sábado, 19 de junio de 2010

El primer paso

Todo el ritual, como si fuera un gran día. Selecciono una camiseta técnica, pantalón, calcetines, me coloco el cronómetro. ¿Me pongo gafas de sol? Al final no me las pongo. Nervios. Me calzo las zapatillas. Aprieto los cordones, con lazo alto. Bajo a la calle. Hace un día perfecto para correr. Comienzo una serie de estiramientos (¿se me olvida alguno?). Y me pongo a correr. Ritmo suave (¿a 6 el km?). Vigilo cualquier sensación rara. Parece que todo va bien. Diez minutos. Me noto fatigado, pero pronto se me pasa esa sensación. Empiezo a ir cómodo. Doy tres vueltas al tartán del parque del Canal. Vuelvo a casa. Han sido 25 minutos justos. Paro a estirar. Otra vez la rutina de estiramientos. Las piernas me pesan como si hubiera corrido dos horas, pero me siento bien y no me duele nada. Hoy hace justo seis semanas que tuve que dejar de correr. Prueba superada. Hoy he dado el primer paso de mi próxima maratón.