq-a9vdCLv3ez4VOL7mDqGEVygaf3zb7vkAFjm8d4nBCPv7Rcvl28y9RtX_UYn77IhNODwVSuj9a3g/s1600/IMG-20190330-WA0135.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHZ1jc5I7Apo5KyA0iSkpEKewqCGEPfxwEJALBywb1djbeTZOCiYZPCNpsCLRItq-a9vdCLv3ez4VOL7mDqGEVygaf3zb7vkAFjm8d4nBCPv7Rcvl28y9RtX_UYn77IhNODwVSuj9a3g/s320/IMG-20190330-WA0135.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A la mañana siguiente, era obligatorio correr por el desierto y ver amanecer. Para ello Alfonso y yo aprovechamos la pista de arena pisada que unía la carretera con el Riad, de varios kilómetros. En un ambiente más húmedo y fresco de lo que esperábamos, corrimos casi en medio de la nada, tan solo interrumpida por algún que otro proyecto de Riad y algún enclave que servía de corral de dromedarios. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2V5dURznMKe0uqyt1NowSTbo8FTK-tfJIypHRxkNaEAHQ-rrCCIE6c8J8b6y8l2Krxy6OyilCGBqyt9JIj7RtCYnt2Wh8u9ClEXkC4c2ewJxmSASjeIhuTXRCFlHuzkrjaGj9Mg1czw/s1600/20190331_173149.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2V5dURznMKe0uqyt1NowSTbo8FTK-tfJIypHRxkNaEAHQ-rrCCIE6c8J8b6y8l2Krxy6OyilCGBqyt9JIj7RtCYnt2Wh8u9ClEXkC4c2ewJxmSASjeIhuTXRCFlHuzkrjaGj9Mg1czw/s320/20190331_173149.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Macacos en el bosque de Cedros en Ifrane</td></tr>
</tbody></table>
Cuando salimos del Riad y nos adentramos por la pista que transcurre entre las dunas, pensábamos que era difícil perderse. Craso error. Un desvío de unos pocos grados en el trazado de vuelta, pueden llevarte a kilómetros de distancia. Gracias a que pudimos seguir nuestras propias huellas, a la vuelta, pudimos llegar sin problemas. Y otra vez nos regalamos con un amanecer único.<br />
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj38zpF_TPXWIFE01Vts0_B1aPMlTd03-mUdKdxqBDSKOD9_EUqCUCmdTedX6udejG_FC8gLa90f3RES9soXcc8f9xvaJCym-z5-46nlXPUkQwJXfxMrfyaYolCXPRVitrZ9_ti8xF7BQ/s1600/20190331_200907.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj38zpF_TPXWIFE01Vts0_B1aPMlTd03-mUdKdxqBDSKOD9_EUqCUCmdTedX6udejG_FC8gLa90f3RES9soXcc8f9xvaJCym-z5-46nlXPUkQwJXfxMrfyaYolCXPRVitrZ9_ti8xF7BQ/s320/20190331_200907.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mercado en Fez</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Pasamos el día en el entorno de Merzouga con una excursión en 4x4 que nos llevó a un oasis, donde en medio del desierto se cultivan todo tipo de hortalizas y también al Lago Dayet Sri, que proporciona otro bonito contraste con las dunas anaranjadas. En el lago tuvimos la ocasión de ver flamencos, los mismos que, posiblemente, pasen el verano en las Tablas de Daimiel. Comimos un fantástico pollo a la moruna en un pequeño poblado donde un grupo bereber nos “amenizó” con unos cánticos y danzas locales.<o:p></o:p></div>
<div>
Dia 4</div>
Al avanzar la tarde volvimos al Riad, donde en sus inmediaciones nos tenían preparado otro de los momentos inolvidables del viaje. En tan solo tres días, ya almacenábamos una inmensa cantidad de experiencias únicas, tantas que parecía imposible abordar algo nuevo que superara o igualara ese cúmulo de experiencias vividas. Pero allí estaban, a las 6 de la tarde, con un cielo totalmente despejado, un buen grupo de dromedarios junto sus camelleros, dispuestos a darnos un buen paseo por las dunas del desierto.<br />
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyS_S0n68yMbkFJzD8N_nnpXFm3IlIIniEWQN7kKudPYHE8EJef_CI5sQKtMCJa1DeGW118zyK5cSXBOxq8ODZfeaS6iJHQFeuM5Z6jvC7qmWx2OEjlp3T7_9V9qOhvtUjG7NV7MMuzg/s1600/20190401_084636.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyS_S0n68yMbkFJzD8N_nnpXFm3IlIIniEWQN7kKudPYHE8EJef_CI5sQKtMCJa1DeGW118zyK5cSXBOxq8ODZfeaS6iJHQFeuM5Z6jvC7qmWx2OEjlp3T7_9V9qOhvtUjG7NV7MMuzg/s320/20190401_084636.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Riad en Fez</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Superado el recelo que supone subir a un animal tan alto y de reacciones aparentemente tan inesperadas, allí nos encaramamos con el mejor de los espíritus, y dispuestos a adentrarnos en las dunas de Merzouga. Al principio aferrados a la montura, pero poco a poco, con la confianza que da la poca experiencia que vas desarrollando en el papel de jinete de dromedario, soltándonos y disfrutando del paseo entre esas inolvidables dunas de color naranja y de arena finísima. En un determinado momento, después de más de media hora de travesía, desmontamos para poner pie en arena, y desde allí subir a la parte más alta de las dunas que nos rodeaban. Fue una experiencia costosa, ya que escalar sobre arena fina más de 100 metros supone un considerable esfuerzo, pero llegar a cima nos dio, una vez más, un regalo a la vista difícil de olvidar. Ver el sol cayendo entre el infinito de arena, en contraste con un cielo limpio y raso. Otra imagen increíble para almacenar en el recuerdo.</div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUvC7haSUqqBEBJ1MoQJx_uCTeJG2RbK8Y0SLbHpOQkoirFgoZ6rC6WeCaRU8jwsToPFipb6cMMBQqvy3DCKp1igdK5plp9q4AGWAug612-V4u-iVFPKooiz2ddP4F54P_utNBnYEi6w/s1600/20190401_120446_001.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUvC7haSUqqBEBJ1MoQJx_uCTeJG2RbK8Y0SLbHpOQkoirFgoZ6rC6WeCaRU8jwsToPFipb6cMMBQqvy3DCKp1igdK5plp9q4AGWAug612-V4u-iVFPKooiz2ddP4F54P_utNBnYEi6w/s320/20190401_120446_001.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Madrasa</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Al día siguiente, cambiamos la carrera para ver el amanecer desde las dunas.</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Dejamos atrás el desierto, con cierta nostalgia por dejar atrás tanta belleza, pero el camino hacia nuestro último destino era largo. Al final del día debíamos llegar a la ciudad santa de Fez. Y otra vez en el camino, los paisajes, los contrastes. Otra vez cruzamos el Atlas, donde nos encontramos el bosque de Ifrane, bosque de Cedros y poblado de macacos que se acercan a la carretera para buscar comida. Otra vez nos sorprende Marruecos con un paisaje más propio del Tirol, especialmente al llegar a la ciudad, donde las casas parecen sacadas de una montaña centroeuropea y donde encontramos una estación de ski.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y aun nos queda conocer Fez.</div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Dia 5</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsBHLdnA1ZuEwBsst1BcIvN70u1Z_LvrvzHtPkeqHKc1vXN6ipRjTQU-aQxjz_0yABGUwKJMAAmGQa8o6fUjEdjFdHCCFZ4Lcs12ah7UAF3HPSQFF_V03P3jqvYMSyQwnFkrONNBEvWg/s1600/20190401_094849.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsBHLdnA1ZuEwBsst1BcIvN70u1Z_LvrvzHtPkeqHKc1vXN6ipRjTQU-aQxjz_0yABGUwKJMAAmGQa8o6fUjEdjFdHCCFZ4Lcs12ah7UAF3HPSQFF_V03P3jqvYMSyQwnFkrONNBEvWg/s320/20190401_094849.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fez, desde Les Merinides</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Llegamos a Fez, también, anocheciendo. Después de unos días
en los que nos hemos movido por un entorno más que rural, se hace algo raro
entrar en una gran ciudad. Callejeando hasta llegar cerca del Riad, se
vislumbra una ciudad especial. Nos dejan, igual que en Marrakech, en una calle
medianamente ancha por no poder acceder a la calle peatonal donde se encuentra
nuestro alojamiento. Por el camino, el bullicio de un mercado que me lleva otra
vez al mercado de Nador cuando yo era un niño: fritangas, animales vivos, ropa,
cacharros,… y una mezquita, y en medio del caos, desde una puerta que no deja
entrever nada, y al más puro estilo árabe, un Riad con un patio enorme precioso.
<o:p></o:p></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxmadDBN1E88Lej0uDkgvaCIQejqymdQWVMu2v9d-8fTC_PeRFJeJA-irwJBMj9he2TDaC8-GEvhmiwZnnHHHLBQxfTy6J7tWTGh0tg1LejjnD6K-pAIChKqRo1H5fo8Iq1OaaJDy3HA/s1600/20190401_092639.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxmadDBN1E88Lej0uDkgvaCIQejqymdQWVMu2v9d-8fTC_PeRFJeJA-irwJBMj9he2TDaC8-GEvhmiwZnnHHHLBQxfTy6J7tWTGh0tg1LejjnD6K-pAIChKqRo1H5fo8Iq1OaaJDy3HA/s320/20190401_092639.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Entrada palacio real</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
A la mañana siguiente, antes de sumergirnos en Fez, Alfonso y yo
recorrimos una parte de la ciudad corriendo. Y vimos, por quinta vez, amanecer
en Marruecos. Esta vez desde la Avenida Les Merinides, donde hay un mirador
desde el que disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad. Bordeando el
Palacio Real, cosas de Marruecos, una banda de perros asilvestrados, que
campaban en un pequeño parque, se me tiraron con ánimo de morderme. Todo acabó
en susto, y llegamos al Riad sanos y salvos.</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
En nuestro último día en Marruecos, visitamos parte de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fez, la ciudad santa. Los curtidores, la
medina (más grande de Marruecos), el barrio judío, una madrasa,… lo hicimos con
la sensación del que saborea la parte final de un dulce que se acaba... Fez,
fue el broche de oro de un viaje fantástico, donde todo fue perfecto y del que
será difícil olvidar tantos grandes momentos.</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-12126527947963351752019-03-09T17:51:00.000+01:002019-03-09T17:51:01.086+01:00Ser maratoniano...<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… es saber que por muy duro sea
el camino, vas a poder andarlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… es forjar tu carácter para
aprender a sufrir cuando la cabeza te recomienda abandonar. Y cuando el cuerpo
te dice que es imposible seguir.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… es <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>acostumbrarte a la disciplina como rutina de
vida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… es compartir el camino con
muchos que tienen tu misma meta, sin considerar que llegar al mismo sitio
significa competir contra ellos. Te enseña que la mejor manera de superarte es
competir contra ti, no contra los demás.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña que aunque puedas
correr solo, siempre es mejor correr acompañado. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña que siempre hay que
beber cuando se puede beber y comer cuando se puede comer.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña que hay que saber
usar tus recursos con precaución, porque si te dejas llevar por la euforia lo
puedes perder todo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña a desconfiar de los
caminos fáciles, porque sabes que el camino es largo y las condiciones del
camino siempre pueden cambiar. También te enseña que no hay caminos que no se
puedan superar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… de enseña que tanto te
esfuerzas tanto vales, que tanto inviertes tanto recibes. Te confirma que en la
vida nada sale gratis.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
…te permite experimentar la
satisfacción y felicidad de llegar a la meta, y esas sensaciones te afirman en
la necesidad de ponerte nuevas metas más difíciles. Y eso te ayuda a superarte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña que la vida puede
darte momentos buenos, de euforia, de felicidad, o malos, de depresión, de
desesperación,… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero que si sigues en el
camino esforzándote, corriendo, paso tras paso, no importa tu estado de ánimo,
llegarás, y al llegar serás feliz.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña a no hacer caso a los
que tratan de desanimarte para que no sigas, porque sabes que si sigues,
llegas. También te enseña a valorar a los que te animan a seguir.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña que la improvisación
no es amiga del éxito y que programar bien es la mejor clave para llegar bien.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña a ser humilde, porque
siempre hay gente más rápida que tu, mejor que tu. Te enseña a ser orgulloso
por ser capaz de vencer la adversidad de un reto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te ayuda a aprender a fracasar,
porque sabes que lo que has aprendido del fracaso te ayudará a superar el
siguiente reto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… te enseña lo que es el
compromiso, con un proyecto, con un reto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… es creer en la cultura del
esfuerzo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
… es un estilo de vida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
La vida es como una maratón, por
tanto, ¿qué mejor manera de aprender a vivir que siendo maratoniano?<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-6169456932797987402019-02-22T20:33:00.000+01:002019-02-23T23:44:12.889+01:00Maratón de Sevilla 2019. Una pequeña crónica de un gran sufrimiento.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq87YMsg4V5oYhDGL3xFr6z1CWVNgwrDPjD3vZWIJYAGjDPoT82lAdhRjeHCtuwwSua-n867Ed3bXxz1zUTVp4OWaDo1Md151RNTANKL8zGBl0xDwBqXoXw9o5mwQnbVZHil8R5nbRcw/s1600/WhatsApp+Image+2019-02-17+at+20.32.30.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq87YMsg4V5oYhDGL3xFr6z1CWVNgwrDPjD3vZWIJYAGjDPoT82lAdhRjeHCtuwwSua-n867Ed3bXxz1zUTVp4OWaDo1Md151RNTANKL8zGBl0xDwBqXoXw9o5mwQnbVZHil8R5nbRcw/s320/WhatsApp+Image+2019-02-17+at+20.32.30.jpeg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alfonso y yo con el gran Martín Fiz en la Feria del Corredor</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal">
La maratón nunca engaña. Es una compañera fiel que siempre
te da algo y que nunca te defrauda. Hay muchas cosas inmutables en una maratón.
