Se levantaron muy
temprano para evitar que ningún retraso les impidiera llegar al aeropuerto de
Nairobi a tiempo para coger el avión que les llevaría a algún lugar de Europa y
de allí a Londres. Venían juntos desde Eldoret, la meca mundial de los
corredores de fondo. Hoy, la meca de los maratonianos. No hay lugar en el mundo
que haya producido más campeones en la historia del atletismo.
En el autobús hay
pocas bromas. Aunque muchos pertenecen a la élite más selecta, la maratón de
Londres es un momento de gran importancia en su temporada. Importante por
muchos motivos. Los que van a hacer de liebre, porque se van a embolsar un buen
dinero, probablemente su principal ingreso del año. Los que van a competir,
porque además del fijo de salida, si alcanzan un puesto arriba de la
clasificación, definitivamente habrán hecho el año. Y mucho más. Londres es una
Major, Una de las maratones más seguidas del mundo donde si uno hace un buen
papel, son muchos los ojos que estarán allí tomando nota. Además es una maratón donde se pueden dar las
condiciones para una buena marca. Una MMP o un record quizás. Todos se juegan
mucho en Londres. Por eso el ambiente es un poco tenso, porque todos tienen
mucho que perder, y lo de menos es el prestigio.
La mayoría de los
maratonianos africanos negros de élite, no ostentan de su poderío atlético. Y
menos cuando están entre ellos, donde todos tienen la facultad de correr muchos
kilómetros seguidos por debajo de tres minutos. Se miran en silencio con esa
mirada profunda que se te clava en lo más hondo del alma. Desde esa mirada se
adivinan los sacrificios de los últimos meses. Esos meses doblando
entrenamientos. Los más de 250 kilómetros semanales. Las tiradas largas. Las
series de calidad. Parte de ese tiempo en el entorno perfecto de Eldoret, en
altura y corriendo por sendas de arcilla.
A pocos
kilómetros del aeropuerto, se produce un atasco y sin saber cómo ha ocurrido,
tres hombres armados entran en el autobús que desvían de la carretera
principal. Todos miran con los ojos muy abiertos. “No puede ser”. De forma metódica
van expoliándoles uno a uno. Dinero, material deportivo, pasaportes… Todo se va
por la borda. Alguno se pone muy nervioso al ver cómo Londres se va por el
desagüe y esos desalmados, violentos, la toman con los atletas. Les golpean,
les causan lesiones. En unos pocos minutos todo acaba.
Esto ocurrió unos
días antes de la pasada Maratón de Londres. He buscado la noticia por internet
y no la he encontrado. Ni en la prensa local ni en la prensa internacional.
Nada en la prensa europea. Ni radio, ni televisión.
Solo una
pregunta: ¿qué hubiera ocurrido si algo parecido le pasa a media docena de
futbolistas de la segunda división de futbol de España?
6 comentarios:
Pobre gente. No lo he visto en ningún medio, ni siquiera en medios deportivos. A veces pienso que el atletismoo existe de pura casualidad.
Ni idea desde luego una cosa es el deporte y otra el espectáculo y del deporte no se encarga nadie.
Me quedo impresionada, cuanto lo siento. Y comparto totalmente tu indignación porque los medios no hayan difundido lo ocurrido.
Vaya!! ni idea de esta noticia..!! una pena por ellos!! en este mundo no todos somos iguales, bueno eso no es nada nuevo, estoy segura si les hubiese sucedido a atletas de USA...todavía lo veríamos en los telediarios..!
Hola, me gustaría saber la fuente de esta noticia para poder difundarla con solvencia. Gracias.
Divina, ¿donde te puedo escribir?
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