El aprendiz de maratoniano

Historias sencillas de carreras

martes, 6 de noviembre de 2018

Bilbao “night Marathon”: para no repetir…


El sábado 20 de Octubre de 2018, estaba en la línea de salida de la Bilbao "nigth Marathon". Con mucha ilusión, porque después de algunos avatares, había conseguido enlazar unas buenas semanas de entrenamiento (nunca suficientes) que me daban cierto optimismo. Optimismo reforzado por un fin de semana en Bilbao prodigioso: la ciudad no puede estar más bonita, más radiante. Y en los cajones de salida disfrutamos la espera (mi amigo Alfonso y yo) con un bonito show de un grupo de rock, fuegos artificiales, buena animación. Hasta ese momento, casi todo había ido bien, incluyendo una más que digna feria del corredor.
"Multitudinaria" llegada de la maratón

Pero desde que empezó la carrera, todo fue a peor. Los supuestos cajones de salida, no garantizaron una mínima fluidez en el recorrido. Durante muchos kilómetros, muchos más que en ninguna cerrera de estas características que haya corrido, no se podía correr a ritmo, cuando no había casi que pararse.  Obviamente los cajones no estaban bien configurados, porque muchos minutos después de salir uno se encontraba con corredores que iban a ritmo mucho más lento del que se les debiera suponer por la posición en la que corrían. Esto se agravaba con súbitos estrechamientos en la calzada, o en zonas de calzada con coches aparcados a ambos lados que apenas dejaban espacio para correr. Imposible coger el ritmo.

Está claro que muchos organizadores de carreras “de maratón” buscan una foto de salida multitudinaria, para lo cual mezclan miles de pseudo-corredores de 10k y media maratón, con maratonianos de verdad. No había más que ver las caras que te rodeaban en el cajón de salida. Junto a las caras de preocupación de los maratonianos, la cara de fiesta de los que iban a corretear con alegría por Bilbao. La foto es muy bonita, pero lo que implica es una falta de respeto total a los que debieran ser los protagonistas de algo que se llama “maratón de Bilbao”: los maratonianos. Desgraciadamente no solo pasa en Bilbao (también es sangrante, por ejemplo, en Madrid). Esto de arreglaba con salidas diferenciadas para el 10k-21k y maratón, pero entonces primaría el respeto a la maratón, frente a la publicidad de los organizadores.

Al desastre del mal diseño del recorrido, que impide correr apropiadamente, prácticamente no existen puntos de control (incluyendo la salida, lo que hace que no exista registro del tiempo neto). En todo el recorrido, apenas 4 (o cinco?) lugares de control, por lo que, además de no poder tener una buena estadística de ritmos al final de la carrera, hacía imposible el seguimiento de atletas a través de la app del maratón. Los que corrimos maratón, no tuvimos control oficial en el 10 k, ni en la media maratón. Impresionante chapuza. Un “tracking” sin puntos de referencia, no sirve para nada. Otro suspenso.
Pero aquí no acaba la cosa. EL final del 10k y de la media maratón, coincidió “físicamente” con el trazado de maratón. Imaginen un corredor de 10 k esprintando en sus últimos 300 metros junto a un maratoniano que corre la primera cuarta parte de carrera. Vamos, un peligro para la integridad de muchos.

El recorrido, junto a partes bonitas de la ciudad, tenía kms y kms de recorrido que los maratonianos llamamos “pestoso”, incluyendo solitarios barrios. Si además tenemos en cuenta que por algunos sitios se pasaba ¡hasta ocho veces!, uno puede imaginar la soledad que se experimentaba en esa supuesta segunda vuelta de los maratonianos. Segunda vuelta totalmente desmotivadora. Los que acabamos la maratón fuimos menos de 600 (recordemos la foto de la salida con miles de enfervorecidos “atletitas”). Una segunda vuelta donde casi siempre se corría solo, sin público, en alguna zona oscura y por alguna zona aguantando los ánimos en tono de mofa de algunos borrachos que estaban poteando en la zona vieja. La llegada, bastante desoladora.

Y después de llegar un peregrinaje de más de 20 minutos hasta la zona de ropero, sin ninguna indicación. Vamos, genial.

Lo siento, pero no. La experiencia, no se la recomiendo a nadie. Y eso que en el terreno personal, fue una buena maratón, en la que hice un tiempo digno y acorde con lo que había entrenado, pese a la asfixiante humedad. Una pena que, una vez más, se utilice el reclamo de la palabra “maratón” para ganar dinero sin el más mínimo respeto por los maratonianos.

domingo, 28 de octubre de 2018

La "23más4", una carrera popular única, irrepetible e inolvidable.