Los que corremos maratones (todavía después de muchos años no me atrevo a auto-llamarme
“maratoniano” por respeto a muchos que sí lo son) sabemos, y nos suena a
tópico, que tanto entrenas, tanto te da la maratón. También sabemos que en una
maratón siempre se sufre. Quien no sufre, es que no ha corrido la maratón; a
lo mejor “se ha desplazado corriendo” durante 42,195 km, pero no ha corrido la
maratón. La cuestión es cuanto se sufre. Si has entrenado suficiente, y además
corres al ritmo que debes correr, y te has alimentado correctamente, has
descansado suficiente, te has hidratado bien, las condiciones ambientales son
propicias, y además tienes un buen día, entonces, y solo entonces, sufres poco.
Vamos que empiezas a sufrir cuando te quedan pocos kilómetros. Si, como fue mi
caso el pasado domingo en Sevilla, no has entrenado suficiente; si sales a un
ritmo un poco por encima de lo que mereces; si tienes alguna urgencia
imprevista (en mi caso sobrevenida en el km 17 de carrera y solventada gracias
a un gran seto que separaba el curso de la carrera del Guadalquivir, que me permitió
no sin cierto desasosiego dejar un gran recuerdo en Sevilla); si
además hay un buen porcentaje de humedad en el aire haciendo que la eficiencia
al respirar disminuya, entonces puedes sufrir mucho y durante muchos
kilómetros. Y como la maratón es fiel a sus principios, quien la hace, la paga,
y yo sufrí mucho y durante muchos kilómetros.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAEMF2AtMrn4RIiwHZwT_xsfQBI6dNqXiSVwvPDlXgHjuYC75YVdmXUKltmVgu-ebvWGArATxukS8FzqzR29EFufc61IhIYFNAjngf8Hn3i0VxC26sjWkCNWcac4VMrwz-FcshDdgnOw/s1600/WhatsApp+Image+2019-02-17+at+20.30.11.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAEMF2AtMrn4RIiwHZwT_xsfQBI6dNqXiSVwvPDlXgHjuYC75YVdmXUKltmVgu-ebvWGArATxukS8FzqzR29EFufc61IhIYFNAjngf8Hn3i0VxC26sjWkCNWcac4VMrwz-FcshDdgnOw/s320/WhatsApp+Image+2019-02-17+at+20.30.11.jpeg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Felices después de dejar de sufrir...</td></tr>
</tbody></table>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
Al menos hay que agradecer al nuevo trazado (que estrenamos)
de la Maratón de Sevilla, que además de llano, es bastante más bonito que el
antiguo. En este nuevo trazado, se corren algunos kilómetros por la isla de la
Cartuja (donde parece –plagio un comentario de mi amigo Alfonso- que ha caído
una bomba de neutrones), algunos kilómetros fuera del Sevilla monumental, pero
se pasa por todos los sitios emblemáticos de la ciudad, incluyendo la torre del
Oro, la Maestranza, la Plaza de España, la Catedral, la Macarena y, cómo no, el
estadio Benito Villamarín, viva er Beti manque pierda. Y muchos sevillanos
animando, lo cual se agradece. Y la Maratón es Maratón, vamos que solo corremos
personas que afrontamos el reto de los 42,195 km, no la pantomima de Madrid y
otros sitios, donde algo tan serio se convierte en una feria de imagen con
gente tan contenta que corretea 10 kilómetros o<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>media maratón (lo que es una falta total de respeto por la Maratón).
Sevilla se ha ganado a pulso la categoría ORO de la IAAF. Hay una buena feria,
una buena organización, buenos avituallamientos, buen recorrido,… y voluntarios
amables que te sonríen cuando te colocan la medalla de “finisher”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¡Pero cómo sufrí!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
(PS: Mi amigo Alfonso, con el que corrí los primeros 17 km,
también sufrió mucho; y por el tiempo que hizo mi también amigo Emilio, también
debió sufrir lo suyo; la humedad no debe ser buena para los que vivimos en
secano…)<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-44865951052359525682018-11-06T20:12:00.000+01:002019-02-23T23:44:31.145+01:00Bilbao “night Marathon”: para no repetir…<br />
<div class="MsoNormal">
El sábado 20 de Octubre de 2018, estaba en la línea de
salida de la Bilbao "nigth Marathon". Con mucha ilusión, porque después de
algunos avatares, había conseguido enlazar unas buenas semanas de entrenamiento
(nunca suficientes) que me daban cierto optimismo. Optimismo reforzado por un
fin de semana en Bilbao prodigioso: la ciudad no puede estar más bonita, más
radiante. Y en los cajones de salida disfrutamos la espera (mi amigo Alfonso y
yo) con un bonito show de un grupo de rock, fuegos artificiales, buena
animación. Hasta ese momento, casi todo había ido bien, incluyendo una más que
digna feria del corredor. <o:p></o:p></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAPvswBw_cqpiWW72AAFYsQGjRR4WFHwz9DemlXIAhWwB7ownCSVU4_qLTQ70j37HsZUGetTlwlE_eCln7mq052dEsYY_UKi4G-DU6O1iFKY4XhpnlC-qFr3rtMcp3xCMRCBT90kmIGQ/s1600/63c0f6a6-3afe-4f7a-8abd-c0964d8abf3b.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAPvswBw_cqpiWW72AAFYsQGjRR4WFHwz9DemlXIAhWwB7ownCSVU4_qLTQ70j37HsZUGetTlwlE_eCln7mq052dEsYY_UKi4G-DU6O1iFKY4XhpnlC-qFr3rtMcp3xCMRCBT90kmIGQ/s320/63c0f6a6-3afe-4f7a-8abd-c0964d8abf3b.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"Multitudinaria" llegada de la maratón</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero desde que empezó la carrera, todo fue a peor. Los
supuestos cajones de salida, no garantizaron una mínima fluidez en el recorrido.
Durante muchos kilómetros, muchos más que en ninguna cerrera de estas
características que haya corrido, no se podía correr a ritmo, cuando no había
casi que pararse.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Obviamente los cajones
no estaban bien configurados, porque muchos minutos después de salir uno se
encontraba con corredores que iban a ritmo mucho más lento del que se les
debiera suponer por la posición en la que corrían. Esto se agravaba con súbitos
estrechamientos en la calzada, o en zonas de calzada con coches aparcados a ambos
lados que apenas dejaban espacio para correr. Imposible coger el ritmo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Está claro que muchos organizadores de carreras “de maratón”
buscan una foto de salida multitudinaria, para lo cual mezclan miles de
pseudo-corredores de 10k y media maratón, con maratonianos de verdad. No había
más que ver las caras que te rodeaban en el cajón de salida. Junto a las caras
de preocupación de los maratonianos, la cara de fiesta de los que iban a
corretear con alegría por Bilbao. La foto es muy bonita, pero lo que implica es
una falta de respeto total a los que debieran ser los protagonistas de algo que
se llama “maratón de Bilbao”: los maratonianos. Desgraciadamente no solo pasa
en Bilbao (también es sangrante, por ejemplo, en Madrid). Esto de arreglaba con
salidas diferenciadas para el 10k-21k y maratón, pero entonces primaría el
respeto a la maratón, frente a la publicidad de los organizadores.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Al desastre del mal diseño del recorrido, que impide correr
apropiadamente, prácticamente no existen puntos de control (incluyendo la
salida, lo que hace que no exista registro del tiempo neto). En todo el
recorrido, apenas 4 (o cinco?) lugares de control, por lo que, además de no poder
tener una buena estadística de ritmos al final de la carrera, hacía imposible
el seguimiento de atletas a través de la app del maratón. Los que corrimos
maratón, no tuvimos control oficial en el 10 k, ni en la media maratón.
Impresionante chapuza. Un “tracking” sin puntos de referencia, no sirve para
nada. Otro suspenso.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Pero aquí no acaba la cosa. EL final del 10k y de la media
maratón, coincidió “físicamente” con el trazado de maratón. Imaginen un
corredor de 10 k esprintando en sus últimos 300 metros junto a un maratoniano
que corre la primera cuarta parte de carrera. Vamos, un peligro para la
integridad de muchos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El recorrido, junto a partes bonitas de la ciudad, tenía kms
y kms de recorrido que los maratonianos llamamos “pestoso”, incluyendo
solitarios barrios. Si además tenemos en cuenta que por algunos sitios se
pasaba ¡hasta ocho veces!, uno puede imaginar la soledad que se experimentaba
en esa supuesta segunda vuelta de los maratonianos. Segunda vuelta totalmente
desmotivadora. Los que acabamos la maratón fuimos menos de 600 (recordemos la
foto de la salida con miles de enfervorecidos “atletitas”). Una segunda vuelta
donde casi siempre se corría solo, sin público, en alguna zona oscura y por
alguna zona aguantando los ánimos en tono de mofa de algunos borrachos que
estaban poteando en la zona vieja. La llegada, bastante desoladora.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y después de llegar un peregrinaje de más de 20 minutos
hasta la zona de ropero, sin ninguna indicación. Vamos, genial.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lo siento, pero no. La experiencia, no se la recomiendo a
nadie. Y eso que en el terreno personal, fue una buena maratón, en la que hice
un tiempo digno y acorde con lo que había entrenado, pese a la asfixiante
humedad. Una pena que, una vez más, se utilice el reclamo de la palabra
“maratón” para ganar dinero sin el más mínimo respeto por los maratonianos.<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-84557920565777108782018-10-28T16:34:00.000+01:002019-02-23T23:44:55.464+01:00La "23más4", una carrera popular única, irrepetible e inolvidable.<br />
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBqWZUCXwaleWALPUimQfOc9NqX3WxCDkmF_V3Crd59QT_KBd4NE0TZqewMCTfEaeEed-aVoe_jrGnWy6Lle5_ZIz0iTFSgEWo6NavItBuQph34HuPydRNsiGDmCfmt3BwXCsVtLe6aw/s1600/20181028_152608.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBqWZUCXwaleWALPUimQfOc9NqX3WxCDkmF_V3Crd59QT_KBd4NE0TZqewMCTfEaeEed-aVoe_jrGnWy6Lle5_ZIz0iTFSgEWo6NavItBuQph34HuPydRNsiGDmCfmt3BwXCsVtLe6aw/s320/20181028_152608.jpg" width="320" /></a></div>
Hoy he corrido la carrera “23mas4”, una carrera única e
irrepetible que se ha celebrado hoy, en Cáceres, a las 10 de la mañana. Una
carrera de 5 km, sin control de tiempos, que hemos recorrido a ritmo social y
un grupo de 20 amigos. No ha habido épica, ni esfuerzo extremo, ni records,…
solo un grupo de amigos en un entorno maravilloso, como lo es la ciudad de
Cáceres. Pese a estos números tan poco espectaculares ha sido una cerrera única
e irrepetible, y además será inolvidable.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
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Esta carrera empezó a organizarse hace muchos años. Mucho
antes de que incluso los organizadores, y mucho menos los protagonistas, lo
supieran. Hace muchos años, allá por el año 2006, Carlos, uno de los
protagonistas, empezó a correr. Discretamente, como muchas cosas que hace
Carlos. Un día me lo encontré en el parque de Butarque y le convencí para que
se uniera al grupo de entrenamiento de la universidad (Carlos Corre). Había
conocido a Carlos unos meses antes gracias a una aventura personal/profesional muy
intensa en la que él participó de forma activa. Si aquella aventura no hubiera
tenido lugar, a lo mejor nuestros caminos nunca se hubieran cruzado, y quizás,
una de las mejores cosas que me dejaron aquella fallida aventura, fue conocer a
Carlos. Le conocí como gran profesional, faceta que luego seguí en el tiempo
hasta hoy mismo. Carlos es muy grande, en el sentido físico, ya que mide más de
dos metros, pero también en el sentido personal: todo lo grande que tiene como
ser vivo, lo tiene como ser humano. Conozco pocas personas tan generosas con
los que le rodean y tan humildes en relación con sus virtudes. En todo el
tiempo que pasamos corriendo juntos, nunca me habló de novia alguna, lo cual atribuí,
en partes iguales, a su enorme y generosa entrega a su trabajo como a su más
que evidente timidez.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA9W1-Pjz-Jqhs4OjKl4QMzRrmy4nqduwWzCpiYL5muXA7Lgy_g9QaM1k1yg5Ih_8S5xn6uXpk6ORyeYTv6qMEezhLi3hXyT3LATvje3J8gRNLmOppEWa7OIydAzF1lT9RDAeGjUzObg/s1600/20181028_003858.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA9W1-Pjz-Jqhs4OjKl4QMzRrmy4nqduwWzCpiYL5muXA7Lgy_g9QaM1k1yg5Ih_8S5xn6uXpk6ORyeYTv6qMEezhLi3hXyT3LATvje3J8gRNLmOppEWa7OIydAzF1lT9RDAeGjUzObg/s320/20181028_003858.jpg" width="320" /></a></div>
<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
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Un buen día, en Carlos Corre, apareció Laura. Laura era una
estudiante de la Universidad, “del otro Campus”. Laura era un encanto. No es
que fuera guapa, que lo es; es que nos iluminaba a todos con su gran sonrisa y
actitud positiva frente a la vida. ¿Por qué Laura, cruzó la carretera de Toledo
para venir a correr con nosotros? Creo recordar que dijo “que los de Getafe
eran muy aburridos”, aunque ahora, pasados los años, eso es lo menos importante.
Yo creo que desde el primer momento Carlos y Laura se fijaron el uno en el
otro. ¡Era difícil no fijarse!: Carlos es un gigantón y Laura irradiaba luminosidad.
