sábado, 5 de marzo de 2011

Correr por Trento


Trento es una ciudad italiana que está muy cerca de la frontera con Austria. Está en una región llamada Trentino (Tirol del Sur) y es conocida, sobre todo porque ente el año 1545 y 1565 se celebro allí el conocido Concilio de TRrento, que significó una auténtica catarsis para la Iglesia católica al ser convocado como una respuesta a la aparición del protestantismo.

Trento es una ciudad pequeña, pero acogedora. Típica ciudad universitaria, donde los estudiantes, cuando llega el jueves o el viernes, vuelven a sus ciudades , normalmente a menos de dos horas de tren. Es una ciudad “de montaña”, muy cerca (a menos de una hora) de los Dolomitas, con unas impresionantes estaciones de esquí.

Tengo una relación con Trento por motivos de trabajo desde hace años, y de cuando en cuando tengo que regresar. Trento, aparte de la Universidad, tiene las montañas, un centro urbano antiguo, pequeño, pero muy bonito y, por supuesto, la cocina italiana, tan rica en hidratos de carbono. Para la gente que no corre, es un auténtico peligro pasar unos días en Italia, porque con una pasta tan rica (y abundante) es sencillo coger sobrepeso si no se queman convenientemente esos hidratos. Y, entre otras cosas, me esforcé en no desaprovechar la ocasión de regalarme una buena dosis en una trattoria de muy buenos recuerdos, llamada Alla Grotta, donde la pasta según mis colegas italianos no es muy buena (excelente para nuestro estándar español) pero es mucho más que abundante en la generosidad de sus raciones. Y si las raciones de pasta son enormes (suficiente para llenar al más exigente), las pizzas son de un tamaño descomunal.

Nunca tengo tiempo de ir a esquiar en Trento, pero tampoco viajo allí sin mis zapatillas. Y después de una buena cena en Alla Grotta, lo pertinente es quemar, cuanto antes, esos hidratos recién adquiridos. Trento es, como ya he dicho, una ciudad de montaña, por lo que la mejor solución para correr una buena distancia sin necesidad de laterar mucho el corazón, es tomar el sendero que hay junto a al río Adige. Correr junto a un río ancho que pasa por una ciudad, es asegurarse un recorrido sin muchos sobresaltos. Y además este tiene a un lado un carril bici, que a veces discurre en paralelo con un sendero de tierra muy apropiado para desgastar zapatillas.. Desde mi hotel, situado al lado de la estación, solo tenía que cruzar la Plazza Dante (presidida por una majestuosa estatua de Dante) para llegar a la margen izquierda del río (rio abajo) y, de momento, discurrir por una senda de varios kilómetros. Aproximadamente a unos tres kilómetros, la llamada carretera “Tengenciale” ocupa en paralelo la margen por la que yo corría y esto me obliga a cruzar un puente y seguir mi camino por el otro lado del río.

Eran las 8 de la mañana. Una fría mañana en una ciudad de montaña, con una temperatura y sensación de frío alta, a causa de la humedad, pero gracias a las nuevas ropas térmicas, corro muy a gusto y sin pasar frío. En mi recorrido de doce kilómetros, solo me cruzo con otros tres corredores, dos bicicletas y numerosos lugareños paseando a su perro.

Se que volveré a correr por Trento, y la experiencia es muy agradable: aire puro, un río ancho y caudaloso, las montañas nevadas al fondo (da igual hacia donde mires). Merece la pena, siempre, cargar con las zapatillas.