Hoy he corrido la carrera “23mas4”, una carrera única e irrepetible que se ha celebrado hoy, en Cáceres, a las 10 de la mañana. Una carrera de 5 km, sin control de tiempos, que hemos recorrido a ritmo social y un grupo de 20 amigos. No ha habido épica, ni esfuerzo extremo, ni records,… solo un grupo de amigos en un entorno maravilloso, como lo es la ciudad de Cáceres. Pese a estos números tan poco espectaculares ha sido una cerrera única e irrepetible, y además será inolvidable.

Esta carrera empezó a organizarse hace muchos años. Mucho antes de que incluso los organizadores, y mucho menos los protagonistas, lo supieran. Hace muchos años, allá por el año 2006, Carlos, uno de los protagonistas, empezó a correr. Discretamente, como muchas cosas que hace Carlos. Un día me lo encontré en el parque de Butarque y le convencí para que se uniera al grupo de entrenamiento de la universidad (Carlos Corre). Había conocido a Carlos unos meses antes gracias a una aventura personal/profesional muy intensa en la que él participó de forma activa. Si aquella aventura no hubiera tenido lugar, a lo mejor nuestros caminos nunca se hubieran cruzado, y quizás, una de las mejores cosas que me dejaron aquella fallida aventura, fue conocer a Carlos. Le conocí como gran profesional, faceta que luego seguí en el tiempo hasta hoy mismo. Carlos es muy grande, en el sentido físico, ya que mide más de dos metros, pero también en el sentido personal: todo lo grande que tiene como ser vivo, lo tiene como ser humano. Conozco pocas personas tan generosas con los que le rodean y tan humildes en relación con sus virtudes. En todo el tiempo que pasamos corriendo juntos, nunca me habló de novia alguna, lo cual atribuí, en partes iguales, a su enorme y generosa entrega a su trabajo como a su más que evidente timidez.

Un buen día, en Carlos Corre, apareció Laura. Laura era una estudiante de la Universidad, “del otro Campus”. Laura era un encanto. No es que fuera guapa, que lo es; es que nos iluminaba a todos con su gran sonrisa y actitud positiva frente a la vida. ¿Por qué Laura, cruzó la carretera de Toledo para venir a correr con nosotros? Creo recordar que dijo “que los de Getafe eran muy aburridos”, aunque ahora, pasados los años, eso es lo menos importante. Yo creo que desde el primer momento Carlos y Laura se fijaron el uno en el otro. ¡Era difícil no fijarse!: Carlos es un gigantón y Laura irradiaba luminosidad. Pero tuvo que pasar tiempo para que aquello acabara en historia feliz. Los dos son tímidos, y ni Carlos ni Laura, se atrevían a dar el paso… pero al final, pasó lo que tuvo que pasar. Que estaban hechos el uno para la otra y la otra para el uno. Un día 23 Carlos se declaró, otro día 23 se comprometieron, y ayer, 27 de octubre, se casaron en Cáceres.

Y tuve el privilegio de estar presente en la Boda de Laura y Carlos, con un buen número de amigos con los que hemos corrido juntos muchos kilómetros: Jose, Grego, Antonio, Carolina, Araceli, Rubi,… Al final del banquete de bodas, Laura y Carlos nos repartieron los dorsales para una carrera muy especial, la “23más4”, una carrera de una única edición. Laura y Carlos, han querido empezar la maratón del resto de su vida, con una carrera popular con sus amigos. ¿A qué es original? ¿A que es romántico?  La luz en los ojos y la emoción con la que se leyeron los votos ayer, la tenían esta mañana cuando, con mucho frío, nos hemos puesto a correr por Cáceres. Se conocieron corriendo y han querido empezar esta etapa de su vida corriendo. Correr la  “23más4” ha sido un privilegio, algo único e irrepetible, algo que quedará en mi memoria para siempre. He corrido muchas carreras “famosas”, pero de ninguna podré presumir como de esta “yo estuve allí”. Gracias, Laura, gracias Carlos, por darme esta oportunidad.

jueves, 3 de mayo de 2018

Mühlhausen, Turingia, Alemania

Camino de la Muralla

Nunca hubiera pensado que iba a conocer esta pequeña ciudad situada, casi, en el centro geográfico de Alemania, y un poco mal comunicada. Pero ahora es la ciudad donde vive mi hijo Mario con su pareja Julianne y se ha convertido, automáticamente, en “otro” centro de mi universo. Es ciudad casi frontera entre las antiguas dos alemanias (del lado de la antigua RDA) y ahora se ha quedado a unos pocos kilómetros del km 0 de la nueva Alemania.

