viernes, 23 de mayo de 2008

Una nueva vida

A tres semanas del Maratón de San Sebastián (del 2007), me torcí un tobillo, que a su vez me provocó una pequeña lesión en el sóleo. Gracias al fisioterapeuta, después de superada la depresión inicial, pude correrla, con dolores y sufriendo, pero la acabé dentro de un tiempo razonable para mí. Ahora, preparando MAPOMA, cuando mejor me encontraba de forma, justo dos semanas antes, me ingresan de urgencias con una diverticulitis aguda (con peritonitis). En medio de la gravedad del asunto, mi obsesión era que no iba a poder correr la maratón. Ha pasado algo más de un mes, me han dado el alta definitiva, ya estoy curado, puedo volver a correr. Pero algo tiene que cambiar. Esto ha sido ‘el primer aviso’, la tarjeta amarilla. Según el cirujano de digestivo que me ha tratado, puede reproducirse el cuadro agudo en cualquier momento, en una semana o en quince años. Depende de mí. Además de cuidar la alimentación (que ya lo hacía), tengo que vivir con menos estrés.
Ayer, después de oír al médico, decidí cambiar de vida. Quiero disfrutar más de mi familia, quiero correr muchas más maratones, quiero vivir. Hoy he empezado a programar mi nueva vida. Está lloviendo, pero voy a salir a correr bajo la lluvia; quiero sentir el agua chorreándome por el pelo. Quiero ver mi nuevo horizonte con más claridad.