Pero tuvo que pasar tiempo para que aquello acabara en historia feliz. Los dos
son tímidos, y ni Carlos ni Laura, se atrevían a dar el paso… pero al final,
pasó lo que tuvo que pasar. Que estaban hechos el uno para la otra y la otra
para el uno. Un día 23 Carlos se declaró, otro día 23 se comprometieron, y
ayer, 27 de octubre, se casaron en Cáceres.<o:p></o:p></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5jgYu0lnyZTwHqcVLz-Q9UHDWB4tUjEyiEv8Wlbw49aWZRr9W1Yr4B3vTxp3X03U3sPog8Dw3h1qh9AV1xO2JUxtYPL64o2kCm6qT9PCU6j3ApaPYSAxZbgpNEpPaeGAgZsrdGP0xA/s1600/IMG-20181028-WA0010.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5jgYu0lnyZTwHqcVLz-Q9UHDWB4tUjEyiEv8Wlbw49aWZRr9W1Yr4B3vTxp3X03U3sPog8Dw3h1qh9AV1xO2JUxtYPL64o2kCm6qT9PCU6j3ApaPYSAxZbgpNEpPaeGAgZsrdGP0xA/s320/IMG-20181028-WA0010.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y tuve el privilegio de estar presente en la Boda de Laura y
Carlos, con un buen número de amigos con los que hemos corrido juntos muchos
kilómetros: Jose, Grego, Antonio, Carolina, Araceli, Rubi,… Al final del
banquete de bodas, Laura y Carlos nos repartieron los dorsales para una carrera
muy especial, la “23más4”, una carrera de una única edición. Laura y Carlos,
han querido empezar la maratón del resto de su vida, con una carrera popular
con sus amigos. ¿A qué es original? ¿A que es romántico? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La luz en los ojos y la emoción con la que se
leyeron los votos ayer, la tenían esta mañana cuando, con mucho frío, nos hemos
puesto a correr por Cáceres. Se conocieron corriendo y han querido empezar esta
etapa de su vida corriendo. Correr la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“23más4”
ha sido un privilegio, algo único e irrepetible, algo que quedará en mi memoria
para siempre. He corrido muchas carreras “famosas”, pero de ninguna podré
presumir como de esta “yo estuve allí”. Gracias, Laura, gracias Carlos, por
darme esta oportunidad. <o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-34065452046228469082018-05-03T20:26:00.000+02:002018-05-03T20:26:07.285+02:00Mühlhausen, Turingia, Alemania<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu7ZW-65wZtmgymbuqDv6_GhmaudTnne5o4bzJNt9j4hixDW16qsGjvtRCms02kYKiVtHTvxtBzGOYv3B4xECOY-nKuVlsmaZjNN7-qYYveTU9hfit8vBSQKtqPoFvoHdHBMQqG5XjWQ/s1600/20180428_193541.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu7ZW-65wZtmgymbuqDv6_GhmaudTnne5o4bzJNt9j4hixDW16qsGjvtRCms02kYKiVtHTvxtBzGOYv3B4xECOY-nKuVlsmaZjNN7-qYYveTU9hfit8vBSQKtqPoFvoHdHBMQqG5XjWQ/s320/20180428_193541.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Camino de la Muralla</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal">
Nunca hubiera pensado que iba a conocer esta pequeña ciudad
situada, casi, en el centro geográfico de Alemania, y un poco mal comunicada.
Pero ahora es la ciudad donde vive mi hijo Mario con su pareja Julianne y se ha
convertido, automáticamente, en “otro” centro de mi universo. Es ciudad casi frontera
entre las antiguas dos alemanias (del lado de la antigua RDA) y ahora se ha
quedado a unos pocos kilómetros del km 0 de la nueva Alemania.</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiekQXLFF0dY_yHK44QVhEx7AO0G5NCMz3HgdcCd8o6LBPhTnsN8EUqpC33uv1MGRSwD1UfHRY8DVGGKrL13hIN4O1ogZP6mt2YWDcgEccrCIYtCw43leLZ0ciEHhYS6xGg_OFlHaQaRg/s1600/20180429_113620.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiekQXLFF0dY_yHK44QVhEx7AO0G5NCMz3HgdcCd8o6LBPhTnsN8EUqpC33uv1MGRSwD1UfHRY8DVGGKrL13hIN4O1ogZP6mt2YWDcgEccrCIYtCw43leLZ0ciEHhYS6xGg_OFlHaQaRg/s320/20180429_113620.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lago Schwanenteich</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<o:p></o:p><br />
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<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3uJ8fE4FOu2ykig26WJret4s15Wy6Rk0DnO95f8rG7M1A0Ulp5mhSv5Hw1odx5wHX10i0e8a1nrn6J_KX9ZqKG4YT_VoTDlWnDhYYSd1IDwaytSltjRJjz1ZfWD_8Hgia93WZA1xqRw/s1600/20180501_094527.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3uJ8fE4FOu2ykig26WJret4s15Wy6Rk0DnO95f8rG7M1A0Ulp5mhSv5Hw1odx5wHX10i0e8a1nrn6J_KX9ZqKG4YT_VoTDlWnDhYYSd1IDwaytSltjRJjz1ZfWD_8Hgia93WZA1xqRw/s320/20180501_094527.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Km 0</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Mühlhausen es una ciudad preciosa, plagada de iglesias
(algunas muy antiguas, parte góticas, parte renacentistas), de casas típicas
alemanas (esas que tienen las fachadas con vigas de madera pintada de negro en
diagonal) y con una muralla medieval (del siglo X) que prácticamente circunda
la ciudad. Muralla bastante bien conservada y que da idea de la importancia que
pudo tener esta ciudad en el pasado. Da gusto pasear por esta ciudad tranquila,
por su limpio y bien cuidado centro, dentro de las murallas, o circundándolas
tanto por fuera como por dentro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mühlhausen es conocida porque en una de sus iglesias fue
organista Juan Sebastian Bach, pero también porque allí nació Thomas Müntzer,
un predicador reformista, coetáneo de Lutero, inicialmente su seguidor, pero
que acabó peleado con él por disputas políticas y teológicas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUOHZqS3pa9FrwVvkt64m69ieChKbguZMd_IcYZjfrqWL2IYlmMDmMaZLtnFKPBMTuhESwW90pFxjEmaxxnkzAH_KxykqorkSRpv-yemwoqiOQ6Xe3xr416Yb4eBg_lAps2tcZQW0Jpg/s1600/IMG-20180501-WA0024.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUOHZqS3pa9FrwVvkt64m69ieChKbguZMd_IcYZjfrqWL2IYlmMDmMaZLtnFKPBMTuhESwW90pFxjEmaxxnkzAH_KxykqorkSRpv-yemwoqiOQ6Xe3xr416Yb4eBg_lAps2tcZQW0Jpg/s320/IMG-20180501-WA0024.jpg" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Charlando con JSB</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Como siempre que viajo, lo hago con mis zapatillas. ¿Y por
donde se puede correr en una ciudad amurallada?: rodeando la muralla. Es un
recorrido bien bonito, bastante plano (la puerta principal de la ciudad a
través de la muralla está en alto, por lo que siempre habrá un tramo cuesta
arriba y otro cuesta abajo, independientemente del sentido que se elija). Son poco
más de tres kilómetros, pero no se hace aburrido dar más de una vuelta que
además se puede combinar con alguna diagonal por la calle principal. También se
puede correr por un lago precioso que está a un par de kilómetros del centro (el
lago Schwanenteich). Combinando las murallas con el lago se puede sacar un buen
recorrido. Pero esto queda para otra visita, porque me da la sensación de que
volveré muchas veces a Mühlhausen.<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-15421004681604981162018-05-03T20:21:00.000+02:002018-05-03T20:21:45.051+02:00Maratón de Madrid 2018: ¡por fín empieza a parecer una maratón internacional!<br />
<div class="MsoNormal">
Después de muchos años perpetrando chapuza tras chapuza. Recordemos,
por ejemplo, aquel año donde los corredores subíamos al camión ropero a buscar
nuestra mochila, el mismo por cierto que ofreció la lamentable imagen de
cientos de corredores desesperados por el tumulto a la hora de dejar la ropa, o
ese ropero situado a kilómetros de la salida, o ese año donde se permitió
entrar en meta a tantos sinvergüenzas con falso dorsal, que las medallas no
llegaron a muchos que se la merecían, o, ya termino con los recuerdos cutres,
esos corrales sin control, donde todo el mundo se colocaba casi en la línea de
salida.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hay que reconocer que este año, muchas cosas han cambiado,
para bien, y esto empieza a parecer una maratón internacional. Dos de los
cambios, posiblemente han sido derivados de una decisión ajena a la
organización, ya que la salida de la meta del parque del Retiro ha tenido como
consecuencia dos importantes mejoras: el ropero en las inmediaciones de la
salida y la meta y, el recorrido. Que el ropero estuviera situado a kilómetros
(3 ó 4) de la salida producía muchas situaciones kafkianas y cuando menos,
molestia para todos. Muchos han corrido la maratón con la ropa a la espalda por
esta chapuza. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y la gran mejora, en mi opinión, es el nuevo recorrido. Se
cambian varios kilómetros en cuesta, al final de la carrera, por varios
kilómetros más o menos llanos, dentro de la Casa de Campo. Es verdad que ahora
el recorrido por dentro de la Casa de Campo se hace un poco largo, pero están
bien pagados cuando uno se aproxima a Atocha y sabe que está llegando a la
meta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por algún motivo, imagino que la madurez de los ciudadanos
madrileños para este tipo de grandes eventos que tanto benefician a una ciudad,
ha habido mucha más gente animando por las calles y ningún incidente por
automovilistas que pierden los nervios. Esto es de las cosas que hacen grande
una maratón, y quizás el hecho de que ha aumentado el número de personas de
fuera de Madrid que la corre, ha arrastrado a más gente a los lados de la
carrera para animar a los que la corríamos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Otra cosa que ha cambiado para bien son los voluntarios. Da
la impresión de que este año estaban algo aleccionados. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En meta, te encuentras voluntarios amables,
con una sonrisa, que te colocan la medalla y te dan la enhorabuena. Ha habido
ediciones donde los voluntario casi te tiraban la medalla, eso cuando no se
acababan por falta de control. Recuerdo un año que un voluntario dl dio una
medalla al nene que entraba en meta con su papá, medalla que alguien no
recibió, seguramente al final de la carrera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
La feria, ya en IFEMA, espectacular, al nivel de las grandes
maratones. Todavía en el recuerdo las colas que se organizaban en el antiguo
pabellón de la Casa de campo, donde veías a extranjeros con la maleta,
esperando en cola alrededor del pabellón. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y el control en los corrales. Ya era hora. Si pones corrales
es para que haya control. Aun así, todavía nos falta un hervor a los españoles.