Lago Schwanenteich




Km 0
Mühlhausen es una ciudad preciosa, plagada de iglesias (algunas muy antiguas, parte góticas, parte renacentistas), de casas típicas alemanas (esas que tienen las fachadas con vigas de madera pintada de negro en diagonal) y con una muralla medieval (del siglo X) que prácticamente circunda la ciudad. Muralla bastante bien conservada y que da idea de la importancia que pudo tener esta ciudad en el pasado. Da gusto pasear por esta ciudad tranquila, por su limpio y bien cuidado centro, dentro de las murallas, o circundándolas tanto por fuera como por dentro.

Mühlhausen es conocida porque en una de sus iglesias fue organista Juan Sebastian Bach, pero también porque allí nació Thomas Müntzer, un predicador reformista, coetáneo de Lutero, inicialmente su seguidor, pero que acabó peleado con él por disputas políticas y teológicas.

Charlando con JSB
Como siempre que viajo, lo hago con mis zapatillas. ¿Y por donde se puede correr en una ciudad amurallada?: rodeando la muralla. Es un recorrido bien bonito, bastante plano (la puerta principal de la ciudad a través de la muralla está en alto, por lo que siempre habrá un tramo cuesta arriba y otro cuesta abajo, independientemente del sentido que se elija). Son poco más de tres kilómetros, pero no se hace aburrido dar más de una vuelta que además se puede combinar con alguna diagonal por la calle principal. También se puede correr por un lago precioso que está a un par de kilómetros del centro (el lago Schwanenteich). Combinando las murallas con el lago se puede sacar un buen recorrido. Pero esto queda para otra visita, porque me da la sensación de que volveré muchas veces a Mühlhausen.

Maratón de Madrid 2018: ¡por fín empieza a parecer una maratón internacional!


Después de muchos años perpetrando chapuza tras chapuza. Recordemos, por ejemplo, aquel año donde los corredores subíamos al camión ropero a buscar nuestra mochila, el mismo por cierto que ofreció la lamentable imagen de cientos de corredores desesperados por el tumulto a la hora de dejar la ropa, o ese ropero situado a kilómetros de la salida, o ese año donde se permitió entrar en meta a tantos sinvergüenzas con falso dorsal, que las medallas no llegaron a muchos que se la merecían, o, ya termino con los recuerdos cutres, esos corrales sin control, donde todo el mundo se colocaba casi en la línea de salida.

Hay que reconocer que este año, muchas cosas han cambiado, para bien, y esto empieza a parecer una maratón internacional. Dos de los cambios, posiblemente han sido derivados de una decisión ajena a la organización, ya que la salida de la meta del parque del Retiro ha tenido como consecuencia dos importantes mejoras: el ropero en las inmediaciones de la salida y la meta y, el recorrido. Que el ropero estuviera situado a kilómetros (3 ó 4) de la salida producía muchas situaciones kafkianas y cuando menos, molestia para todos. Muchos han corrido la maratón con la ropa a la espalda por esta chapuza.

Y la gran mejora, en mi opinión, es el nuevo recorrido. Se cambian varios kilómetros en cuesta, al final de la carrera, por varios kilómetros más o menos llanos, dentro de la Casa de Campo. Es verdad que ahora el recorrido por dentro de la Casa de Campo se hace un poco largo, pero están bien pagados cuando uno se aproxima a Atocha y sabe que está llegando a la meta.

Por algún motivo, imagino que la madurez de los ciudadanos madrileños para este tipo de grandes eventos que tanto benefician a una ciudad, ha habido mucha más gente animando por las calles y ningún incidente por automovilistas que pierden los nervios. Esto es de las cosas que hacen grande una maratón, y quizás el hecho de que ha aumentado el número de personas de fuera de Madrid que la corre, ha arrastrado a más gente a los lados de la carrera para animar a los que la corríamos.

Otra cosa que ha cambiado para bien son los voluntarios. Da la impresión de que este año estaban algo aleccionados.  En meta, te encuentras voluntarios amables, con una sonrisa, que te colocan la medalla y te dan la enhorabuena. Ha habido ediciones donde los voluntario casi te tiraban la medalla, eso cuando no se acababan por falta de control. Recuerdo un año que un voluntario dl dio una medalla al nene que entraba en meta con su papá, medalla que alguien no recibió, seguramente al final de la carrera.
La feria, ya en IFEMA, espectacular, al nivel de las grandes maratones. Todavía en el recuerdo las colas que se organizaban en el antiguo pabellón de la Casa de campo, donde veías a extranjeros con la maleta, esperando en cola alrededor del pabellón.