A tenor de que fui adelantando gente a ritmos muchos más lentos que el mío, y
que esto ocurrió hasta más allá del kilómetro 20, eso significa que miles de
personas estaban en el corral que no debían. Se deben pensar que por ponerse en
un corral más adelantado van a correr más rápido. Lo que demuestran es falta de
civismo y paletismo extremo. Esto no pasa en ningún país civilizado. Gente que
va a acabar en más de 4 horas que se sitúa en el corral de 3… impresentable (¿y
para qué?)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En fin, que parece que vamos aprendiendo. Es de justicia
reconocerlo. Me sigue pareciendo deplorable que las salidas de la media y de la
maratón sean a la vez, pero eso parece que es irrenunciable por la
organización, porque lo único que realmente les importa, parece, es poder hacer
esa foto de la Castellana llena de corredores, y eso se consigue gracias a que
estamos todos juntos. Para los que corremos maratón, que debiéramos ser los auténticos
protagonistas, correr con gente que va a hacer la media, supone varios
inconvenientes, que todo el corre conoce y que no voy ahora a contar. Hay
muchas ocasiones de hacer medias maratones, pero solo una (en Madrid) de correr
maratón. Correr maratón no es lo mismo que correr media, y toda la liturgia que
rodea a la maratón nada tiene que ver con la media. Una foto, parece que es más
importante que molestar a los que debieran ser el centro de la atención y del
cuidado. ¿Por qué no salen media hora después? A lo mejor algún día lo
entienden.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero que no se relajen. Quedan cosas por mejorar. Algún
despiste de los voluntarios al final de la carrera, donde además faltaban
algunos cubos para poner desperdicios y aquello parecía un basurero. La ya
mencionada salida conjunta de madia y maratón… En la feria, faltaba alguna
información impresa en la bolsa sobre los últimos detalles. Otros años había
una pequeña revista (¡no se puede dejar toda la información solo en internet!) y
se echa de menos a los paracas en la salida. Uno es un sentimental.<o:p></o:p></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-45899092158553067772017-02-28T20:50:00.000+01:002017-02-28T20:50:06.713+01:00Destino Tokio (y 3)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHlmTlMzL0Gb9uGH0IESdgdtCdmVYW5YYcCQD5UNhPkaXRDQIYi9rG0q4fgW8c9vLbuURMtHOkUxXRj51GLtbObunuGk3MwBq3Xv2fz-B8gIyquPM2AXneJ5g4ZRWLqMVbETxtev4ZIQ/s1600/20170225_092037.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHlmTlMzL0Gb9uGH0IESdgdtCdmVYW5YYcCQD5UNhPkaXRDQIYi9rG0q4fgW8c9vLbuURMtHOkUxXRj51GLtbObunuGk3MwBq3Xv2fz-B8gIyquPM2AXneJ5g4ZRWLqMVbETxtev4ZIQ/s320/20170225_092037.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
Otras maratones serán más bonitas (puede), más rápidas
(puede), más numerosas (puede), o incluso más espectaculares (puede), pero lo
que es seguro es que no están mejor organizadas que la Maratón de Tokio. Sobre
todo si tenemos en cuenta que corren del orden de 36000 maratonianos y unos 500
un diez mil (los de 10k es apenas simbólico (*). </div>
<div class="MsoNormal">
Desde que te inscribes meses
antes, pasando por la mastodóntica feria del corredor y hasta que sales de la
zona de llegada, es un ejemplo de buena organización. Nada falla, y muy pocas
cosas se pueden reprochar, y estas, siempre, se solventan por un voluntario con
una sonrisa. Porque una de las cosas mejores de la maratón de Tokio, son sus
miles de voluntarios. Voluntarios a la salida del metro para indicarte qué
camino has de seguir (tanto para llegar a la Feria, como para llegar a tu
puerta de salida), voluntarios en la feria del corredor que te guían y ayudan,
voluntarios durante toda la carrera (¡casi un voluntario cada 100 metros en
todo el recorrido!), voluntarios que te dan cariño cuando llegas, voluntarios
educados en su trabajo y entrenados para satisfacer cualquier necesidad que
pueda surgir por parte de un corredor (*). Ni un mal gesto, siempre una
sonrisa, buena voluntad, respeto al corredor. Llegué a la Feria el día anterior
a la carrera y 20 minutos antes de la hora de apertura. Éramos ya miles de
corredores haciendo cola mediante el típico sistema de pasillos hechos con
cintas. Pudimos ver, desde la cola, la febril actividad de los voluntarios
preparándolo todo para poder entregar los dorsales. En un momento dado, pararon
toda esa actividad, para, al grito de uno de la organización, saludarnos al
estilo japonés y dedicarnos una cerrada salva de aplausos. Si, se dirigieron a
la cola y, nos aplaudieron. Realmente emocionante…, y antes de empezar a
correr.<o:p></o:p></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8yjCVJwkHF9Nt1-nedR7ahlFqBiGIpNlI8rssfE4ejoCeIa6SEHKI-tf8ZV1e6WivnHUZToByuxbhm2HKGjfSuE6oAf-v9hp5SZTzbM_qBYvEzhuNvCnSitXXW_GCTwMG-k3yVZvH9w/s1600/20170225_101032.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8yjCVJwkHF9Nt1-nedR7ahlFqBiGIpNlI8rssfE4ejoCeIa6SEHKI-tf8ZV1e6WivnHUZToByuxbhm2HKGjfSuE6oAf-v9hp5SZTzbM_qBYvEzhuNvCnSitXXW_GCTwMG-k3yVZvH9w/s320/20170225_101032.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Centro de Convenciones</td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEg7F0ZxtDDwuGqy5rtEUf2i7VHmhDC_cxzBz4uvvvVmDV-cqQu_GBdYPEqxDr8Bg-bw0U2EY15fdD6Z4MuNaZFRbZyJiJBcbhfBlEvv0bbldxi5-UYy5oqHL8IOKFsGPSTWHmqnfxJw/s1600/20170225_101708.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="112" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEg7F0ZxtDDwuGqy5rtEUf2i7VHmhDC_cxzBz4uvvvVmDV-cqQu_GBdYPEqxDr8Bg-bw0U2EY15fdD6Z4MuNaZFRbZyJiJBcbhfBlEvv0bbldxi5-UYy5oqHL8IOKFsGPSTWHmqnfxJw/s200/20170225_101708.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Entrada a la feria</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
La Feria está alojada en un pabellón inmenso, espectacular,
que visto desde fuera parece hecho para La Guerra de las Galaxias. No he visto
una feria más grande (y he visto muchas). Nada más entrar te van dirigiendo
para recoger el dorsal, ponerte el brazalete de seguridad (sin el cual no
puedes entrar en la zona de salida), camiseta oficial, probar el chip,… Todo
organizado, sin esperas, a pesar de ser miles (*). Y siempre, repito, con una
sonrisa. Cuando sales de la zona de “corredores”, entras en la zona abierta, y
es inmensa, en cantidad y variedad. La feria del corredor más grande que jamás
haya visto.</div>
<o:p></o:p><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZP6AGKr5RDaDe2LAEAWw9jWMjbNynUlQ9aZWEzAJ7eKrFJsk8bfNtwU5B9nRMoI0YPL6-b_lBtWkr5iW0nIu5_QfEW9VwgaH8EdYEca5QMS0U_KT-R8GC8yeHkOumRd7X9ALLCU0NOw/s1600/20170225_104028.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZP6AGKr5RDaDe2LAEAWw9jWMjbNynUlQ9aZWEzAJ7eKrFJsk8bfNtwU5B9nRMoI0YPL6-b_lBtWkr5iW0nIu5_QfEW9VwgaH8EdYEca5QMS0U_KT-R8GC8yeHkOumRd7X9ALLCU0NOw/s320/20170225_104028.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Recogiendo el dorsal</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Confiado en esa organización a la japonesa, el día de la
carrera salí de mi hotel “solo” dos horas antes. En Japón es prácticamente
imposible que no funciones bien el metro, o que pueda haber una cola (y ahí me
equivoqué en parte…). En el metro ibas encontrándote corredores, pero como
había 6 puertas distintas de entrada a la maratón, nos íbamos separando en
distintos transbordos para coger distintas líneas. Solo al final ibas en el
típico vagón lleno de corredores hacia una gran carrera, e incluso entonces las
paradas de bajada eran distintas. En cuanto pones un pie en la calle, hay
voluntarios esperando para indicarte el camino. Al llegar a la puerta, te
encuentras la primera retención. Antes de entrar, hay doble control de
seguridad. Controlan el brazalete, el dorsal, y luego bolsa a bolsa. Pese a
todo, los miles de personas, la retención es de menos de 10 minutos (*). Un vez
dentro, pese a que todo está indicado y bien indicado, el pulular de miles de
personas crea algo de confusión, pero es fácil encontrarlo todo: guardarropa,
corrales de salida… y si hay algún problema… ¡pregunta a un voluntario!</div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
Otra cosa curiosa: nadie tira nada al suelo y nadie hace
“aguas menores” fuera de los baños portátiles. Y eso crea la segunda “gran”
cola. Aun así, tampoco más de 10 minutos. Pese a los miles de pululantes
corredores, nadie orina fuera del tiesto y nadie ensucia nada.<o:p></o:p></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWly7xSOW2RxcZEBqY93PBD7ngU_KMzWdZmM88uAJ76j3OurpA2NtO36hEG4dxqT-frEgyam51ltohn5rFmMJ4ztS5sh1tV13WkFpLVcjm2HpmVYKVcPBnUBblGTg7I1478b5JqO1sMQ/s1600/20170226_075212.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWly7xSOW2RxcZEBqY93PBD7ngU_KMzWdZmM88uAJ76j3OurpA2NtO36hEG4dxqT-frEgyam51ltohn5rFmMJ4ztS5sh1tV13WkFpLVcjm2HpmVYKVcPBnUBblGTg7I1478b5JqO1sMQ/s320/20170226_075212.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Entrada por puerta 5</td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA-re4Ws4dn32msABhcJ-nJlQwKxIEuK_Os3wF-R21pLzDZybW9XCwtf7gLvRHMqu53-CdtUpfMMweGZ2-PzIAGqGVZufY0nrwEj32vTJGaPV8G4seWyh88RsOp2vb-b8ro_9ByM_rCw/s1600/20170226_075809.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA-re4Ws4dn32msABhcJ-nJlQwKxIEuK_Os3wF-R21pLzDZybW9XCwtf7gLvRHMqu53-CdtUpfMMweGZ2-PzIAGqGVZufY0nrwEj32vTJGaPV8G4seWyh88RsOp2vb-b8ro_9ByM_rCw/s200/20170226_075809.jpg" width="112" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Control de seguridad</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Hace frio y me dejo para el corral, además de lo puesto, una
camiseta extra para tirar y un chubasquero chino. En el corral bastante
silencio y las ceremonias típicas de las grandes maratones, quizás un poco más:
canticos, música, himnos, presentación de estrellas,… Por fín, a las 9.10 se da
la salida. Desde el primer metro, las calles abarrotadas con gente animando
(**). “Aito, aito, aito,…” yo pensaba que llevaba un vasco a mi lado, pero no, debe
significar algo parecido a “vamos”. Es emocionante. Se pasa por las principales
calles de la ciudad y los 8 primeros kilómetros son cuesta abajo. El resto
subidas y bajadas siempre suaves. Una maravilla de recorrido. Nunca vi carrera
más “avituallada”. Cada 2,5 kilómetros, a veces cada menos, isotónicos y agua.
Y en muchos puestos diversa variedad de comida: pan, frutas variadas, zumos,
fruta en puré (packs de bebé), caramelos, glucosa, geles,… Todo esto, la propia
organización, pero además muchos japoneses ofrecían su propio avituallamiento.
Algo increíble. Y, quitando las zonas de agua-isotónicos, nada sobre el suelo.
Cada 100 metros hay voluntarios con bolsas para recoger cualquier tipo de
basura. Increíble. Como la carrera tiene varios recorridos de ida y vuelta, al
final ves “por el oro lado” el final de la carrera y el coche escoba y docenas
de coches de limpieza para recoger la escasa basura que pudiera haber por los
suelos. Un minuto después de acabar la carrera, la ciudad está limpia.</div>
<br />
<o:p></o:p><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYojKLrGdnxXERGLoniP5q79OaDmjZouqhn6gs_LZUP1nogtjSv7f77r_5HKeKv-FT1W3GEszFB_jKrQpXaqddww4ASc-VA0hLhfcSmtsQ5lX-pOR7QNPCi4prJ6G_EXQNJT83u4SsJw/s1600/20170226_075929.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYojKLrGdnxXERGLoniP5q79OaDmjZouqhn6gs_LZUP1nogtjSv7f77r_5HKeKv-FT1W3GEszFB_jKrQpXaqddww4ASc-VA0hLhfcSmtsQ5lX-pOR7QNPCi4prJ6G_EXQNJT83u4SsJw/s320/20170226_075929.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Zona de corredores</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Como hacía frio, me dejé una camiseta térmica debajo de la
camiseta de tiras. A veces pensaba que me sobraba, y a veces que me faltaba más
abrigo. Pese a que por la humedad rompí rápido a sudar, cuando pasabas por el
sol, hacía un calor tremendo, pero cuando pasabas por sombra mucho frío. Es mi
peor recuerdo de la carrera, calor y frío, y mucho sudor. Afortunadamente te
podías ir hidratando cada poco. Cuando vi tanta gente a ambos lados, me
preocupó el asunto del “desagüe”. En cualquier otra maratón, te sales a un
lado, y sin problema, pero aquí… “No problem”: cada kilómetro (o menos, en
muchas ocasiones) había baños portátiles, perfectamente indicados unos 100-200
metros antes. Y cada vez te anunciaban cuando ibas a encontrar el siguiente. Impecable.
Además disponías de los miles de baños públicos super limpios que hay en Tokio.
De forma totalmente extraña, y supongo por la cantidad de sudor, no tuve que
parar ni una sola vez en toda la carrera. Además, estaciones médicas señaladas
cada kilómetro.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbFxTheX1hmsJOjxeZcZbf3SAMjHwHCIU_nzm1LH942VLzVuMvgbcESVJcKXBXHTylHsDDx8cC12s0izhnx17SM48I1XHu0hMt8B0rg-4nUCPD7O9pA8h7aCDaz4wWFtO-vCO1i39wSA/s1600/20170226_075939.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbFxTheX1hmsJOjxeZcZbf3SAMjHwHCIU_nzm1LH942VLzVuMvgbcESVJcKXBXHTylHsDDx8cC12s0izhnx17SM48I1XHu0hMt8B0rg-4nUCPD7O9pA8h7aCDaz4wWFtO-vCO1i39wSA/s320/20170226_075939.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Todo muy indicado...</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
Durante toda la carrera, la animación es espectacular, pero
los últimos kilómetros te ponen los pelos de punta. Y cuando llegas, la
atención es exquisita. Nada más llegar están pendientes de si alguien necesita
ayuda especial. Después filas de voluntarios te ponen una toalla en los
hombros, y mientras te aplauden y felicitan. Más adelante otras filas te ponen
una manta térmica, y te siguen aplaudiendo y felicitando. Y después lo mismo
cuando te ponen la medalla, y cuando te dan agua, y cuando te van dando fruta,
isotónico,… Te sientes realmente especial (*). En alguna estación fue tan
emocionante que casi rompo a llorar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No sé por qué han incluido la maratón de Tokio como la sexta
“Major”. Posíblemente porque tenían que meter alguna asiática. Posiblemente porque
hayan pagado mucho. Pero lo cierto que es una maratón grande, muy grande. Si no
fuera por lo especial que es Londres o lo carismática que es Nueva York,
posiblemente la mejor maratón del mundo. Creo que se merece estar ahí.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBGtzoeqjG89bo-R02yzFMV5Lge_klkzAUazX-gpk1JQZHS3sCr_XPImPC0mvm974x9TDrDSlYGgPFZ5NEZJOT2PQIEr9AxsUviLvKAm5BQRZ-kzx7KikX4HgwCcrOb9YDkNJIYwsgAg/s1600/20170226_134128.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBGtzoeqjG89bo-R02yzFMV5Lge_klkzAUazX-gpk1JQZHS3sCr_XPImPC0mvm974x9TDrDSlYGgPFZ5NEZJOT2PQIEr9AxsUviLvKAm5BQRZ-kzx7KikX4HgwCcrOb9YDkNJIYwsgAg/s320/20170226_134128.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Impresionante ciudad</td></tr>
</tbody></table>
<o:p></o:p><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge8Hev2odLQB-_8Wv23ME0_WDltrmkXdAfBvxdbIqfUIxsU3rHMUrTplXJzVkzHLd5BVsfrVcedbIGADXhfKg3VJDDMmE_pg6p6ZOnPZ-Rt5z6ovvsypjpAYbE9AJn5YD1e19xu8V5WQ/s1600/20170226_134108.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge8Hev2odLQB-_8Wv23ME0_WDltrmkXdAfBvxdbIqfUIxsU3rHMUrTplXJzVkzHLd5BVsfrVcedbIGADXhfKg3VJDDMmE_pg6p6ZOnPZ-Rt5z6ovvsypjpAYbE9AJn5YD1e19xu8V5WQ/s320/20170226_134108.jpg" width="180" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Al final, contento...</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
Dentro de un par de meses estaré trotando la Maratón de
Madrid y volveré a maldecir la feria del corredor, el guardarropa a varios
kilómetros de la salida, esos voluntarios que todo se lo merecen pero a los que
nadie les dice lo que tienen que hacer, ese descontrol en la salida donde meten
juntos a los de 10k, media maratón y maratón, toda esa gente que va a hacer
turismo y que no se toma en serio la carrera, la falta de público en gran parte
del recorrido y a veces protestando por los cortes, y… con Tokio tan cerca,
todo eso me parecerá peor. Aún resuenan en mis oídos las declaraciones
totalmente exentas de autocrítica de los organizadores ante los clamorosos
fallos de cada año, y que atribuyen siempre a lo incívicos que son los
corredores. Y me volveré a preguntar ¿cómo es posible que nos hayan dado la
categoría Oro de la IAAF?, a una carrera que cada año cuida menos a los
corredores (especialmente a los de maratón), cuya única preocupación es hacer
caja con los miles que corren “media” o 10k. Este año estrenan la categoría Oro
(¿Cuánto habrán pagado?), pero, ojalá me equivoque, cuando escriba sobre ello
estaré preguntándome el porqué.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿Y cómo me fue? Pues
para lo que he entrenado, demasiado bien.<o:p></o:p></div>
Acabé en 3h 39m, lejos de mis mejores
tiempos, pero muy contento. Puede mantener prácticamente el mismo ritmo toda la
carrera y sufrí relativamente poco (y porque tiré de pundonor para no irme
mucho en el tiempo al final). Un día redondo, donde además completé las 6
Majors.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
(*) ¿Podrían aprender algo los que organizan la Maratón de
Madrid? <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
(**) ¡Ya podrían aprender los ciudadanos de Madrid!</div>
<o:p></o:p><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-30347143549568919642017-02-24T15:07:00.004+01:002017-02-24T15:07:46.819+01:00Objetivo Tokio 2<div class="MsoNormal">
Siempre que se acerca el día de una maratón, sobre todo si
es una “gran maratón”, como es el caso, uno no hace más que pensar en la
carrera. La semana previa entran todo tipo de dolores, entran las dudas,… En mi
caso, con las certidumbres con las que llego y teniendo en cuenta que mis
últimas tres semanas de trabajo (bueno mis últimos tres meses) han sido
trepidantes, sin un minuto para un respiro, llega el día en el que tengo que
viajar, y apenas siento los nervios que preceden a la puesta en marcha. Mi vuelo
estaba programado para la 17.20, y a medida que pasa la mañana del viaje,
empiezo a darme cuenta de que mi aventura está a punto de empezar. Pero la
mañana no me da tregua, y lo que debiera haber sido un traslado al aeropuerto
tranquilo, se convierte en un apurado viaje mirando el reloj. Pero por fín
llego al aeropuerto con tiempo suficiente y pienso: “ahora a disfrutar cada
minuto, cada hora, que ya habrá tiempo de sufrir corriendo”. Empiezo a
mentalizarme sobre lo que me espera, pienso en llegar al avión y regodearme en
los pasos que tengo que dar hasta llegar a la salida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero no contaba con las compañías aéreas. Mi viaje a Tokio
hace escala en París, con traslado entre Orly y Charles de Gaulle. Según el
programa de viaje, con tiempo de sobra para hacer el “transfer”, pero según
llego a mi puerta de embarque se anuncia un retraso de 45 minutos. Como me
conozco el percal, y perder el vuelo Paris-Tokio supondría decir adiós a la
maratón, me voy al mostrador de la compañía para pelear alguna alternativa de
llegar a Paris antes. Pero no hay nada alternativo que mejore la situación, por
lo que toca esperar y confiar en la providencia (ya que desde hace mucho tiempo
no confío en ninguna compañía aérea). Pasados esos 45 minutos (siempre mienten)
llega el avión en el que tenemos que embarcar, y entre pitos y flautas, tras un
embarque eterno, salimos con hora y media de retraso. A priori me he comido el
margen de confianza que tenía para llegar a Charles de Gaulle.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mientras vuelo hacia Paris, lo hago con la gran incertidumbre
de saber si llegaré a conectar con mi vuelo Paris-Tokio. Realmente en manos de
la providencia. No me atrevo ni a mirar todos los papeles que vienen conmigo y
que tienen que ver con la Maratón, y que pensaba revisar con delectación en el
vuelo. No quiero poner más ilusión en la Maratón, por lo menos hasta que tenga
seguro que esté volando hacia Japón.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El avión aterriza en Orly a las 9 de la noche. Mi embarque
en Charles de Gaulle es a las 10.30. Quita 20-25 minutos para llegar a la
puerta de embarque, y tengo exactamente dos horas para salir del avión, llegar
a la terminal y buscar el autobús de enlace. Pero una vez más, las compañías
aéreas no dejan de sorprendernos. Una vez aterrizados, esperamos dentro del
avión otros 40 largos minutos hasta que llega la jardinera. Desembarcamos y
cuando ya parecía que la jardinera enfila la terminal, otros 10 minutos en un “stop”
para dejar pasar un avión. Desespero. Pongo el pie en la terminal a las 9.50.