Y el control en los corrales. Ya era hora. Si pones corrales es para que haya control. Aun así, todavía nos falta un hervor a los españoles. A tenor de que fui adelantando gente a ritmos muchos más lentos que el mío, y que esto ocurrió hasta más allá del kilómetro 20, eso significa que miles de personas estaban en el corral que no debían. Se deben pensar que por ponerse en un corral más adelantado van a correr más rápido. Lo que demuestran es falta de civismo y paletismo extremo. Esto no pasa en ningún país civilizado. Gente que va a acabar en más de 4 horas que se sitúa en el corral de 3… impresentable (¿y para qué?)

En fin, que parece que vamos aprendiendo. Es de justicia reconocerlo. Me sigue pareciendo deplorable que las salidas de la media y de la maratón sean a la vez, pero eso parece que es irrenunciable por la organización, porque lo único que realmente les importa, parece, es poder hacer esa foto de la Castellana llena de corredores, y eso se consigue gracias a que estamos todos juntos. Para los que corremos maratón, que debiéramos ser los auténticos protagonistas, correr con gente que va a hacer la media, supone varios inconvenientes, que todo el corre conoce y que no voy ahora a contar. Hay muchas ocasiones de hacer medias maratones, pero solo una (en Madrid) de correr maratón. Correr maratón no es lo mismo que correr media, y toda la liturgia que rodea a la maratón nada tiene que ver con la media. Una foto, parece que es más importante que molestar a los que debieran ser el centro de la atención y del cuidado. ¿Por qué no salen media hora después? A lo mejor algún día lo entienden.

Pero que no se relajen. Quedan cosas por mejorar. Algún despiste de los voluntarios al final de la carrera, donde además faltaban algunos cubos para poner desperdicios y aquello parecía un basurero. La ya mencionada salida conjunta de madia y maratón… En la feria, faltaba alguna información impresa en la bolsa sobre los últimos detalles. Otros años había una pequeña revista (¡no se puede dejar toda la información solo en internet!) y se echa de menos a los paracas en la salida. Uno es un sentimental.

Maratones que he corrido

  • Maratón de Madrid: 2004 (3h 58m), 2005(3h 56m 42s), 2006(4h 15m 34s), 2007 (4h 06m 49s), 2009 (3h 40m 20s), 2012 (3h 19m 36s), 2013 (3h 13m 59s), 2014 (3h 40m 58s), 2015 (3h 19m 33s), 2017 (3h 58m 12s), 2018 (3h 45m 4s), 2019 (4h 6m), 2021 (4h 11m 56s), 2022 (4h 8m), 2023 (4h 11m 51s)
  • Maratón de Donosti: 2007 (4h 4m 52s), 2017 (3h 38m 40s)
  • Maratón de Toral de los Vados: 2008 (4h 11 m 16s)
  • Maratón de Marrakech: 2009 (3h 58m 4s)
  • Maratón de Oporto: 2009 (3h 30m 34s)
  • Maratón de Zaragoza: 2009 (3h 56m 32s)
  • Maratón de Sevilla: 2010 (3h 47m 27s), 2019 (3h 50m 13s)
  • Maratón de Boston: 2010 (3h 29m)
  • Maratón de Nueva York: 2010 (3h 28m 38s), 2019 (3h 55m 38s)
  • Maratón de Málaga: 2010 (3h 52m 16s)
  • Maratón de París: 2011 (3h 29m 43s)
  • Maratón de Berlín: 2011 (3h 23m 28s), 2022 (4h 5m 40s)
  • Maratón de Castellón: 2011 (3h 20m 14s)
  • Maratón Misteriosa (Tres Casas, Segovia), 2013 (3h 54m)
  • Maratón de Chicago: 2013 (3h 25m 37s)
  • Maratón de Londres: 2014 (3h 27m 58s), 2016 (4h 1m 18s)
  • Maratón de Amsterdam: 2014 (3h 28m 6s)
  • Maratón de Lisboa: 2015 (3h 34m 56s)
  • Maratón de Valencia: 2016 (3h 40m 32s)
  • Maratón de Tokio: 2017 (3h 39m 38s)
  • Maratón nocturna de Bilbao: 2018 (3h 44m 32s)
  • Maratón de Valdebebas: 2020 (4h 01m 49s), 2021 (4h 20 min.)
  • Maratón de Polvoranca: 2021 (4h 39m 25s)

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