Imposible llegar al Charles de Gaulle. De nada me sirve que me den un billete
para el día siguiente, porque llegaría a Tokio con la feria del corredor
cerrada y no podría correr.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero uno no se rinde. “¿Habría algún medio más rápido que un
coche para llegar al Charles de Gaulle?”, le pregunto a la azafata de tierra de
Air France. Y la respuesta es: “si, hay moto-taxis”. Y sin pensármelo, corro en
la búsqueda de una moto-taxi. La broma me iba a costar 150 euros, pero eso, o adiós
a la Maratón de Tokio. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La moto-taxi es una de esas motos tipo scooter, pero
enormes. Te colocan un gabán, un casco, aseguran tu maleta atrás y a la
autopista. Y me dispongo a pasar los
peores 25 minutos de mi vida. A 140 km/hora por carreras de circunvalación de
Paris, totalmente atascadas y circulando entre coches y camiones entre los que
pasábamos a escasos centímetros. No me atrevía ni a mirar al frente. Pensé “voy
a morir en la M-30 parisina, y tampoco correré la maratón…”. Cuando puse un pie
en tierra, ya en la terminal 2E del Charles de Gaulle me prometí no volver a
subirme jamás en un cacharro así. Eran las 10.20 de la noche. Llegué a tiempo
al embarque.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero no iban a acabar ahí los incidentes de la noche. Al
llegar a mi asiento, el 29C, había allí aposentada una japonesa que insistía en
que ese era su asiento. Y efectivamente lo era, por un error informático, los
dos teníamos el mismo asiento. Tras otra espera, esta vez de minutos, me dice
la azafata que tiene que darme otro asiento. “¿Pero de pasillo, no?” pregunto. “Si,
de pasillo, aquí… en “preferente”. Bueno, algo empieza a cambiar…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Catorce horas después estoy en la habitación de mi hotel, en
Tokio, esperando a que me entre sueño y escribiendo esto.<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-79136248963160029012017-02-02T19:49:00.000+01:002017-02-02T19:49:21.016+01:00Objetivo Tokio<div class="MsoNormal">
Un día empecé a correr. Por hacer algo de deporte. Y un poco
más tarde me apunté a una carrera de 5 km. Antes de ese momento apenas era
capaz de correr 5 km seguidos. Más tarde, algo más tarde, decidí apuntarme a
otra carrera, esta vez de 10 km. Hasta ese momento, apenas era capaz de
entrenar más de 10 km. Y vinieron otras carreras de 10k, hasta que un día decidí apuntarme a una media maratón. La
media maratón de Madrid. Eso fue en el año 2003. Aún recuerdo mis temores por
pensar si iba a ser capaz de acabar, si me iba a lesionar, desfallecer. Y mi
alegría al entrar al histórico estadio Vallehermoso, que era donde acababa
entonces la Media, donde me esperaba toda mi familia para celebrar la proeza. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por aquel entonces, soñaba, como algo casi irrealizable, con
la posibilidad de correr algún día una Maratón. Y sobre todo me motivaba la
posibilidad de estar algún día cruzando el puente de Verrazano, entre Long
Island y Brookling empezando la Maratón de Nueva York. Algo así como un
objetivo vital: “no me moriré sin haber corrido antes una Maratón”. Y el
objetivo se cumplió. Casi sin entrenamiento específico y tirando de pundonor,
acabé mi primera Maratón (y fue en Madrid) en el año 2004. Aún recuerdo las
lágrimas de felicidad al entrar, entonces, en la meta del Paseo de Recoletos. Y
después llegaron otras muchas maratones, y entre otras Boston, Nueva York,
Berlin, Chicago y Londres. Me convertí en todo un converso de las carreras. Al entrar en este mundo me propuse hacer las “5
Majors”, las 5 grandes. Y cuando ya tenía en el bote las 5, la IAAF se saca de
la manga una sexta Major: Tokio. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Todas las maratones las corrí siempre sin
tener que acudir a una agencia que te consigue el dorsal a base de pagar una
buena cantidad de dinero. Corriendo “por tiempos” o gracias al sorteo “puro y
duro”. Pero Tokio se resistía. Más allá de pagar a una agencia, la única manera
de poder correrla era participando en el sorteo de dorsales. Y por fín, después
de participar en cuatro sorteos, me ha tocado el año 2017. Ya tengo a tiro las
“<a href="https://www.worldmarathonmajors.com/" target="_blank">6 Majors</a>”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Queda menos de un mes para la <a href="http://www.marathon.tokyo/en/" target="_blank">Maratón de Tokio</a>, y una vez más planea sobre mi cabeza la incertidumbre. ¿Pasará algo que me impida correr?.
Como aquel año que a dos semanas de la Maratón de Madrid me ingresaron de
urgencias con una diverticulitis aguda. O ese otro año que a falta de cuatro
días de la Maratón de Chicago tuve un accidente de moto. Además de lo que mi
amigo Javi Sanz llama “las cagaleras de la muerte” para resumir todos los males
que acaecen en las fechas próximas a una maratón (especialmente la última
semana), y que la mayoría de las veces tienen una causa psicológica, esta vez,
hay motivos para estar preocupado: mal entrenamiento por causas “laborales”,
una tendinitis en un pie, dos metatalsargias,… más lo que pueda caer… Una vez
más, llega la hora de la verdad, y hay muchas dudas. Pero la ocasión de cerrar
un ciclo, está ahí delante. Completar las 6
Majors. Seguro que si llego a la línea de salida, lo daré todo para acabarla con dignidad. La
pregunta es: ¿y después qué?.<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-44679490517644302042016-12-26T13:09:00.000+01:002019-02-23T23:45:15.439+01:00Maratón de Valencia (2016)<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkGxVU8r1b6RMYOiPWuDKQfHSDTnTRlPLypXWOU6RvPCm2jMeoH5DM-smisPF7u2cGfrtgAJ-NznnAVBuCZy2P7YM2yuF_d_yf5VPf2xpIZQkr5DKoF4uuKFNoub_-LoW2YuzjqhVxOw/s1600/20161119_192925.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkGxVU8r1b6RMYOiPWuDKQfHSDTnTRlPLypXWOU6RvPCm2jMeoH5DM-smisPF7u2cGfrtgAJ-NznnAVBuCZy2P7YM2yuF_d_yf5VPf2xpIZQkr5DKoF4uuKFNoub_-LoW2YuzjqhVxOw/s320/20161119_192925.jpg" width="180" /></a>Hacía varios años que quería correr esta Maratón, porque
todos los comentarios que me habían llegado, tanto de amigos que la han
corrido, como en foros de corredores, eran esencialmente buenos. La
organización se ha empeñado, desde el nacimiento de la Maratón, en convertirla
en una de las mejores del mundo y desde luego, en mi opinión, es la mejor de
las que he corrido en España (Madrid, San Sebastián, Zaragoza, Sevilla, Málaga,
Castellón, Toral de los Vados,…), considerando una puntuación global que cubra
todos los puntos de vista a valorar (trato y servicios al corredor, recorrido,
clima, animación,…). Ha sido la primera maratón española en conseguir la
categoría Oro de la federación internacional de atletismo (y hasta este año era
la única hasta que Madrid lo ha conseguido, algo que a los que corremos Madrid
nos parece increíble si tenemos en cuenta el deterioro de MAPOMA de los últimos
años).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgjCqpSVhSwztvMl0LGIu0IfD-wZ_PIsn2N0nrFbTqy6wDH4i7OWd-TgRzYKc102ZA_B00_cLYSkqgwB_oNcQoEm971xt-dRnX29Z3L5MPTdDDQaeS8qOBisnzGe6blcu0n3Xj4Z4jAw/s1600/IMG-20161120-WA0003.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgjCqpSVhSwztvMl0LGIu0IfD-wZ_PIsn2N0nrFbTqy6wDH4i7OWd-TgRzYKc102ZA_B00_cLYSkqgwB_oNcQoEm971xt-dRnX29Z3L5MPTdDDQaeS8qOBisnzGe6blcu0n3Xj4Z4jAw/s320/IMG-20161120-WA0003.jpg" width="180" /></a>Valencia no solo ha conseguido la primera la categoría ORO.
En muy poco tiempo se ha convertido en la Maratón española más grande, en
términos de número de corredores y en términos de organización. Acaban más de
15000 corredores, más que en Barcelona y muchos más que en Madrid. Madrid trata
de maquillar el pobre resultado de “finishers” que tiene, organizando una
bonita foto en la salida donde colocan a la vez los miles de corredores que
corren la media maratón con los escasos 10-12000 maratonianos que la empiezan
(digo que la empiezan, porque la acaban muchos menos). Desgraciadamente Madrid
es ya la tercera maratón en España, y va camino de seguir bajando puestos
mientras la organización solo se preocupe de ganar dinero y no tener en cuenta
a los corredores de maratón. Si se preocuparan más de los corredores de maratón
y menos de la foto de Recoletos (lleno de corredores de media maratón), a lo
mejor harían de Madrid una maratón grande y no un negocio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Volviendo a Valencia. El recorrido es el más plano de Europa
y además se han preocupado de preservarlo del viento. Pasa por todas las zonas
emblemáticas de la ciudad, con una salida y llegada espectaculares. La feria
del corredor es espléndida y bien organizada, sin esperas ni colas. La salida
del 10k es asíncrona con la maratón, con lo cual no se produce la mala
combinación de corredores corriendo simultáneamente por objetivos distintos).
Buena señalización. Buen avituallamiento (incluyendo geles y alimento sólido).
Guardarropa sin esperas (número de voluntarios y espacio bien calibrado).
Excelente trato al corredor, que es el protagonista. Es realmente una maratón
ORO (y ya he corrido varias). Muy recomendable.</div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
El único punto negativo es el público. En algunas zonas
escaso y, en general, poco entusiasta. Yo creo que les falta costumbre.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Mi maratón fue un poco sufrida. Corrí la primera mitad un
poco por encima de mis posibilidades y eso se paga. Aun así acabé en un tiempo
digno (para mí). Lo pasé muy bien en Valencia. Fui con mi mujer Ana, nuestros amigos
Alfonso y Mercedes y allí nos encontramos con otros amigos. Disfrutamos de
buenos arroces (gracias a la selección de Rafael, nuestro particular President),
buena compañía, y la luz maravillosa de la ciudad. Todo fue perfecto (menos
salir de la zona de meta, donde encontrar un medio de transporte nos costó
media maratón). Volvimos a Madrid con muchas ganas de repetir.<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-24524604293655130342016-12-17T13:49:00.000+01:002016-12-17T18:19:31.329+01:00La soledad del corredor de fondo<div class="MsoNormal">
El Corredor alzó la vista hasta lo más lejos del horizonte,
y decidió que quería correr hasta un punto iluminado que había al otro extremo
del valle. Ese sería su objetivo, aun sabiendo que la distancia era mucha y el
camino incierto, ya que habría de sortear varios montes, vertientes, collados y
otros obstáculos que desde esa posición no era fácil adivinar. Pero el corredor
es joven y de objetivos ambiciosos y con la ilusión del que empieza una
carrera, cuando los kilómetros que esperan por delante son muchos, pero las
fuerzas están intactas y las piernas fuertes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El Corredor empieza a avanzar con ímpetu, con esa luz en la
mirada que refleja la ambición de llegar a donde se proponga, con una zancada
fácil y un ritmo vivo. En su avance empieza a encontrarse con otros corredores
que van en su misma dirección, pero a ritmos mucho más cansinos, y sin un
objetivo claro. El aura del corredor y la ilusión de su mirada invitan a muchos
de esos corredores a querer unirse a su carrera. “¿Podemos correr contigo?”, le
preguntaban algunos, y el Corredor, generoso con todos siempre contestaba lo
mismo “Corro en esa dirección, si quieres sumarte a mi objetivo y contribuir
con tu esfuerzo a llegar hasta allí, eres bienvenido”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y poco a poco el Corredor se encontró liderando un amplio número
de corredores que, antes de unirse al grupo no tenían ni objetivo ni motivo
claro para correr. Y además el Corredor, a medida que pasan los kilómetros,
se preocupa de todos y cada uno, indicándoles cómo pueden mejorar su
rendimiento, cómo afrontar las dificultades del camino, cómo sortear los
obstáculos. A veces, a los lados del camino había corredores desorientados,
pero con un buen aspecto, y el Corredor también les invitaba a sumarse al
grupo.<br />
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y así el grupo iba creciendo. Y no todos contribuían de
igual forma en el esfuerzo de avanzar hacia el objetivo. Algunos se mantenían
siempre a resguardo de las inclemencias, salvo cuando había que hacerse visible
al público que a veces contemplaba la carrera. De pronto pasaban a la parte
delantera para dejarse ver, y una vez desaparecía el público, volvían a
resguardarse en el seno del grupo. Otros, sencillamente se dejaban llevar. El Corredor
procuraba motivar a todos, pero no es suficiente para que algunos no puedan
seguir el ritmo y vayan quedándose atrás.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Después de muchos kilómetros, y viendo que el Corredor en
algunos momentos parece fatigado, algunos deciden abandonar el grupo, con la idea
de encontrar otros caminos para llegar al final del valle. El Corredor siempre
trata de evitar la división, pero en esos grupos siempre hay alguien que se
cree capaz de liderar y de correr más rápido. En alguna de esas salidas de
unidades del grupo, incluso tratan de hacer caer al Corredor, pensando que así
el camino será más franco sin tener que compartirlo. Pero el Corredor siempre
sabe levantarse y con el paso de los kilómetros, los que se van sumando al
grupo compensan a los que se van.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y van cayendo los kilómetros. A veces, detrás de un recodo,
algunos de los que se fueron y trataron de atajar por caminos secundarios,
aparecen exhaustos en un arcén y el grupo del Corredor les vuelve a pasar. Los kilómetros
y kilómetros recorridos hacen que la convivencia en el grupo se vaya tornado
compleja. No todos contribuyen igual en el esfuerzo y muchos cuestionan el
liderazgo del Corredor. Y ocurre que al llegar a una bifurcación importante, la
gran mayoría opta por seguir otro camino y abandonar al Corredor. La meta
parece más cercana y ya han aprendido todo lo que hace falta para correr de
forma óptima ¿para qué le necesitan?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El Corredor les ve alejarse en el horizonte por una senda
alternativa, y comprueba con tristeza como el grupo se va desmoronando con el correr
de los kilómetros. Sin el liderazgo del Corredor, el grupo de deshace como un
azucarillo en una taza de café caliente. Del grupo que él creo con tanto
esfuerzo y con el que corrió juntos tantos kilómetros, ya no queda nada. Y mira a su
alrededor y se encuentra apenas un viejo corredor que le viene acompañando casi
desde el principio de la carrera. Y el Corredor mantiene la ilusión. “Empecé
solo, y ahora, al menos tengo un compañero”. Pero ese compañero, quién él
pensaba era su último y fiel compañero, poco a poco, kilómetro a kilómetro,
también va tomando un rumbo distinto. “Correr es duro, y al final cada cual
tiene sus propios objetivos”, piensa el Corredor. “Quise hacerme la ilusión de
que éramos amigos, más allá de la carrera, pero al final, solo está la carrera”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El Corredor está solo. Ya no corre con la misma energía,
pero la experiencia de tan largo camino, con tantas dificultades, le ayuda a mantener el ritmo. Después
de tantos kilómetros, empiezan a doler las piernas, pero la cabeza le empuja a
seguir hacia delante, a intentar llegar a la meta. No quiere mirar atrás, pero
a veces el recuerdo de las horas pasadas con todos aquellos que recogió y que
luego le dejaron, le inundan los ojos de lágrimas. Sigue corriendo, y aun tiene
la esperanza de que al volver un recodo, allí estarán esperándole para
arroparle hasta el final. Pero también sabe que conseguirá llegar, aunque sea
solo, porque cayó muchas veces y siempre pudo y supo levantarse. Es la soledad del corredor de fondo.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-70855343775254395812016-04-26T17:23:00.000+02:002017-01-02T15:48:39.737+01:00London Marathon 2016: mile by mile<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibc3ulFSpDrqC-lSRt5IrG8WUvAQh14pIrHMi-9XiMWVFyhJ2l-2vEzYJOiEOBpoY7vgrPxIrQm4FBdFjktGcwk5eZn_rf-WRQfqsGuptSmccv4-1SM_TU-5tF86Awr1jkaFwmfVh6PQ/s1600/20160423_123651.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibc3ulFSpDrqC-lSRt5IrG8WUvAQh14pIrHMi-9XiMWVFyhJ2l-2vEzYJOiEOBpoY7vgrPxIrQm4FBdFjktGcwk5eZn_rf-WRQfqsGuptSmccv4-1SM_TU-5tF86Awr1jkaFwmfVh6PQ/s1600/20160423_123651.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibc3ulFSpDrqC-lSRt5IrG8WUvAQh14pIrHMi-9XiMWVFyhJ2l-2vEzYJOiEOBpoY7vgrPxIrQm4FBdFjktGcwk5eZn_rf-WRQfqsGuptSmccv4-1SM_TU-5tF86Awr1jkaFwmfVh6PQ/s320/20160423_123651.jpg" width="320" /></a>Cuando hace ahora un año corrí la maratón de Madrid y
conseguí bajar de 3h 20 minutos, que era el tiempo límite para poder conseguir
un dorsal en Londres “por tiempos”, pensé que era una señal. “Tienes que
sacarte la espina de Londres”, pensé. Hace dos años corrí la Maratón de
Londres, “la madre de todas las maratones” como yo mismo la definí en mi blog (<a href="http://torcas59.blogspot.com.es/2014/04/londres-la-madre-de-todas-las-maratones.html?m=0">http://torcas59.blogspot.com.es/2014/04/londres-la-madre-de-todas-las-maratones.html?m=0</a>).
Pese a que acabé haciendo un tiempo digno, lo pasé muy mal porque un gel en mal
estado me hizo vomitar y los últimos 15 kilómetros fueron una tortura más allá
de las molestias típicas de una maratón. Tenía que intentarlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj19R5q2SQhz6B5WJxG06yGj3q6qrjBvPmJODDNqotTMRiFylpbR0Ce_JImQIyQqqidEa6bGkt2LpdUgvvHcbNBbnp_JFSYbYQzByYS7Pzltj5eCgqGmCfgDU74CJZPJC56fYdYR614zA/s1600/20160423_121933.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj19R5q2SQhz6B5WJxG06yGj3q6qrjBvPmJODDNqotTMRiFylpbR0Ce_JImQIyQqqidEa6bGkt2LpdUgvvHcbNBbnp_JFSYbYQzByYS7Pzltj5eCgqGmCfgDU74CJZPJC56fYdYR614zA/s200/20160423_121933.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
Me apunté al “good for ages” y conseguí el dorsal de la
misma manera que hace dos años (ver blog) y empecé a soñar con “mi segundo
Londres”. Pero las cosas no siempre van como sueñas; casi siempre van por otro
camino, y el mío pasaba por la Maratón de Lisboa y mi transito al minimalismo
más extremo. Ya durante el verano de 2015 tuve un par de episodios de
inflamación del metatarso del pie derecho. Cerca de la maratón de Lisboa, en
otoño, volví a recaer. Pero la Maratón de Lisboa, con un suelo de adoquines en
una parte importante del trayecto, me sumió en una importante metatarsalgia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaHDUed68iFgUOPsq3gehku9fJEjhyphenhyphenfH9qxdP7l7NaqKrIwnSzEx7hCSMjAzSFkl-u25c7WLSRh-bJRrcknwY3Tgby_WgnBlV3DtgLhyphenhyphenBDqY4JY22Ej3s8bOdEIFWEm5TTcDxEWz9zUA/s1600/20160424_082226.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaHDUed68iFgUOPsq3gehku9fJEjhyphenhyphenfH9qxdP7l7NaqKrIwnSzEx7hCSMjAzSFkl-u25c7WLSRh-bJRrcknwY3Tgby_WgnBlV3DtgLhyphenhyphenBDqY4JY22Ej3s8bOdEIFWEm5TTcDxEWz9zUA/s320/20160424_082226.jpg" width="180" /></a>Empecé a combinar periodos de parada con entrenamientos y
alguna que otra carrera, y por fin, en la Carrera de las Empresas de Madrid, en
el mes de diciembre, me di cuenta de que “aquello” era serio y que debía
ponerme en manos de profesionales. Ya en enero me di cuenta de que Londres
peligraba, y después de alguna recaída por una mala elección de terapeuta, me
puse en manos de una fisioterapeuta a base tratamientos semanales, con vistas
de “llegar a Londres”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5mHbEluYNZI9GaEBfQ8oluACDNN1s6RGPMleGW0HhAHIUVJDud9WGNyUcNy7PMdZ7aH7_gBQ0Ll7tUWxKniLiYwFVGKCV5JPXkJxa9Uj7_EEo3JJdh_0fm35a7FwndOXQ7MUUT5oz4Q/s1600/20160422_165628.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5mHbEluYNZI9GaEBfQ8oluACDNN1s6RGPMleGW0HhAHIUVJDud9WGNyUcNy7PMdZ7aH7_gBQ0Ll7tUWxKniLiYwFVGKCV5JPXkJxa9Uj7_EEo3JJdh_0fm35a7FwndOXQ7MUUT5oz4Q/s200/20160422_165628.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
A tres meses de la maratón, no era capaz de correr un solo
kilómetro sin dolor, y lo que es peor, no aguantaba, sin recaer, ni cinco
minutos en la elíptica del gimnasio. Me centré, durante las semanas siguientes
en hacer bicicleta. Según se iba acercando el mes de abril, veía como el sueño
de Londres se iba esfumando. Pasaban los días, las semanas, y yo sin poder
correr. A falta de un mes, mi pie me permitía hacer un rato de elíptica, pero a
un mes de la maratón no había corrido ni 10 km en los dos meses anteriores. Eso
sí, todos los días hacía mi entrenamiento de bicicleta. A falta de tres
semanas, descubrí que poniéndome una doble plantilla de espuma, aguantaba algo
la carrera y empecé a correr un rato cada día; luego me pasaba bastante parte
del día dolorido, pero a la mañana siguiente el pie se recuperaba y lo volvía a
intentar. Al miedo de la lesión del pie, se le suma que “correr” no es “montar
en bici” y después de pocos kilómetros me sentía agotado. A dos semanas de la
maratón conseguí correr diez kilómetros seguidos, gracias a que lo hacía más
despacio (a un ritmo que unos meses atras me era imposible sostener, por lento)
y volví a “talonar” (dos años de minimalista acabaron ese fin de semana). Y el
cambio de manera de pisar me provocó una sobrecarga de cuádriceps enorme. Vamos,
todo un cuadro de optimismo.<o:p></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT9xZkoQ0xToN1M6WtivI2FI_xr5B32L9GRGWQYLWR3CMBv9jS1-DLEbCe2Y8cs1km0gYsDFwnxkilxu-IADAIjIt5ENU0sVjDlwfCw0dXvH94SnFgaSAaUsaWR3IiWiGfAf30PkYa8Q/s1600/20160424_084801.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT9xZkoQ0xToN1M6WtivI2FI_xr5B32L9GRGWQYLWR3CMBv9jS1-DLEbCe2Y8cs1km0gYsDFwnxkilxu-IADAIjIt5ENU0sVjDlwfCw0dXvH94SnFgaSAaUsaWR3IiWiGfAf30PkYa8Q/s320/20160424_084801.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A 9 días de la maratón había logrado completar, por segunda
vez en tres días, 12 kilómetros seguidos, con dolor controlado en el pie y con
los cuádriceps sufriendo lo justo. A una semana de la maratón, llegó la gran
prueba. Había que ver si el pié y los cuádriceps podían aguantar media maratón.
Salí a las 7:30 de la mañana controlando y tratando de escuchar cualquier señal
anómala de mi cuerpo, especialmente el pie y las piernas. A partir de los doce
kilómetros, lo que era molestia se convierte en dolor. Y en las piernas también
empiezo a notar dolor. Consigo completar los 21 kilómetros digamos que “con
dolor controlado”. La pregunta es: ¿cómo se recuperará ese pie en las
siguientes 24 horas? ¿Cómo responderán las piernas?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1RVCQPoAbwkcOz7TvW0eIOIgRXhdNX0nPhO2n2Cc0f5yX5ePVd5v5wuGsuw5zQnhGqWVKXlEeBl9MATw0l87suW1VunL4E7CL6S0qQykEg_meL-y75_qD_jDfL7KBqAocFSwZFpri6A/s1600/20160424_084829.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1RVCQPoAbwkcOz7TvW0eIOIgRXhdNX0nPhO2n2Cc0f5yX5ePVd5v5wuGsuw5zQnhGqWVKXlEeBl9MATw0l87suW1VunL4E7CL6S0qQykEg_meL-y75_qD_jDfL7KBqAocFSwZFpri6A/s320/20160424_084829.jpg" width="180" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
Al final de la prueba la sensación muscular era similar a la
del final de otras maratones (¡pero teniendo en cuanta de que esto no era una
maratón!). Por eso decidí echar mano de mi remedio mágico para las
recuperaciones musculares post-maratón: Rhus Tox 9CH. AL día siguiente, a seis
de la Maratón, estaba otra vez como nuevo (siempre me acuerdo en estas
situaciones de todos los talibanes anti-homeopatía, y de su estúpida cruzada;
que me lo cuenten a mí). Y para sorpresa, el pie no estaba peor que antes de la
prueba; tampoco mejor… El lunes antes de la maratón ya había tomado la decisión
de correr (contra la opinión de muchos amigos y allegados que pensaban que me
había vuelto loco). Y para la última semana decidí seguir mi rutina típica previa
a una maratón: entrenamientos suaves hasta el miércoles, pasta a partir del
jueves,… La suerte estaba echada: iba a intentar correr una maratón sin apenas
preparación y con una metatalsargia aún viva.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El viaje a Londres, empezó mal. Cambio de vuelo a última
hora, tres horas de retraso,… pero yo soy optimista por naturaleza y lo que
empieza mal, para compensar, tiene que acabar bien. Londres nos recibe con frío
y lluvia, pero con un “forecast” para el domingo algo mejor, aunque en algunas
páginas de tiempo predecían nieve. Si, nieve.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbRDIwsUxJWDfhkMmitLPa6LWNwg4nziaJ6HS1l6S1MC1mX3WpHEmYjScPe5CirD1-rNLASkA06YOZ2bSc87oN-BrbXizaisN-yUdLRrVT2evKVqKCBSdJM31S7C5fhVe9VIxZdaK_Xg/s1600/20160424_082110.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbRDIwsUxJWDfhkMmitLPa6LWNwg4nziaJ6HS1l6S1MC1mX3WpHEmYjScPe5CirD1-rNLASkA06YOZ2bSc87oN-BrbXizaisN-yUdLRrVT2evKVqKCBSdJM31S7C5fhVe9VIxZdaK_Xg/s320/20160424_082110.jpg" style="cursor: move;" width="180" /></a>La salida está programada el domingo a las 10 de la mañana,
lo que no obliga a madrugar mucho para lo acostumbrado en una maratón de esta
categoría. Otra cosa es cómo se duerme la noche antes (normalmente mal y poco).
A las siete, me tomo mi desayuno habitual pre-maratón, me preparo con la
liturgia acostumbrada y me voy a Maze Hill, en Greenwich, al área verde de
salida (hay tres salidas, por colores y vinculadas a las marcas personales de
cada corredor).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Desde el tren al área verde, hay un buen trecho cuesta
arriba, para calentar un poco las piernas, y con un frío que pela. Decido
retrasar al máximo la entrega de mi mochila en el guardarropa, que gracias a la
buena organización, eso significa tener “mis cosas” hasta media hora antes de
la salida. Mientras, me entretengo disfrutando de ese ambiente tan especial de
los grandes eventos, las grandes maratones, en la zona de salida. La zona
verde, acoge además a los retadores de records mundiales de maratón con
disfraz, que allí preparan y terminan de arreglar sus disfraces, de lo más
variopinto, para acometer sus retos personales. Junto a disfraces más o menos
convencionales (Blancanieves, bombero, astronauta, cruzado medieval, guerrero
romano, enfermera –varón-, conejita de Play boy –masculino-) a otros con más
imaginación, como “zapatilla”, lavadora, botella o lata de cerveza,… Rizan el
rizo los disfraces grandes (rinoceronte o tiranosaurio) o los corales (tres
indios con canoa, cuatro bomberos con coche de bombero, un jinete y su caballo,…).
Es impresionante lo que es capaz de hacer la gente por cuatro o cinco horas de
gloria (el público les aclama de forma enfervorecida) y una línea en el Libro Guinness.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0Em2BEG8xZX4jQT2Y0Uc3CuUV7zwkCwI7FesKz-zNh65AsaQc3LoSTx8pyyO7FkKF0-0UPyPkl6igv509zKGsJgC-2Vz5UydyIkx0SHLvkETnwg_CgzCFmc2LAmw2Qw9brC0iQRTlNQ/s1600/20160424_085124.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0Em2BEG8xZX4jQT2Y0Uc3CuUV7zwkCwI7FesKz-zNh65AsaQc3LoSTx8pyyO7FkKF0-0UPyPkl6igv509zKGsJgC-2Vz5UydyIkx0SHLvkETnwg_CgzCFmc2LAmw2Qw9brC0iQRTlNQ/s320/20160424_085124.jpg" width="320" /></a>Apenas diez minutos antes de la hora de salida, entro en mi
corral, y un minuto antes me deshago de la ropa que me sobra (¡esto es la
organización de la Maratón de Londres!). Hasta ese momento no dediqué un minuto
a pensar en la situación de mi pié y de mis piernas. Ahí y entonces, empecé a afrontar
mentalmente el reto que tenía por delante. Milla a milla, legua a legua, tenía
que replantearme el futuro de la carrera. Desde el primer momento, un público
enfervorecido y volcado con la Maratón, que te lleva en volandas. Un recorrido
favorable, agradable, en ocasiones monumental, que te conduce por una de las
grandes ciudades del mundo. Y un continuo proceso de autoevaluación: ¿cómo voy
de piernas?¿cómo va el dolor del pie?... A ratos las piernas eran mi problema,
a ratos el pie, cuando no los dos a la vez. En un permanente escrutinio sobre
qué me dolía más fueron pasando los kilómetros. Y al poco de salir ¡cayeron
unos pocos copos de nieve! que afortunadamente fueron eso, unos pocos. A los
diez kilómetros me pesaban ya mucho las piernas, y al paso por media maratón me
encontraba con las piernas doloridas, aunque contento por haber llegado hasta
allí. Entonces decidí plantearme acabar otro “diez mil”, por lo menos. No sé si
por un chute de endorfinas o porque me salió el “fondo de armario”, pero en un
momento dado me vine arriba y subí, de forma paulatina, el ritmo que llevaba,
de tal forma que con mucho menos penuria de lo que me imaginaba llegué hasta el
kilómetro treinta. En ese tramo, hasta en tres ocasiones, tuve a mi público
privado (mi mujer Ana y mis sobrinos Jorge y Rosa) animándome y dándome “energía
positiva”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Y plantado en el treinta me dije: “acabo aunque sea arrastrándome”.
Y paso a paso, notando en cada zancada mi pie derecho que protestaba por
aquello que le estaba haciendo, conseguí llegar a la meta. Incluso en los
últimos kilómetros me permití esprintar para ver si conseguía bajar de cuatro
horas (me pasé por un poco más de un minuto). El último kilómetro me dejé
llevar, disfrutando del espectáculo y levantando el dedo índice al entrar en
meta (“uno entre un millón”). Lo había conseguido, más allá de mi
metatarsalgia, del nulo entrenamiento, de todos los sentimientos negativos
acumulados en cuatro meses,… Lo más difícil siempre se saborea más. Y además en
Londres, la madre de todas las maratones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y gracias al apoyo de tantos… Ana, Mario y Rocío, compañeros
(Rafas, Alfonso,…), mi fisio Sonsoles, amigos de UC3Marathon apoyando en la
distancia, Anais (mi casera), Nerea, Rocío, mis sobrinos Jorge y Rosa, otros
corredores compañeros de otras batallas,…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8kvFN6VzyNJcDQ_bvw8m63mpAwcYjrFvCKt12YEO8EvHyqjNdff4yRJcumiIyS8FA713BSY5ef0hmPCcNseWtauDKZ-ZO_aDNJHQmVtRE6iHJ6KMw5DzLigEiCkag1QJynvDIsZE4qg/s1600/20160424_180709.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8kvFN6VzyNJcDQ_bvw8m63mpAwcYjrFvCKt12YEO8EvHyqjNdff4yRJcumiIyS8FA713BSY5ef0hmPCcNseWtauDKZ-ZO_aDNJHQmVtRE6iHJ6KMw5DzLigEiCkag1QJynvDIsZE4qg/s320/20160424_180709.jpg" width="180" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
POST-POST</div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me falta Tokio para completar las “6 Majors”. Muchos me
preguntan cuál es la que más me ha gustado. Después de correrla dos veces, sin
duda, Londres. Lo tiene todo bueno (quitando el método de admisión, para mí un
pelín impresentable lo del “good for ages” solo para UK):<o:p></o:p>La organización es perfecta, desde la feria del corredor
(inmensa), recogida de dorsal, comprobación de chip, indicaciones,
instrucciones, voluntarios,… No hay otra igual. El camino hacia la salida, el
trato de los voluntarios al acabar,… TODO perfecto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El recorrido es inmejorable, inigualable: pasa por barrios,
por zonas residenciales, cerca del río, parques, y, sobre todo, por las zonas
monumentales más emblemáticas, con un final espectacular. También espectacular
el paso por el Puente de Londres, junto a la Torre. Como ya conté en mi crónica
de hace un par de años, tiene un poco de Boston, un poco de Berlín, un poco de
Chicago y un poco de Nueva York, vamos, que es la madre de todas las grandes
maratones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Respecto al público, no existe nada parecido que yo haya
visto. Volcado en la carrera como en ningún sitio, en TODO el recorrido. En
muchos sitios, muchos kilómetros, seis de fondo a cada lado. Son millones de
espectadores volcados, VOLCADOS, en la carrera. Es algo impresionante y difícil
de superar. Gracias Londres, me has permitido volver a medirme. Volveré siempre
que consiga “distraeros” para conseguir un dorsal en el “good for ages”.<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-55338930980663383872015-10-24T20:10:00.001+02:002015-10-24T21:10:41.103+02:00Maratón de Lisboa (2015)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoYv-W7lVUPumavXe02p6YIUgsZDCf-Eef56R8nEHCgzmCArEXniC9uz4Mc61V3Dl9M_obqCRcuumQtpsIJ7365BaVI7b0gHzQ4-mPV47OFD9vEKlWp8pMsiJ3bFO_5v4IEr-R5wh0QA/s1600/20151017_175257.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoYv-W7lVUPumavXe02p6YIUgsZDCf-Eef56R8nEHCgzmCArEXniC9uz4Mc61V3Dl9M_obqCRcuumQtpsIJ7365BaVI7b0gHzQ4-mPV47OFD9vEKlWp8pMsiJ3bFO_5v4IEr-R5wh0QA/s320/20151017_175257.jpg" width="320" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0ZgwehxeFMmeEo69mtpqf8Cb1Ft9dOUQRAXbxcI2oaQjGGnBYtOH7P8db_wf4IpgsEo7bkwSQtMulXZJbnIXf7xp4IFsP7-gqRtHhC_TNbn0BnkAVshoZGvI0qSUzEm_DuYhhYXv44g/s1600/20151017_182754-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0ZgwehxeFMmeEo69mtpqf8Cb1Ft9dOUQRAXbxcI2oaQjGGnBYtOH7P8db_wf4IpgsEo7bkwSQtMulXZJbnIXf7xp4IFsP7-gqRtHhC_TNbn0BnkAVshoZGvI0qSUzEm_DuYhhYXv44g/s320/20151017_182754-2.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
Lisboa es una ciudad con cuestas, pero cuando ví el trazado,
que partía de Cascais y entraba en la ciudad por la costa para llegar a la zona
de exposición mundial de 1998, suspiré en la idea de que en paralelo a la línea
de la costa no habría muchas cuestas y que estaba delante de una maratón plana
y sin dificultades. Nada más lejos de la realidad.</div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
Para llegar a la salida, hay que coger un tren que salía de
Cais do Sobre. Allí quedé con un grupo de amigos a las 6h 20 minutos de la
mañana. La maratón salía a las 8h 30 minutos, pero ya se sabe cómo se pone de
nerviosa la mayoría de la gente y para estar allí una hora antes había que
asegurar el tren de las 8.30 o a lo sumo el de las 6.40. Yo tenía un buen
trecho desde mi hotel, por lo que decidí coger un taxi que me dejó allí poco
después de las 6. A esa hora yo era el único bicho raro del paisaje. Diversos
grupos urbanos un poco pasados de rosca, anidaban por allí, a veces
mansurrones, pero también con tintes de violencia cuando comentaban alguna
jugada del partido de futbol que, al parecer, habían visto la tarde anterior.
Posiblemente la mayoría esperaba a las 6.30 que era cuando abría el metro. Al
poco de llegar yo, hordas de maratonianos inundaron la estación camino del
andén del tren de Cascais, salida de la maratón.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ6Dg7EHpFM3wBsUp3ygkGugvU5WZfXE30alVfbzhVkQSgH0Bv4B3XaY9eAR04r5JUQmgZsQwaSyw54T2H7xRjRniHVoP-ygGbaKZfUvvHbnQBxlL3HPpqwfK3kAMReNaAB0JSwlI_Qg/s1600/12141683_793995827377705_725184867831389134_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ6Dg7EHpFM3wBsUp3ygkGugvU5WZfXE30alVfbzhVkQSgH0Bv4B3XaY9eAR04r5JUQmgZsQwaSyw54T2H7xRjRniHVoP-ygGbaKZfUvvHbnQBxlL3HPpqwfK3kAMReNaAB0JSwlI_Qg/s320/12141683_793995827377705_725184867831389134_n.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">En el tren hacia Cascais</td></tr>
</tbody></table>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
Con puntualidad apareció mi amigo Gerardo con un grupo de
casi una docena de viejas caras conocidas de este mundo tan particular, donde
la locura de correr 42,195 km nos une a personajes de tan distinto pelaje. En
un tren lleno de nerviosos corredores y en un ambiente de euforia tensa
impregnado de respeto, linimento, buen humor y mentiras. Porque es la hora de las mentiras: “bueno, a
ver qué hago, no tengo pensado un tiempo”, “con el dolorcillo que tengo por
aquí, no creo que pueda bajar de…”. Mentira, todo mentira.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No había parado de llover en toda la noche, por lo que el
ambiente fue caldeándose potenciándose por la elevadísima humedad. Desde la estación del tren al punto de salida, siguió lloviendo y en la zona de
encuentro ya estábamos todos con las zapatillas bastante mojadas. Mal asunto.
Eran las 7.30.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Ya en la zona de salida dejó de llover, aunque mis pies
siguieron mojados toda la mañana. Después de las fotos de rigor, chanzas,
risas, desagües y propósitos, nos metimos cada uno en un cajón (según el tiempo
esperado) y allí esperamos el comienzo de la maratón.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZDqTXM2gt2xHyr00nT5Sld4FiDPo95sZsniLYIY0AX_H9iZrGR3VMXJYlXRi2n4kR0oiXEIvbkqrsT8iNm1gmwYUIwNE-W25Hm6eZ63nIzJzWwT438Eg_JdSuAKPEt-aqpKKqjlTO7g/s1600/FB_IMG_1445346603907.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="247" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZDqTXM2gt2xHyr00nT5Sld4FiDPo95sZsniLYIY0AX_H9iZrGR3VMXJYlXRi2n4kR0oiXEIvbkqrsT8iNm1gmwYUIwNE-W25Hm6eZ63nIzJzWwT438Eg_JdSuAKPEt-aqpKKqjlTO7g/s320/FB_IMG_1445346603907.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Selfie antes de salir</td></tr>
</tbody></table>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
Arrancamos ya con calor (supongo que exagerado por la
humedad) y cuesta arriba por el centro de Cascais. Después de un par de
kilómetros y varios toboganes, parecía que empezábamos a bajar y mi amigo Tomeu
dijo “de aquí a la meta cuesta abajo”. Ilusos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Por una carretera de costa con continuas subidas y bajadas,
nos dirigimos, en efecto, hacia Lisboa. Con el sol de frente y un ligero viento
en contra afrontamos la primera media maratón disfrutando, por lo menos, de un
paisaje de costa impresionante. Disfrutando a veces, porque las cuestas no eran
precisamente repechitos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Cuando se entra en la ciudad, a la altura de Belem, se
abandona la costa para correr por largos caminos de zonas industriales sin
público, sin paisaje y ya con muchos adoquines que ya no nos abandonarían, de
tanto en tanto, hasta el final. Para los que usamos zapatillas minimalistas
(casi sin suela) un calvario. En el kilómetro 30, cerca de Cais do Sobre otra
vez, se recupera la zona bonita de la ciudad, justo allí donde también suele
estar el amigo del Mazo. El calor, la humedad, los adoquines y un recorrido tan
rompe-piernas, hacían que en ese punto todos los que corríamos lleváramos la
cara desencajada, según me dijo Ana, mi mujer, que andaba por ahí para
animarme. La Lisboa bonita fue un espejismo, porque muy pocos kilómetros
después volvíamos al paisaje industrial para encaminarnos hacia la zona de la
exposición Universal, lugar de la meta.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2xVmVamby9W0j8M7-h7MXgfWRPDAH2RvhnElF3ZurZ5p2uoAriq7Khxx1DfiWLk9zTTGTWhfKljFJ8IEtEIypE8QPTbkhcZFwTDPLDGvcjhfkMlLlDpQu8CnPHRTEsF8XGRBSWngU0Q/s1600/20151018_160522.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2xVmVamby9W0j8M7-h7MXgfWRPDAH2RvhnElF3ZurZ5p2uoAriq7Khxx1DfiWLk9zTTGTWhfKljFJ8IEtEIypE8QPTbkhcZFwTDPLDGvcjhfkMlLlDpQu8CnPHRTEsF8XGRBSWngU0Q/s320/20151018_160522.jpg" width="180" /></a></div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal">
En esa zona corríamos a contracorriente con los
participantes de media maratón, mucho más frescos y ruidosos. Cuando al girar
en un determinado punto, se unían a nuestro recorrido camino de meta, la
mayoría nos pasaba como si fuéramos zombies. Yo, que a duras penas mantenía mi
ritmo, pero sin perderlo, tenía la sensación de ir mucho peor de lo que
realmente iba por la cantidad de gente que me pasaba a ritmos más vivos que el
mío. Esos kilómetros, como casi siempre, como siempre, se hicieron eternos. Ese
sufrimiento que te hace prometerte que será la última vez, es el mismo que
cuando acabas te juramenta para repetir el trance buscando algunas claves que a
lo mejor olvidaste o no supiste encontrar en esta carrera. ¿Qué tiene esta
carrera que sufriendo como se sufre, te hace volver y volver una y otra vez?!.
Javi Sanz, buen amigo que va camino de su maratón número 100, dice que cuando
la maratón te pica (y no a todo el mundo le pica), enfermas para toda la vida. <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Empezamos en Cascais un buen grupo de amigos. Tomeu se me
quedó pronto atrás, y después de unos kilómetros nos quedamos solos Gerardo,
Jose, Santiago y yo. Tras una parada técnica que hice pasado el 26, los perdía
a los tres. Y a falta de tres kilómetros volví a alcanzar a Gerardo, que llegando
a meta se me escapó. Aunque allí pudimos abrazarnos y compartir ese momento
mágico que es cruzar la meta de una maratón. Por ese momento es por lo que
haces todo. Por ese momento entrenas, te sacrificas, corres, sufres,…</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnNL0Ojhl17XivZMJojvy5LM7Eiv5uBkHNBxvUfPc48cMtQlGXLJaTVPi4YyQqL21x2y9rN4S916gr-LS53Pg6tUA3vG_AkuEB4QAUP9FehZkefmFtoQrgMND4VN-ZHcEEqJkkSiFrdQ/s1600/20151018_123244.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnNL0Ojhl17XivZMJojvy5LM7Eiv5uBkHNBxvUfPc48cMtQlGXLJaTVPi4YyQqL21x2y9rN4S916gr-LS53Pg6tUA3vG_AkuEB4QAUP9FehZkefmFtoQrgMND4VN-ZHcEEqJkkSiFrdQ/s320/20151018_123244.jpg" width="180" /></a></div>
<o:p></o:p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-33985006924529871342015-05-31T20:27:00.001+02:002015-05-31T20:27:19.773+02:00Adios, compañerasNos conocimos hace poco más de un año, en San Diego, y hemos compartido casi 2500 kms. Muchas horas juntos, de esfuerzo, de satisfacciones, de decepciones, dias buenos y días malos, sol, lluvia, frío, calor. Fuisteis las primeras de vuestra clase y me habéis dado un servicio excelente. Más que ninguna otra que os haya precedido. No se os puede pedir más. Pero habéis llegado al límite, al final del trayecto. Todo tiene un comienzo y también un final. Y hay que dar paso a una nueva generación. Con todo el dolor de corazón os tengo que abandonar allí donde os encontré, en San Diego. Otras nuevas os van a reemplazar, pero sin olvidar quién les abrió el camino. Yo, desde luego, nunca os olvidaré.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwi9rRbMGDg4w9e53qCSFxP_Nr2faqoZkqreVz9lZpsbTh5OzbkFfsGv9dgWkGGppfnz5H5yVfr6f8cAh0iPubhDp5tPAcoh_h13MbOcJghVCZaPQwvJi8zlLg8546z2OKTAr4nfY0kA/s1600/20150517_164555.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVEC0j_XqkUqS6huCZiR_2lwnChYMIVHJdsvIo2J71_M5fiQjiq9iw_A9Fh5JgPPrPRTOgMk5f_L1iojJ3F6H0usaTN-VCYshagB8oo2OeBg-MaK4pjIdtEYQ50fft2HrekeyquYakqw/s1600/20150517_164504.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVEC0j_XqkUqS6huCZiR_2lwnChYMIVHJdsvIo2J71_M5fiQjiq9iw_A9Fh5JgPPrPRTOgMk5f_L1iojJ3F6H0usaTN-VCYshagB8oo2OeBg-MaK4pjIdtEYQ50fft2HrekeyquYakqw/s320/20150517_164504.jpg" width="320" /></a><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwi9rRbMGDg4w9e53qCSFxP_Nr2faqoZkqreVz9lZpsbTh5OzbkFfsGv9dgWkGGppfnz5H5yVfr6f8cAh0iPubhDp5tPAcoh_h13MbOcJghVCZaPQwvJi8zlLg8546z2OKTAr4nfY0kA/s320/20150517_164555.jpg" width="180" /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3015126218230451376.post-9451806883392559312015-05-02T14:11:00.001+02:002015-05-02T14:11:28.424+02:00¿Eres un corredor cutre?<div class="MsoNormal">
¿Eres un corredor cutre? Espero que al final de estas líneas
puedas contestarte a esta pregunta. Veamos a continuación los distintos
personajes que configuran lo más cutre de las carreras populares.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<b>El guarro.</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Aunque pienso que no hay corredores guarros sino guarros que
corren, a veces es difícil determinar dónde está el nombre y dónde el adjetivo.
Ese corral abarrotado, donde de pronto aparecen uno o varios guarros con ese
olor a sobaco añejo, sobaco que no ha visto el agua y el jabón en mucho tiempo.
Vienen con su peste a cuestas, peste que se confunde a veces con litros de réflex
y que van dejando en estela según empiezan a correr. ¿Tan difícil es lavarse un
poco de vez en cuando?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<b>El recortador.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
En una carrera profesional, un recortador es un tramposo. En
una carrera popular, el que recorta es un memo. En el deporte popular uno lucha
consigo mismo, con sus marcas, con sus problemas. Recortar supone ganar unos
segundos… ¿a quién?, ¿a ti mismo? Hace
falta ser memo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<b>El que siempre chupa
rueda.</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Aunque no tanto como en el ciclismo, en una carrera de
fondo, chupar rueda también tiene beneficios. Puedo llegar a entender que en una
carrera profesional, donde uno se juega además del caché, prestigio, ranking y
dinero, alguien pueda apostar con un comportamiento tan poco solidario, pero,
¿en una carrera popular? Pues si, en las
carreras populares existen esos personajes que se colocan a rebufo de uno o más
corredores a chupar rueda lo que haga falta. Y no dan un relevo ahí les maten,
salvo para pegar, cuando pueden, un hachazo a aquel/aquellos a los que ha
parasitado. En una carrera de fondo, especialmente en un maratón, uno compite
consigue mismo y el resto de corredores no son rivales, sino compañeros, por lo
que estos personajes lo que son es malos compañeros, unos indeseables.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<b>El que se cuela en un
cajón que no le corresponde.</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
A estos nunca los he entendido. Corren a 5.30 ó 6 el
kilómetro y se meten en posiciones de 3.30-4. ¿Para qué? ¿Para ganar unos segundos/minutos
en el tiempo oficial? Estos personajes, que perjudican, y mucho, a los que
teniendo derecho a estar en una determinada posición en la carrera, se ven
frenados y entorpecidos, a veces son gregarios y entran en grupos en esos
cajones que no les corresponde. Arranca la carrera y como corren mucho más
despacio, forman tapones, provocan enfados y, lo que es peor, hasta caídas.
Muchas veces, las propias organizaciones meten “paquetes de vips” en las partes
delanteras de las carreras, vips que no corren una higa y que a veces provocan
muchos problemas. He visto compañeros tropezar con alguno de estos y estar a
punto de lesionarse, y encima a veces se encaran con un “¡tío, ni que vayas a
ganar la carrera!”. Ignorantes, pretenciosos, cutres al cabo. Por favor, no me
sean cutres y ¡pónganse en su sitio!<o:p></o:p></div>
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<b>Los
fotocopiadorsales.</b><o:p></o:p></div>
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Siempre ha habido gente que corre sin dorsal. Mal. Consumen
recursos de los que si lo han pagado y ocupan un espacio que no les corresponde.
Pero al menos, al llegar a meta, se les desvía y no acceden a los privilegios
de acabar una carrera. Hoy, muchos de estos ladrones de recursos, se fotocopian
dorsales auténticos y no solo esquilman los recursos durante la carrera, sino
que tienen la geta de entrar en la zona de meta y hacerse con todo aquello que
está reservado para los corredores que si tienen dorsal: liquidos, frutas,
incluso medalla. Si los recursos fueran ilimitados, esto sería una anécdota,
pero en ocasiones estos buitres son tan numerosos, que hacen que muchos
corredores que acaban después, corredores que si pagaron su dorsal, se queden
sin líquido en meta, sin avituallamiento sólido, sin medalla,… Sinvergüenzas.<o:p></o:p></div>
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<b>Los acaparadores.</b><o:p></o:p></div>
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La cutrez de estos alcanza límites insospechados. En
carrera, si se reparten geles, se llenan los pantalones. En meta acaparan agua,
botellas de isotónico, plátanos, manzanas,… todo lo que pueden. Estos también
dejan a dos velas a los que llegan detrás. El valor económico de todo lo que
pillan, no supera ni un euro, pero se van tan contentos a casa para que su
parienta/e vea lo listo/a que es. Pero claro, el que llega a meta y se
encuentra sin agua… A veces, cuando delante mía alguien coge varias botellas, o
plátanos,… se lo suelo afear. Lo normal es que me ignoren, pero en ocasiones se
“engallan” y hacen valer su supuesto derecho a arrasar. Cutre, cutre, cutre.<o:p></o:p></div>
<br />
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Si te ves reflejado en uno o varios de estos estereotipos,
lo siento, eres un corredor cutre, cuando menos. A lo mejor, además, eres una
mala persona.<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com2